La fragilidad oculta en el transporte del gas natural en Colombia
Los sistemas de transporte entre la costa Atlántica y el centro del país operan como si se trata de dos países diferentes. Esto imposibilita el transporte de este combustible entre ambas regiones, lo que trae consecuencias para usuarios e industria, y genera vulnerabilidades en todo el sistema.
Jorge Sáenz
Tres eventos casuales desnudaron la fragilidad del sistema de distribución y suministro de gas, actor importante en la transición energética del país. Por el invierno, un deslizamiento de tierra rompió el gasoducto de la Transportadora de Gas Internacional (TGI), que desacopló una válvula en el campo Cusiana por el cambio de presión en el tubo afectado por la rotura. Los hechos se presentaron en el momento en que la planta CPF (Facilidad Central de Procesamiento) Cupiagua estaba en un mantenimiento programado que se debe hacer cada dos años, según el cronograma de Ecopetrol. El CPF Cupiagua despacha diariamente 210 millones de pies cúbicos de gas natural para atender las necesidades de la demanda nacional.
“Esta situación es poco usual e inesperada y el servicio público de gas natural es seguro y confiable, tanto para hogares como para industrias, comercios y vehículos”, salió a explicar la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgás).
TGI, filial del Grupo de Energía de Bogotá, es la mayor transportadora de gas en Colombia, con más de 4.033 kilómetros de gasoductos, y atiende las zonas más pobladas: Bogotá, Medellín, Bucaramanga, el Eje Cafetero y el Piedemonte Llanero. La falla que se presentó en el tubo de propiedad de Promioriente, que transporta el gas del Campo Gibraltar, obligó a la empresa comercializadora Vanti a suspender el servicio de gas natural a los clientes industriales y vehiculares de Boyacá, Cundinamarca, Santander y Bogotá, aunque sin afectar a Transmilenio.
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Mientras tanto, Ecopetrol explicó que “los trabajos en la planta Cupiagua se realizan con el propósito de mantener sus sistemas operando de manera segura y continuar atendiendo el suministro de este energético de forma confiable por muchos años”.
Lo que poco se sabe es que el sistema de transporte de gas entre la costa y el interior del país opera como si fuera entre dos países. Los dos sistemas no están interconectados, en el interior el transporte lo hace TGI, que nada tiene que ver con el modelo de la costa Atlántica.
“La situación de racionamiento anunciada recientemente por el Gobierno, producto de la convergencia de mantenimientos programados y eventos de fuerza mayor, ratifica una vez más la imperiosa necesidad que tiene el país de interconectar los sistemas de transporte del Caribe y el interior para tener flexibilidad y capacidad de respuesta ante imprevistos”, advierte Jorge Linero, presidente de Gas de Canacol Energy.
El sistema regulatorio hace que sea difícil expandir el sistema de transporte, además de convertirlo en uno de los más caros del mundo.
Mientras se vivía esa emergencia en parte del interior del país, en la costa se quedó “enterrado” el gas por falta de infraestructura para el transporte. Sin embargo, las empresas productoras del combustible en la costa norte del país lograron aumentar el volumen por el gasoducto, de treinta millones de pies cúbicos, cifra habitual transportada a través de Guajira y el campo El Difícil en el Magdalena, a 170 millones y con eso se ayudó a “solventar la situación”.
Naturgás, gremio que agrupa a las empresas productoras del combustible, reconoce que durante los últimos veinte años se han aumentado los kilómetros de tubería. Sin embargo, considera que se hace necesario ejecutar pronto las obras de transporte, incluidas en el Plan de Abastecimiento de Gas, que permitan flexibilidad de los flujos de gas en todo el país, contribuyendo a aumentar la confiabilidad del servicio.
“Para la ejecución de estas obras a cargo de los transportadores de gas es necesario definir, por parte la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas), la remuneración para cada proyecto, y por parte de la UPME (Unidad de Planeación Minero-Energética) y la CREG, los usuarios beneficiarios que deben asumir el costo de estas obras”, señala el gremio.
En el plan de abastecimiento de gas natural se proponen varias obras para mitigar el problema de transporte. El plan contempla la infraestructura necesaria para asegurar el transporte de gas. Entre los proyectos incluye la bidireccionalidad en el tramo Barranquilla-Ballena, la infraestructura necesaria para asegurar el transporte bidireccional en el tramo Barrancabermeja-Ballena; los refuerzos de transporte entre Mariquita y Gualanday, necesarios para asegurar el abastecimiento de gas natural a la región del Tolima grande, y los refuerzos de transporte necesarios para garantizar el transporte de gas a la zona que se ubica aguas abajo del ramal Jamundí.
Con la emergencia que vivió el interior del país con el racionamiento del gas quedó evidenciado la urgente necesidad de construir la infraestructura para abastecer el mercado interno del país con el combustible que se produce en la costa Caribe. “No hay manera de pasar el gas en forma económicamente viable entre la costa norte y el interior del país”, se queja el presidente de Gas de Canacol Energy. En Colombia hay muchas restricciones para que los agentes acometan los proyectos, lo que ha retrasado años todo el proceso afectado por el sistema regulatorio, precisan analistas del sector.
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Esta situación se hace difícil de entender y, sobre todo, es preocupante que en algún momento se tenga que recurrir al gas importado para atender el mercado del interior.
Actualmente, las mayores expectativas de gas se encuentran al norte de Colombia con los productores Canacol Energy, Lewis Energy, Drummond y Ecopetrol, además con los procesos permanentes de asignación de áreas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Para materializar las expectativas es necesario realizar refuerzos en el Sistema Nacional de Transporte de gas (SNT) de la costa Caribe y la definición de los cargos de transporte que permitan llevar este combustible al interior del país con precios competitivos.
Los precios, una talanquera
En el país sucede algo inusual en materia de transporte de combustibles. Hay diversidad de tarifas de una región a otra. En lugares como Estados Unidos, México y Europa es difícil que el precio supere los US$0,60 por millón de unidades térmicas británicas (mbtu), en materia de gas, pero en Colombia no baja de US$1,50, según Jorge Linero.
El ejecutivo explicó que la tarifa de transporte entre El Jobo (Córdoba) y Cartagena es de US$1,50 mbtu, pero de El Jobo a Barranquilla se eleva a US$2, y en Cali sube a US$4. “Eso no puede seguir siendo así”, dijo Linero.
“Las tarifas de transporte de gas natural en Colombia tienen un rezago de varios años en el cálculo de actualización y un esquema obsoleto de tarifas por distancia, el cual está produciendo un estancamiento en el crecimiento de la demanda y ha venido obstaculizando la incorporación de nuevas reservas”, alerta Canacol Energy.
Los industriales del sector solicitan que se implante el sistema “estampilla”; es decir, que el transporte sea pagado en igualdad de tarifa en cualquier parte del país, lo cual hace que el combustible fluya a los diferentes puntos del territorio nacional.
Linero recordó que hace poco Canacol Energy y EPM firmaron un contrato para la construcción de un gasoducto entre El Jobo y Medellín que requerirá una inversión de US$400 millones, infraestructura que servirá de entrada del gas de la costa norte al interior del país. Esa infraestructura la paga quien la use y el precio del gas lo asume quien lo requiera, explicó Linero.
Actualmente, se proyecta la construcción de una planta de regasificación en Buenaventura, que según informe de la Contraloría General demandará una inversión de US$711 millones y podría elevar las tarifas en algunos sectores hasta el 32 %. La UPME y algunos gremios de la producción consideran que es la solución a una eventual escasez en esta zona del país. Pero Canacol Energy y otras empresas del sector estiman que la planta regasificadora del Pacífico es será una solución cara, mientras que si se construye la infraestructura para que el gas fluya en todas las direcciones del país el esquema sale más barato.
Tres eventos casuales desnudaron la fragilidad del sistema de distribución y suministro de gas, actor importante en la transición energética del país. Por el invierno, un deslizamiento de tierra rompió el gasoducto de la Transportadora de Gas Internacional (TGI), que desacopló una válvula en el campo Cusiana por el cambio de presión en el tubo afectado por la rotura. Los hechos se presentaron en el momento en que la planta CPF (Facilidad Central de Procesamiento) Cupiagua estaba en un mantenimiento programado que se debe hacer cada dos años, según el cronograma de Ecopetrol. El CPF Cupiagua despacha diariamente 210 millones de pies cúbicos de gas natural para atender las necesidades de la demanda nacional.
“Esta situación es poco usual e inesperada y el servicio público de gas natural es seguro y confiable, tanto para hogares como para industrias, comercios y vehículos”, salió a explicar la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgás).
TGI, filial del Grupo de Energía de Bogotá, es la mayor transportadora de gas en Colombia, con más de 4.033 kilómetros de gasoductos, y atiende las zonas más pobladas: Bogotá, Medellín, Bucaramanga, el Eje Cafetero y el Piedemonte Llanero. La falla que se presentó en el tubo de propiedad de Promioriente, que transporta el gas del Campo Gibraltar, obligó a la empresa comercializadora Vanti a suspender el servicio de gas natural a los clientes industriales y vehiculares de Boyacá, Cundinamarca, Santander y Bogotá, aunque sin afectar a Transmilenio.
Lea también: Producción de gas se recuperó 20,3 % en julio de 2021
Mientras tanto, Ecopetrol explicó que “los trabajos en la planta Cupiagua se realizan con el propósito de mantener sus sistemas operando de manera segura y continuar atendiendo el suministro de este energético de forma confiable por muchos años”.
Lo que poco se sabe es que el sistema de transporte de gas entre la costa y el interior del país opera como si fuera entre dos países. Los dos sistemas no están interconectados, en el interior el transporte lo hace TGI, que nada tiene que ver con el modelo de la costa Atlántica.
“La situación de racionamiento anunciada recientemente por el Gobierno, producto de la convergencia de mantenimientos programados y eventos de fuerza mayor, ratifica una vez más la imperiosa necesidad que tiene el país de interconectar los sistemas de transporte del Caribe y el interior para tener flexibilidad y capacidad de respuesta ante imprevistos”, advierte Jorge Linero, presidente de Gas de Canacol Energy.
El sistema regulatorio hace que sea difícil expandir el sistema de transporte, además de convertirlo en uno de los más caros del mundo.
Mientras se vivía esa emergencia en parte del interior del país, en la costa se quedó “enterrado” el gas por falta de infraestructura para el transporte. Sin embargo, las empresas productoras del combustible en la costa norte del país lograron aumentar el volumen por el gasoducto, de treinta millones de pies cúbicos, cifra habitual transportada a través de Guajira y el campo El Difícil en el Magdalena, a 170 millones y con eso se ayudó a “solventar la situación”.
Naturgás, gremio que agrupa a las empresas productoras del combustible, reconoce que durante los últimos veinte años se han aumentado los kilómetros de tubería. Sin embargo, considera que se hace necesario ejecutar pronto las obras de transporte, incluidas en el Plan de Abastecimiento de Gas, que permitan flexibilidad de los flujos de gas en todo el país, contribuyendo a aumentar la confiabilidad del servicio.
“Para la ejecución de estas obras a cargo de los transportadores de gas es necesario definir, por parte la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas), la remuneración para cada proyecto, y por parte de la UPME (Unidad de Planeación Minero-Energética) y la CREG, los usuarios beneficiarios que deben asumir el costo de estas obras”, señala el gremio.
En el plan de abastecimiento de gas natural se proponen varias obras para mitigar el problema de transporte. El plan contempla la infraestructura necesaria para asegurar el transporte de gas. Entre los proyectos incluye la bidireccionalidad en el tramo Barranquilla-Ballena, la infraestructura necesaria para asegurar el transporte bidireccional en el tramo Barrancabermeja-Ballena; los refuerzos de transporte entre Mariquita y Gualanday, necesarios para asegurar el abastecimiento de gas natural a la región del Tolima grande, y los refuerzos de transporte necesarios para garantizar el transporte de gas a la zona que se ubica aguas abajo del ramal Jamundí.
Con la emergencia que vivió el interior del país con el racionamiento del gas quedó evidenciado la urgente necesidad de construir la infraestructura para abastecer el mercado interno del país con el combustible que se produce en la costa Caribe. “No hay manera de pasar el gas en forma económicamente viable entre la costa norte y el interior del país”, se queja el presidente de Gas de Canacol Energy. En Colombia hay muchas restricciones para que los agentes acometan los proyectos, lo que ha retrasado años todo el proceso afectado por el sistema regulatorio, precisan analistas del sector.
Lea también: El precio de los combustibles subirá en Colombia desde este sábado
Esta situación se hace difícil de entender y, sobre todo, es preocupante que en algún momento se tenga que recurrir al gas importado para atender el mercado del interior.
Actualmente, las mayores expectativas de gas se encuentran al norte de Colombia con los productores Canacol Energy, Lewis Energy, Drummond y Ecopetrol, además con los procesos permanentes de asignación de áreas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Para materializar las expectativas es necesario realizar refuerzos en el Sistema Nacional de Transporte de gas (SNT) de la costa Caribe y la definición de los cargos de transporte que permitan llevar este combustible al interior del país con precios competitivos.
Los precios, una talanquera
En el país sucede algo inusual en materia de transporte de combustibles. Hay diversidad de tarifas de una región a otra. En lugares como Estados Unidos, México y Europa es difícil que el precio supere los US$0,60 por millón de unidades térmicas británicas (mbtu), en materia de gas, pero en Colombia no baja de US$1,50, según Jorge Linero.
El ejecutivo explicó que la tarifa de transporte entre El Jobo (Córdoba) y Cartagena es de US$1,50 mbtu, pero de El Jobo a Barranquilla se eleva a US$2, y en Cali sube a US$4. “Eso no puede seguir siendo así”, dijo Linero.
“Las tarifas de transporte de gas natural en Colombia tienen un rezago de varios años en el cálculo de actualización y un esquema obsoleto de tarifas por distancia, el cual está produciendo un estancamiento en el crecimiento de la demanda y ha venido obstaculizando la incorporación de nuevas reservas”, alerta Canacol Energy.
Los industriales del sector solicitan que se implante el sistema “estampilla”; es decir, que el transporte sea pagado en igualdad de tarifa en cualquier parte del país, lo cual hace que el combustible fluya a los diferentes puntos del territorio nacional.
Linero recordó que hace poco Canacol Energy y EPM firmaron un contrato para la construcción de un gasoducto entre El Jobo y Medellín que requerirá una inversión de US$400 millones, infraestructura que servirá de entrada del gas de la costa norte al interior del país. Esa infraestructura la paga quien la use y el precio del gas lo asume quien lo requiera, explicó Linero.
Actualmente, se proyecta la construcción de una planta de regasificación en Buenaventura, que según informe de la Contraloría General demandará una inversión de US$711 millones y podría elevar las tarifas en algunos sectores hasta el 32 %. La UPME y algunos gremios de la producción consideran que es la solución a una eventual escasez en esta zona del país. Pero Canacol Energy y otras empresas del sector estiman que la planta regasificadora del Pacífico es será una solución cara, mientras que si se construye la infraestructura para que el gas fluya en todas las direcciones del país el esquema sale más barato.