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Tras más de 15 incrementos desde octubre de 2022, el precio de la gasolina en Colombia finalmente alcanzó la cotización internacional y no habrá incrementos en febrero, de acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía.
Cabe destacar que, en los últimos 15 meses, el precio promedio del galón de este combustible pasó de $9.259 a $15.160. Según el Gobierno, el objetivo de estos ajustes fue ajustar el déficit que acumuló el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
Para 2024, dicho déficit estaría en los $16 billones, como le indicó el Ministerio de Hacienda a este diario.
Piense en el FEPC como un mecanismo mediante el cual, con dinero público, se abarata el precio de la gasolina y el diésel. La meta de las alzas mensuales a la gasolina, que han oscilado entre los $400 y $600, tienen como meta marchitar los subsidios a este combustible, algo que ha sido bien visto por diferentes expertos y centros de pensamiento. Pero puede que estos esfuerzos necesiten una estrategia más estructural para el cierre del déficit del FEPC.
Por tanto, los usuarios estaban pagando una tarifa por debajo de los precios que se registran en el mercado internacional.
El déficit en el FEPC le ha costado a la Nación unos $100 billones a precios constantes de 2023, según un estudio de la Contraloría. Desmontar los subsidios a los combustibles es la decisión fiscalmente más responsable, aunque la menos popular.
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¿Qué pasará con el precio de la gasolina?
Durante 2024, los precios de la gasolina fluctuarían de acuerdo con el precio internacional, según explicaron fuentes del Minhacienda. ¿Qué implicaciones tendría esto?
Como lo explica Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, “el precio de la gasolina (en Colombia) tiene varios componentes, la mayoría definidos en la regulación. Lo que hace variar de forma sustancial el precio de venta al público, más allá de la competencia en el precio de venta al público por parte de las estaciones de gasolina, es el ingreso al productor. El ingreso al productor, en principio, debe reflejar el precio de paridad de exportación, es decir, el ingreso que recibiría el productor vendiendo afuera y no en Colombia. Por eso, cuando sube el precio internacional del petróleo, debería subir a la par el ingreso al productor, que es uno de los componentes del precio de venta al público de la gasolina”.
Hay que aclarar que enero y febrero son meses en los cuales se revisa el peso de los impuestos en el esquema tarifario de los combustibles, lo que podría llevar a alzas que, no obstante, serían menores a los ajustes que el Gobierno venía realizando.
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¿Y el diésel?
Por ahora, parece que los ajustes en la gasolina terminaron, pero el camino del precio del diésel es cuesta arriba. Fuentes consultadas por este diario confirmaron que el Gobierno mantiene su intención de comenzar los incrementos al diésel este año, pese a la oposición de los transportadores, que insisten en una nueva fórmula para calcular los precios de este combustible.
Si se realizan estos ajustes, el Ministerio de Hacienda estima que el déficit del FEPC podría cerrar el 2024 en unos $10 billones.
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