Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Tras las diversas dilaciones que ha enfrentado el trámite de la reforma laboral. Este miércoles los congresistas retomaron el debate.
En las sesiones pasadas, la plenaria de la Cámara de Representantes recibió más de 100 impedimentos, los cuales se despacharon en dos sesiones. Posteriormente, se escuchó la ponencia de archivo presentada por el representante a la cámara Andrés Forero (Centro Democrático).
Lea también: Se dilata el segundo debate de la reforma laboral
Entre los argumentos expuestos por Forero está la situación macroeconómica por la que atraviesa el país, lo que hace que la reforma laboral le merezca el calificativo de “inoportuna e inconveniente”, en la medida en que exige mayores cargas al tejido empresarial formal, en un momento en donde el empresariado ha solicitado facilidades para alcanzar una reactivación de la economía.
Sobre esto, Forero advierte que la aprobación de esta reforma provocaría un incremento en el desempleo y la informalidad.
Esta ponencia de archivo fue votada de forma negativa y el trámite continuó este miércoles con la presentación de las ponencias positivas.
Así se adelantó la discusión de este miércoles:
Se suspende la sesión
En medio de la votación de las primeras proposiciones no avaladas, el presidente de la plenaria ordenó suspender la sesión.
La continuación de la misma será para el próximo lunes, a la una de la tarde.
Se aprueba el informe de ponencia
La ponencia positiva presentada por la representante a la cámara María Fernanda Carrascal fue aprobada por la plenaria, con 91 votos por el sí y 4 votos por el no.
Lo que sigue es la votación del articulado, el cual está compuesto por 80 artículos (todos con proposiciones radicadas).
El debate sigue vivo
Tras rendirse las ponencias positivas, los congresistas han deliberando en torno a los argumentos expuestos. También se hizo votación para declarar la sesión permanente, la cual fue aprobada.
Los argumentos han ido de un extremo a otro. Desde los que defienden la reforma, señalando que su aprobación permitirá fortalecer la dignidad del trabajo en Colombia, así como la formalización y la estabilidad laboral, hasta los que señalan que su impacto en las empresas sería importante, precisamente por el panorama macroeconómico que se presenta en el país.
Los argumentos a favor de la reforma
Este miércoles el turno le correspondió a los defensores de la reforma. La representante a la cámara María Fernanda Carrascal (Pacto Histórico), presentó una serie de argumentos con los que sustentó la necesidad de que en el país se adopte esta propuesta legislativa.
Carrascal quiso ser enfática en decir que la reforma “no genera desempleo, ni va a frenar la productividad de las empresas”. Para sustentar esto (que es el principal argumento de la oposición) echó mano de cifras presentadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), y dijo que la reforma aumentaría solo el 4 % de los costos laborales en una empresa, mientras que aumentaría apenas un 1,1 % de los costos de producción al total del tejido empresarial.
“Las empresas destinarán apenas 0,8 % de sus ingresos para pagar los costos de la reforma. Todavía les quedaría una utilidad del 25,7 %”, señala.
Sobre el cálculo que hizo en su momento el Banco de la República, que habla de la pérdida de unos 400.000 puestos de trabajo con la reforma, señaló que está desactualizado en la medida en que el panorama macroeconómico del país ahora no es el mismo, y el articulado que se debate tampoco es igual al que se radicó con la denominada “reforma laboral 1.0″.
Al contrario, manifiesta, el país atraviesa por un ambiente económico que se caracteriza por la recuperación del Producto Interno Bruto (PIB), al punto en que el Ministerio de Hacienda ha mejorado sus proyecciones de crecimiento para 2024, llevándolas del 1,7 % al 2 % (también habló de lo positivo que ha sido la disminución de la inflación y las tasas de interés).
Carrascal también echó mano de la argumentación que suelen usar las centrales obreras en las negociaciones de salario mínimo, y es que en la medida en que los trabajadores ganen más, a la economía le irá mejor.
Según la representante, mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores redundará en una mayor demanda de bienes y servicios, es decir, más ventas para el aparato productivo, lo que se traduce en un círculo virtuoso que beneficia el dinamismo de la economía.
Los críticos de esta teoría económica sostienen que, contrario a lo esperado, el impacto de un incremento desmedido de los salarios (que para los defensores de esta ponencia tampoco es así) terminaría en un impulso para la inflación.
“Somos el país de la OCDE que más horas trabaja y menos produce”, añade.
También señaló que la reforma laboral busca sacar a más de un millón de trabajadores de la informalidad, puntualmente a 270.000 aprendices del SENA, 636.000 jornaleros agropecuarios, 567.000 trabajadores domésticos, 40.000 madres comunitarias y más de 126.000 trabajadores de carga.
Concluyó diciendo que la reforma laboral protege al empresariado, pues ofrece una serie de incentivos, deducciones y otros beneficios que se obtienen mediante la contratación de trabajos formales.
“No es crear empleo porque sí, es crear empleo con buenas condiciones. Los estamos invitando a que todos pongamos mejores salarios, más estabilidad laboral para tener más utilidades, más productividad y más compromiso con el trabajo”, puntualizó.
Puede seguir aquí la discusión:
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.