La FAO dice que los precios mundiales de los alimentos continúan cayendo
Por noveno mes consecutivo, el índice que mide los precios de los alimentos en el mundo registró un descenso (aunque los precios siguen siendo altos). En Colombia no se experimenta este panorama, es más, los alimentos son los que están jalonando el crecimiento de la inflación.
Diego Ojeda
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó recientemente que registró, por noveno mes consecutivo, una reducción en el índice de los precios mundiales de los alimentos. En diciembre, la caída fue del 1,9 % en comparación con el mes inmediatamente anterior, y de un 1 % si se compara con el mismo mes del año pasado.
“El índice de precios de los alimentos de la FAO promedió 132,4 puntos en diciembre, un 1,0 por ciento por debajo de su valor un año antes. Sin embargo, para 2022 en su conjunto, el índice, que rastrea los cambios mensuales en los precios internacionales de los productos alimenticios comúnmente comercializados, promedió 143,7 puntos, un 14,3 por ciento más que el valor promedio de 2021″, precisó la FAO.
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En suma, aunque las variaciones mensuales indican que los precios de los alimentos están cayendo, estas no son tan representativas como para decir que en 2022 los precios fueron más bajos que el promedio de 2021. Sin embargo, afirmar que los valores vienen cayendo desde hace nueve meses es una tendencia favorable que da luces de esperanza para retomar los índices que se registraban hace dos años.
“Los precios de los productos alimenticios más tranquilos son bienvenidos después de dos años muy volátiles”, dijo el economista jefe de la FAO, Máximo Torero. “Es importante permanecer alerta y concentrarse fuertemente en mitigar la inseguridad alimentaria mundial, dado que los precios mundiales de los alimentos se mantienen en niveles elevados, con muchos alimentos básicos cerca de niveles récord, y con precios del arroz en aumento, y aún existen muchos riesgos asociados con los suministros futuros”, añadió.
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Lo que más está jalonando la disminución que registra la FAO es el aceite vegetal, el cual registró una disminución del 6,7 %, alcanzando su punto más bajo desde febrero de 2021. Su disminución responde a las dinámicas comerciales internacionales, pues las importaciones han sido favorables en productos como aceites de palma, soja, colza y semilla de girasol. A esto se suman las perspectivas de aumento en su producción en América del Sur, así como la disminución de los precios del crudo.
Los cereales también registraron una disminución, del 1,9 %. “Las cosechas en curso en el hemisferio sur impulsaron los suministros exportables de trigo, mientras que la fuerte competencia de Brasil redujo los precios mundiales del maíz. Por el contrario, los precios internacionales del arroz aumentaron, impulsados por las compras asiáticas y la apreciación de la moneda frente al dólar de los Estados Unidos para los países exportadores”, detalló la FAO.
En diciembre la carne bajó de precio, cayendo un 1,2 %. La FAO asegura que los precios más bajos de la carne de bovino y de aves de corral superaron los precios más bajos de la carne de cerdo y de ovino. “Los precios internacionales de la carne de bovino se vieron afectados por la deslucida demanda mundial de suministros a mediano plazo, mientras que los suministros de exportación más que adecuados empujaron a la baja los precios de la carne de aves de corral. Los precios de la carne de cerdo aumentaron debido a la fuerte demanda interna de vacaciones, especialmente en Europa”, explicó.
Finalmente, así como en Colombia, los lácteos registraron un aumento en su precio (del 1,2 %). Los precios más altos se registraron en el queso, que reflejaron las condiciones del mercado restringidas, pero la mantequilla y la leche en polvo sí consolidaron caídas.
El panorama colombiano
Mientras en el mundo, mes tras mes, se registran disminuciones consecutivas en el precio de los alimentos, en Colombia estos no dan tregua. Según el más reciente reporte de Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el DANE, los alimentos son los que están jalonando la inflación.
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En 2022, los precios de los alimentos fueron 27,81 % más altos que los registrados en 2021 (13,51 % más alto que el promedio mundial que entrega hoy la FAO), aportando 4,88 puntos porcentuales a los 13,12 % que aumentó la inflación el año pasado.
Si se mira la variación mensual, los alimentos y la bebidas no alcohólicas en colombia crecieron 2,66 % (4,56 puntos porcentuales más que los que reporta la FAO para el promedio mundial).
En suma, aunque en el mundo el precio de los alimentos continúan siendo altos, estos sí reflejan una disminución paulatina que parecieran marcar una tendencia de recuperar los niveles que se registraron en 2021. Lo mismo ocurre en Colombia, no solo porque dista del promedio mundial, sino porque su tendencia es contraria y contra todo pronóstico, es decir, al alza.
Hay que recordar la importancia que tiene el mitigar el precio de los alimentos, pues su aumento se traduce en una pérdida del poder adquisitivo, lo que a su vez se traduce en mayores riesgo de traspasar el umbral de la pobreza monetaria y enfrentar el hambre y la desnutrición. Según el DANE, en 2021 casi 4 de cada 10 personas en el país presentan pobreza monetaria, mientras que poco más de 1 de cada 10 presenta pobreza monetaria extrema (que no pueden acceder a una canasta básica de alimentación de mínimo 2.100 calorías diarias).
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó recientemente que registró, por noveno mes consecutivo, una reducción en el índice de los precios mundiales de los alimentos. En diciembre, la caída fue del 1,9 % en comparación con el mes inmediatamente anterior, y de un 1 % si se compara con el mismo mes del año pasado.
“El índice de precios de los alimentos de la FAO promedió 132,4 puntos en diciembre, un 1,0 por ciento por debajo de su valor un año antes. Sin embargo, para 2022 en su conjunto, el índice, que rastrea los cambios mensuales en los precios internacionales de los productos alimenticios comúnmente comercializados, promedió 143,7 puntos, un 14,3 por ciento más que el valor promedio de 2021″, precisó la FAO.
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En suma, aunque las variaciones mensuales indican que los precios de los alimentos están cayendo, estas no son tan representativas como para decir que en 2022 los precios fueron más bajos que el promedio de 2021. Sin embargo, afirmar que los valores vienen cayendo desde hace nueve meses es una tendencia favorable que da luces de esperanza para retomar los índices que se registraban hace dos años.
“Los precios de los productos alimenticios más tranquilos son bienvenidos después de dos años muy volátiles”, dijo el economista jefe de la FAO, Máximo Torero. “Es importante permanecer alerta y concentrarse fuertemente en mitigar la inseguridad alimentaria mundial, dado que los precios mundiales de los alimentos se mantienen en niveles elevados, con muchos alimentos básicos cerca de niveles récord, y con precios del arroz en aumento, y aún existen muchos riesgos asociados con los suministros futuros”, añadió.
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Lo que más está jalonando la disminución que registra la FAO es el aceite vegetal, el cual registró una disminución del 6,7 %, alcanzando su punto más bajo desde febrero de 2021. Su disminución responde a las dinámicas comerciales internacionales, pues las importaciones han sido favorables en productos como aceites de palma, soja, colza y semilla de girasol. A esto se suman las perspectivas de aumento en su producción en América del Sur, así como la disminución de los precios del crudo.
Los cereales también registraron una disminución, del 1,9 %. “Las cosechas en curso en el hemisferio sur impulsaron los suministros exportables de trigo, mientras que la fuerte competencia de Brasil redujo los precios mundiales del maíz. Por el contrario, los precios internacionales del arroz aumentaron, impulsados por las compras asiáticas y la apreciación de la moneda frente al dólar de los Estados Unidos para los países exportadores”, detalló la FAO.
En diciembre la carne bajó de precio, cayendo un 1,2 %. La FAO asegura que los precios más bajos de la carne de bovino y de aves de corral superaron los precios más bajos de la carne de cerdo y de ovino. “Los precios internacionales de la carne de bovino se vieron afectados por la deslucida demanda mundial de suministros a mediano plazo, mientras que los suministros de exportación más que adecuados empujaron a la baja los precios de la carne de aves de corral. Los precios de la carne de cerdo aumentaron debido a la fuerte demanda interna de vacaciones, especialmente en Europa”, explicó.
Finalmente, así como en Colombia, los lácteos registraron un aumento en su precio (del 1,2 %). Los precios más altos se registraron en el queso, que reflejaron las condiciones del mercado restringidas, pero la mantequilla y la leche en polvo sí consolidaron caídas.
El panorama colombiano
Mientras en el mundo, mes tras mes, se registran disminuciones consecutivas en el precio de los alimentos, en Colombia estos no dan tregua. Según el más reciente reporte de Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el DANE, los alimentos son los que están jalonando la inflación.
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En 2022, los precios de los alimentos fueron 27,81 % más altos que los registrados en 2021 (13,51 % más alto que el promedio mundial que entrega hoy la FAO), aportando 4,88 puntos porcentuales a los 13,12 % que aumentó la inflación el año pasado.
Si se mira la variación mensual, los alimentos y la bebidas no alcohólicas en colombia crecieron 2,66 % (4,56 puntos porcentuales más que los que reporta la FAO para el promedio mundial).
En suma, aunque en el mundo el precio de los alimentos continúan siendo altos, estos sí reflejan una disminución paulatina que parecieran marcar una tendencia de recuperar los niveles que se registraron en 2021. Lo mismo ocurre en Colombia, no solo porque dista del promedio mundial, sino porque su tendencia es contraria y contra todo pronóstico, es decir, al alza.
Hay que recordar la importancia que tiene el mitigar el precio de los alimentos, pues su aumento se traduce en una pérdida del poder adquisitivo, lo que a su vez se traduce en mayores riesgo de traspasar el umbral de la pobreza monetaria y enfrentar el hambre y la desnutrición. Según el DANE, en 2021 casi 4 de cada 10 personas en el país presentan pobreza monetaria, mientras que poco más de 1 de cada 10 presenta pobreza monetaria extrema (que no pueden acceder a una canasta básica de alimentación de mínimo 2.100 calorías diarias).
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