La Ruta del Sol ha traído consecuencias para las comunidades. Esta es la segunda entrega de esta serie sobre la vía que conecta el centro del país con el Caribe.
Foto: Terumoto Fukuda
Alfredo Núñez recorre y sufre la Ruta del Sol. En la plaza de Puerto Boyacá, sentado frente al monumento a las víctimas del paramilitarismo, un obelisco de casi 15 metros construido con el acero de las armas entregadas por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), recuerda los hitos de la vía que conecta el centro del país con el Caribe. La ha visto cambiar para bien: de una trocha a un camino transitable. Y después para mal: de la promesa de ser una de las carreteras más modernas de Colombia a una atravesada por corrupción, procesos...