Esta semana la FED tendrá una reunión clave: ¿cuánto subirán las tasas?
La decisión que tome la Reserva Federal será un insumo esencial para las proyecciones de 2023. Los mercados esperan un aumento de 25 puntos básicos en los tipos de interés, pero no se descarta la posibilidad de que sea de 50.
Esta semana será decisiva. El BCE y el Banco de Inglaterra, así como uno de los bancos centrales más importantes de los mercados emergentes, el de Brasil, tomarán decisiones sobre sus tasas de interés. La decisión más esperada es la de la Reserva Federal (FED).
La decisión de este banco central será clave en las proyecciones de 2023 (y en las posibilidades de recesión en Estados Unidos). Una de las opciones más populares entre los analistas es que los tipos de interés suban 25 puntos básicos, y no 50, que era la primera opción hace unos meses.
Los mercados están tan convencidos de que el ciclo de alzas llegará pronto a su fin que están dispuestos a pasar por alto las advertencias de las empresas sobre el deterioro del entorno macroeconómico y los datos de empleo que muestran un mercado laboral aún tenso. Sin embargo, existe un riesgo real de que la Reserva Federal decida seguir subiendo las tasas para asegurarse de que ha logrado vencer a la bestia de la inflación.
Le puede interesar: Lo que dicen las cifras de crecimiento de EE. UU. en 2022 sobre el futuro de 2023
De acuerdo con las declaraciones que dio el jueves Lael Brainard, vicepresidenta de la Fed, en un discurso en la Universidad de Chicago, el banco central prevé continuar con la política monetaria restrictiva hasta que la inflación regrese a su nivel esperado de 2 %, aun si esto supone un crecimiento débil en 2023.
“Incluso con la moderación reciente, la inflación sigue siendo alta y la política deberá ser lo suficientemente restrictiva durante algún tiempo para garantizar que la inflación regrese al 2 % de manera sostenida. Estamos decididos a mantener el rumbo”, dijo.
La inflación en Estados Unidos se desaceleró a 6,5 % interanual en diciembre, alcanzando su nivel más bajo en 2022, después de un máximo de 9,1 % interanual en junio.
En su última reunión a mediados de diciembre, la FED redujo el monto de sus alzas, elevando su principal tasa en medio punto porcentual, que ahora se encuentra en un rango de 4,25 a 4,50 %. Aunque los funcionarios del banco central planean que supere el 5 % y siga alta por un tiempo, ahora se busca un ajuste más lento que en la primera fase.
Brainard habló sobre “el debilitamiento significativo del sector industrial” y “una moderación adicional en el gasto de los consumidores” que debería conducir a un crecimiento débil en 2023.
Ahora bien, la primera estimación de cómo le fue a la economía estadounidense permite, al menos ahora, respirar un poco más tranquila. Los datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) muestran que la principal economía mundial creció a un ritmo de 2,1 % para 2022 y que en el último trimestre del año lo hizo 2,9 % (un pequeño descenso sobre los datos registrados en el trimestre anterior, cuando se registró 3,2 %).
¿Debe subir las tasas en 50 puntos?
Mohamed El-Erian, asesor de Allianz, asegura en una columna de opinión para Bloomberg que aunque algunos indicadores respaldan un alza de 25 puntos, no hay garantías de que así será. “Mi análisis más amplio de las condiciones económicas y financieras favorecería la opción de que la FED suba las tasas en 50 puntos, también debido a la gestión de riesgos, la credibilidad y la persistente desalineación entre los precios del mercado y la orientación política a futuro del banco central para 2023″.
Para el experto, la FED tiene tres prioridades para la reunión de política monetaria de esta semana: “convencer a los mercados de su perspectiva política para el año; implementar una acción de política monetaria consistente con esto; y, por lo tanto, reparar parcialmente su credibilidad, que se vio dañada por su grave caracterización errónea de la inflación durante casi todo 2021 y luego por una respuesta inicial de la política monetaria demasiado modesta”.
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Esta semana será decisiva. El BCE y el Banco de Inglaterra, así como uno de los bancos centrales más importantes de los mercados emergentes, el de Brasil, tomarán decisiones sobre sus tasas de interés. La decisión más esperada es la de la Reserva Federal (FED).
La decisión de este banco central será clave en las proyecciones de 2023 (y en las posibilidades de recesión en Estados Unidos). Una de las opciones más populares entre los analistas es que los tipos de interés suban 25 puntos básicos, y no 50, que era la primera opción hace unos meses.
Los mercados están tan convencidos de que el ciclo de alzas llegará pronto a su fin que están dispuestos a pasar por alto las advertencias de las empresas sobre el deterioro del entorno macroeconómico y los datos de empleo que muestran un mercado laboral aún tenso. Sin embargo, existe un riesgo real de que la Reserva Federal decida seguir subiendo las tasas para asegurarse de que ha logrado vencer a la bestia de la inflación.
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De acuerdo con las declaraciones que dio el jueves Lael Brainard, vicepresidenta de la Fed, en un discurso en la Universidad de Chicago, el banco central prevé continuar con la política monetaria restrictiva hasta que la inflación regrese a su nivel esperado de 2 %, aun si esto supone un crecimiento débil en 2023.
“Incluso con la moderación reciente, la inflación sigue siendo alta y la política deberá ser lo suficientemente restrictiva durante algún tiempo para garantizar que la inflación regrese al 2 % de manera sostenida. Estamos decididos a mantener el rumbo”, dijo.
La inflación en Estados Unidos se desaceleró a 6,5 % interanual en diciembre, alcanzando su nivel más bajo en 2022, después de un máximo de 9,1 % interanual en junio.
En su última reunión a mediados de diciembre, la FED redujo el monto de sus alzas, elevando su principal tasa en medio punto porcentual, que ahora se encuentra en un rango de 4,25 a 4,50 %. Aunque los funcionarios del banco central planean que supere el 5 % y siga alta por un tiempo, ahora se busca un ajuste más lento que en la primera fase.
Brainard habló sobre “el debilitamiento significativo del sector industrial” y “una moderación adicional en el gasto de los consumidores” que debería conducir a un crecimiento débil en 2023.
Ahora bien, la primera estimación de cómo le fue a la economía estadounidense permite, al menos ahora, respirar un poco más tranquila. Los datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) muestran que la principal economía mundial creció a un ritmo de 2,1 % para 2022 y que en el último trimestre del año lo hizo 2,9 % (un pequeño descenso sobre los datos registrados en el trimestre anterior, cuando se registró 3,2 %).
¿Debe subir las tasas en 50 puntos?
Mohamed El-Erian, asesor de Allianz, asegura en una columna de opinión para Bloomberg que aunque algunos indicadores respaldan un alza de 25 puntos, no hay garantías de que así será. “Mi análisis más amplio de las condiciones económicas y financieras favorecería la opción de que la FED suba las tasas en 50 puntos, también debido a la gestión de riesgos, la credibilidad y la persistente desalineación entre los precios del mercado y la orientación política a futuro del banco central para 2023″.
Para el experto, la FED tiene tres prioridades para la reunión de política monetaria de esta semana: “convencer a los mercados de su perspectiva política para el año; implementar una acción de política monetaria consistente con esto; y, por lo tanto, reparar parcialmente su credibilidad, que se vio dañada por su grave caracterización errónea de la inflación durante casi todo 2021 y luego por una respuesta inicial de la política monetaria demasiado modesta”.
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