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El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que la economía estadounidense está en “buena forma” y que el banco central puede reducir la inflación al 2% al tiempo que mantiene un mercado laboral sólido, aunque esa tarea se ha vuelto más difícil en los últimos meses.
También se comprometió a garantizar que las rápidas alzas de precios no se consoliden, afirmando que “no permitiremos una transición de un entorno de baja inflación a un entorno de alta inflación”.
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“Esperamos que el crecimiento siga siendo positivo”, afirmó Powell. Las finanzas de los hogares y de las empresas también están en buena forma, y “en general, la economía de Estados Unidos está bien posicionada para soportar una política monetaria más estricta”.
Subir las tasas de interés sin provocar una recesión “es nuestro objetivo y creemos que hay vías para lograrlo”, dijo Powell, reiterando los comentarios que formuló este mes. El 15 de junio, la Fed subió las tasas de interés en 75 puntos básicos, el mayor aumento en tres décadas. Powell ha indicado que otro movimiento de ese tamaño, o un aumento de 50 puntos básicos, estará sobre la mesa cuando se reúnan nuevamente a fines de julio.
El presidente de la Fed reiteró que la Reserva Federal está subiendo las tasas “de forma expeditiva” y que su objetivo es entrar “en territorio restrictivo con bastante rapidez”, refiriéndose a que los costos de endeudamiento se sitúen en niveles que frenen el crecimiento económico en lugar de estimularlo.
Powell y sus colegas han dado un giro agresivo para luchar contra la inflación más alta en 40 años, en medio de las críticas de que dejaron la política monetaria demasiado relajada durante demasiado tiempo mientras la economía se recuperaba del covid-19. Han subido las tasas en 1,5 puntos porcentuales este año y los funcionarios pronostican alrededor de 1,75 puntos de endurecimiento adicional acumulado en 2022.
El cambio hacia tasas más altas ha sacudido los mercados financieros, ya que los inversionistas temen que la Fed pueda provocar una recesión. Alrededor de un tercio de los economistas pronostican que es posible una recesión en EE.UU. en los próximos dos años, el 21% considera que es probable un período de crecimiento cero o negativo y el resto espera que la Fed logre un aterrizaje suave de crecimiento continuo y baja inflación, según una encuesta realizada a principios de este mes.
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Cambio de régimen
El aumento de los precios ha enfurecido a los estadounidenses y ha perjudicado la posición de los demócratas del presidente Joe Biden ante los votantes de cara a las elecciones legislativas de noviembre.
Los precios al consumidor subieron un 8,6 % en mayo frente al mismo mes del año anterior, según el Departamento del Trabajo. Los datos del IPC de junio se publicarán el 13 de julio, dos semanas antes de la reunión de la Fed. El banco central se centra en un indicador separado del Departamento de Comercio, que se publica con un retraso y que, según su última lectura, se encuentra más de tres veces por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal.
En su conferencia de prensa tras la última reunión de la Fed, Powell mencionó la encuesta preliminar de la Universidad de Michigan sobre las expectativas de inflación como uno de los factores que impulsaron a los mercados a subir las tasas en 75 puntos básicos en un cambio tardío. La lectura preliminar mostraba que los estadounidenses esperaban una inflación del 3,3% en los próximos cinco a diez años, pero la cifra fue revisada a la baja hasta el 3,1% en el informe final.
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