El impacto que tendrá la inteligencia artificial en la educación de América Latina

Si bien el desarrollo de las inteligencias artificiales no es un tema novedoso (de hecho, lleva cuanto menos décadas en la agenda de diversas empresas y organizaciones), hasta ahora es que está cobrando un especial protagonismo, debido al potencial que ha demostrado para ayudar en las actividades de nuestro día a día.

Si bien el desarrollo de las inteligencias artificiales no es un tema novedoso (de hecho, lleva cuanto menos décadas en la agenda de diversas empresas y organizaciones), hasta ahora es que está cobrando un especial protagonismo, debido al potencial que ha demostrado para ayudar en las actividades de nuestro día a día.

La educación hace parte de esos campos en donde, según los expertos, esta tecnología tendrá un cambio disruptivo, pues sus aplicaciones podrían traducirse en mejores formas para adaptar un curso a la manera de aprendizaje de cada estudiante; ayudar a los docentes en procesos que podrían automatizarse (como elaborar las preguntas de un examen, diseñar una presentación o calificar a sus estudiantes); amén de ser una herramientas de consultas y complemento para labores creativas.

Recientemente se publicaron los resultados del informe ‘El futuro de la inteligencia artificial en educación en América Latina’, encuesta realizada por Profuturo, Fundación Telefónica, Fundación Caixa y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), el cual muestra las expectativas y recomendaciones que se tienen sobre la implementación de la inteligencia artificial en los procesos educativos de la región.

“La inteligencia artificial, antes solo pensada e imaginada por el mundo del cine o de la ciencia ficción, está entre nosotros y ya es una realidad. En el ámbito educativo puede tener muchas posibilidades, pero también conlleva riesgos y límites, que son necesarios conocer y estudiar para, con ello, plantear acciones concretas que contribuyan al desarrollo pleno de las personas y sus aprendizajes”, se lee en el reporte.

La encuesta adelantada consultó a expertos en la materia, entre los que figuran académicos, representantes del gobierno y del sector privado de 17 países en la región, en donde se destacó la participación de Argentina, Colombia y Chile.

Lea el reporte completo en este link.

La relevancia de la inteligencia artificial

El grueso de estos considera que la inteligencia artificial tendrá un mayor impacto en la educación superior, pues de 1 a 5 (siendo 1 menos relevante y 5 más relevante) le asignaron una calificación de 4,3. Sin embargo, sorprende que consideran que esta vaya a ser más protagonista en la educación primaria que en la educación secundaria, pues a la primera le dieron una nota de 3,7, mientras que a la segunda una de 2,5.

Una de las posibles interpretaciones a esta respuesta se debe a que la educación primaria se considera más susceptible al cambio que la educación secundaria, de allí que las aplicaciones tecnológicas puedan ser más adoptadas.

El Gobierno es quien considera que la IA tendrá más relevancia en la educación primaria, así como en la educación terciaria y superior. En contraste, los académicos son los más escépticos en esta materia, para ellos la relevancia que tendrá la IA no será tan protagónica.

Este estudio también reflejó que la inteligencia artificial será más relevante en ámbitos como el aprendizaje más allá de la escuela (recibió una calificación de 4,1); más oportunidades para los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE, 4,1); la evaluación (4); el seguimiento de los estudiantes (3,9); el apoyo para el aprendizaje (3,9); el apoyo a la enseñanza (3,8); el incremento de la motivación estudiantil (3,8); y la transformación de los ambientes de aprendizaje (3,8).

Los que lidararían la transformación

Otro de los resultados que arrojó el estudio es que se percibe a las grandes empresas como aquellas que tienen un rol preponderante en la introducción de la inteligencia artificial en la educación, mismo que mantendrían en el futuro. No obstante, también consideran que el Estado jugará un papel importante.

Es así como al Estado le asignaron un rol de liderazgo para el futuro de la implementación de las inteligencias artificiales en la educación, así como al mercado internacional y a las universidades y demás actores del sistema educativo. En contraste, al mercado nacional le dieron el nivel de participación importante, así como al mercado emergente, mientras que la filantropía y los organismos internacionales desempeñarían más un rol secundario.

El impacto de la inteligencia artificial

Cerca de la mitad de los expertos encuestados considera que esta tecnología tendrá un impacto profundo en la educación de América Latina, por lo menos en el periodo de 2022 y 2030.

El grueso (40 %) considera que sus cambios serán moderados, mientras que el 33 % asegura que estos serán profundos y el 16 % se atreve a vaticinar un antes y un después para la educación en la región. Solo el 10 % dijo que los cambios que traerá no serán relevantes.

El impacto de la inteligencia artificial también llevaría a reducir la desigualdad en la calidad de la educación que se experimenta al interior de los países, o por lo menos eso es en lo que concuerda el 41 % de los expertos consultados. El 36% opina que no habrá un impacto significativo en esta materia y el 23 % considera que no contribuirá en nada en la reducción de las desigualdades.

Si se mira la desigualdad entre los diferentes países, el grueso (39 %) asegurá que contribuirá a incrementar las desigualdades; el 29 % asegurá que no tendrá un impacto significativo en este tópico y solo el 32 % considera que sí habría un potencial para mitigar la desigualdad.

Sobre esto es interesante ver cómo se ve con optimismo la reducción de la desigualdad a nivel interno, mientras que lo mismo no se presenta para la desigualdad entre países; tal vez porque se considere que no todos los gobiernos tendrán las mismas capacidades de desarrollo para implementar de forma acertada los potenciales benéficos que implicaría la adopción de la inteligencia artificial en los procesos educativos.

En cuanto al ritmo de desarollo, es decir, qué tan rápido produciría la inteligencia artificial estos cambios en el contexto académico, la mayoría (63 %) cree que se producirá de forma gradual, un 30 % opina que será de una forma más lenta a la que muchos suponen, y solo el 7 % asegura que se producirá un efecto de shock, debido a su acelerada disrupción.

Las recomendaciones de los expertos

Ante semejante panorama, los consultados recomiendan ampliar y reforzar la conectividad a internet en las escuelas, amén de propender por la capacitación de los docentes en habilidades TI.

En una escala en donde 1 es cero recomendable y 5 es muy recomendable, estas fueron las principales sugerencias que hicieron los expertos:

Conectividad a internet en las escuelas: 4,9

Capacidades TI en los docentes: 4,7

Formar a los estudiantes en pensamiento crítico: 4,6

Formar a los estudiantes en habilidades digitales: 4,4

Dispositivos a los estudiantes y escuelas: 4,3

Infraestructura de datos de aprendizaje: 4,3

Desarrollar protocolos éticos: 4,3

Desarrollar capacidades técnicas: 4,2

Reducir la brecha de género: 4,1

Riesgos a tener en cuenta

Como con cualquier otra tecnología, hay que tener precauciones que permitan mitigar eventuales riesgos. Parte de estos tienen que ver con la no implementación de líneas éticas en el uso de las inteligencias artificiales en los procesos de aprendizaje.

Esto es importante, pues su uso podría derivar en casos de discriminación y sesgos ideológicos.

También es evidente que herramientas como ChatGPT tienen el potencial de incurrir en lo que algunos podrían calificar como plagio al momento de elaborar ensayos, informes y otros documentos que implican procesos creativos.

Sobre esto es importante diseñar reglas de juego claras, incluso que se integren en la legislación de los países, sobre el uso de estas tecnologías, así como su diseño e implementación en ambientes académicos.

Aunque mucho se ha opinado sobre las inteligencias artificiales en los últimos años, lo cierto es que su bondad o maldad no depende de sí misma, sino de quien la use. Bien intencionada, sus potenciales benéficos (en ámbitos tan importantes, como la educación) son incalculables.

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