La suerte de los tiquetes aéreos en 2023: ¿quedarán por las nubes?
Las aerolíneas aseguran que la competitividad está en juego con el fin del beneficio tributario para los tiquetes aéreos y en medio de un contexto macroeconómico complejo. Mientras tanto, el Gobierno promete buscar soluciones.
Con el año 2022 muere el beneficio de reducción del IVA en la compra de tiquetes aéreos, una medida que duró dos años y que buscaba promover el turismo en medio de la reactivación económica. La noticia preocupa a las aerolíneas y a los pasajeros, especialmente en medio del panorama macroeconómico.
En 2022, el transporte aéreo registró cifras récord en transporte de pasajeros, superando en 16,2 % a 2019, que era hasta entonces el mejor año. Entre enero y noviembre de este año se movilizaron más de 43,6 millones de pasajeros desde y hacia las terminales aéreas del país (29,8 millones para destinos nacionales y 13,7 internacionales).
Los datos muestran que cada vez más personas deciden volar, sin contar con que la infraestructura del país implica que muchas veces los vuelos son la única opción para llegar a ciertos destinos. Además, una de las apuestas del Gobierno de Gustavo Petro es el turismo.
Por estas y otras razones, la noticia de que el 1° de enero el IVA pasará del 5 % al 19 % para estos servicios cayó como un baldado de agua fría. Pero no solo se habla de tiquetes más caros por ese 14 % extra, sino que hay otros factores que pueden encarecerlos todavía más.
Este viernes, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) detalló en un comunicado que habrá incremento en otros cargos indexados, “como las tasas aeroportuarias y otros impuestos que debe pagar el viajero, como el de salida del país”.
Lea: En Colombia, los tiquetes aéreos subirán 14 % en 2023
También están los factores macroeconómicos. El sector asegura que la inflación y la devaluación del peso impactan su estructura de costos (lo que ya se ve reflejado en el aumento de precio de algunos tiquetes), teniendo en cuenta que las aerolíneas pagan buena parte de sus obligaciones en dólares. A lo largo del año, la industria aérea ha llamado la atención sobre el precio del combustible de avión que ha subido un 50 % impulsado por la guerra en Ucrania.
En la lista entran otros rubros que —según la IATA— implican un encarecimiento de la operación, como los cargos por servicios de navegación aérea y las tarifas de aterrizaje en los aeropuertos.
Avianca dijo a este diario que también hay que considerar los impuestos incluidos en la reforma tributaria que impactarán los precios: “impuesto para aviones privados que ahora se aplicará a aeronaves comerciales e impuesto al carbono en vuelos internacionales desde Colombia. A ello se suma la imposibilidad de compensar el 100% de las emisiones de vuelos nacionales, con un nuevo tope de solo el 50 %”.
La aerolínea asegura que por el incremento en los tiquetes las compañías no recibirán más dinero, en cambio, con precios más altos, el sector podría perder competitividad en términos de tarifas frente a otros países. A su turno, la IATA recuerda que las compañías del sector en Colombia reportaron pérdidas de alrededor de $1,55 billones en el primer semestre de 2022 y que, por los retos que impuso la pandemia, las empresas ya hicieron esfuerzos para optimizar costos.
Le puede interesar: Los ingresos de las aerolíneas siguen sin despegar con fuerza en el mundo
A nivel mundial, esta asociación calcula que las pérdidas de este año superarán los 6.900 millones de dólares, comparados con los 42.000 millones perdidos en 2021 y los 137.700 millones de 2020. En su pronóstico para el próximo año, indica que habrá beneficios por 4.700 millones de dólares, pero no todas las regiones dejarán atrás los números rojos. América Latina seguiría en déficit con pérdidas acumuladas por 800 millones de dólares.
Teniendo en cuenta este panorama, en la última semana el ministro de Transporte aseguró que los tiquetes el próximo año subirían entre 30 y 40 %. Una cifra que despertó la preocupación de los usuarios.
Días después, el ministro dijo que habrá un trabajo conjunto entre el Gobierno, los operadores aéreos y los operadores turísticos para reducir el impacto y que el incremento sea solo del 14 % por el aumento del IVA.
Sin embargo, en entrevista con Blu Radio, respecto a la pregunta de qué cobros se podrían reducir, el ministro dijo: “Yo supongo que reducir el personal que atiende en los counters, el personal que atiende en los aviones. En el sector hotelero también hay hoteles en los que usted llega y solo hay una persona en la recepción, le entrega la llave, usted sube la maleta, hace todo solo y el costo se reduce (…) Esas son medidas que pueden tener las aerolíneas”.
En este punto vale la pena recordar que la regulación colombiana protege a los trabajadores e impide que se realicen despidos masivos a voluntad de las compañías. Como explicó hace unos meses el abogado laboralista y rector del Colegio Colombiano de Derecho Social, Víctor Julio Díaz, las empresas tienen ciertos umbrales que deben respetar al momento de adelantar una serie de despidos.
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Ahora bien, después de que llovieron críticas, Reyes tuvo que aclarar. Por medio de un video, aseguró que el Gobierno tomará medidas como “revisar la posibilidad de llevar el tema para volver a una tarifa inferior por medio de la ley de Plan de Desarrollo”. Y que las aerolíneas y empresas de turismo le dijeron que una opción que consideran para no impactar el precio de los tiquetes es la reducción de “costos de operación, reduciendo personal, equipos en los aeropuertos, etc.” Pero que esa no es una recomendación del Ministerio de Transporte y que su enfoque será reunirse con las aerolíneas, la IATA y Anato desde el 2 de enero para estudiar alternativas que se puedan adoptar de manera concertada. “En ningún caso, el Ministerio recomienda reducir personal o costos”, aseguró.
Al respecto, la IATA respondió que “acoge la invitación de las autoridades a entablar en los próximos días una conversación que permita alcanzar soluciones eficaces con miras a proteger al usuario y a los empleados del sector”. La asociación pone sobre la mesa que el transporte aéreo colombiano es altamente competido, otra razón por la que las tarifas promedio de los tiquetes “han bajado en los últimos años”; sin embargo, en el contexto actual los tiquetes van a subir por la “carga impositiva” y por los “factores externos”.
Lo cierto es que volar en 2023 será más caro. Por ahora, el Gobierno promete que el segundo día del año arrancarán las conversaciones para definir soluciones y evitar golpear tanto el bolsillo de los colombianos.
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Con el año 2022 muere el beneficio de reducción del IVA en la compra de tiquetes aéreos, una medida que duró dos años y que buscaba promover el turismo en medio de la reactivación económica. La noticia preocupa a las aerolíneas y a los pasajeros, especialmente en medio del panorama macroeconómico.
En 2022, el transporte aéreo registró cifras récord en transporte de pasajeros, superando en 16,2 % a 2019, que era hasta entonces el mejor año. Entre enero y noviembre de este año se movilizaron más de 43,6 millones de pasajeros desde y hacia las terminales aéreas del país (29,8 millones para destinos nacionales y 13,7 internacionales).
Los datos muestran que cada vez más personas deciden volar, sin contar con que la infraestructura del país implica que muchas veces los vuelos son la única opción para llegar a ciertos destinos. Además, una de las apuestas del Gobierno de Gustavo Petro es el turismo.
Por estas y otras razones, la noticia de que el 1° de enero el IVA pasará del 5 % al 19 % para estos servicios cayó como un baldado de agua fría. Pero no solo se habla de tiquetes más caros por ese 14 % extra, sino que hay otros factores que pueden encarecerlos todavía más.
Este viernes, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) detalló en un comunicado que habrá incremento en otros cargos indexados, “como las tasas aeroportuarias y otros impuestos que debe pagar el viajero, como el de salida del país”.
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También están los factores macroeconómicos. El sector asegura que la inflación y la devaluación del peso impactan su estructura de costos (lo que ya se ve reflejado en el aumento de precio de algunos tiquetes), teniendo en cuenta que las aerolíneas pagan buena parte de sus obligaciones en dólares. A lo largo del año, la industria aérea ha llamado la atención sobre el precio del combustible de avión que ha subido un 50 % impulsado por la guerra en Ucrania.
En la lista entran otros rubros que —según la IATA— implican un encarecimiento de la operación, como los cargos por servicios de navegación aérea y las tarifas de aterrizaje en los aeropuertos.
Avianca dijo a este diario que también hay que considerar los impuestos incluidos en la reforma tributaria que impactarán los precios: “impuesto para aviones privados que ahora se aplicará a aeronaves comerciales e impuesto al carbono en vuelos internacionales desde Colombia. A ello se suma la imposibilidad de compensar el 100% de las emisiones de vuelos nacionales, con un nuevo tope de solo el 50 %”.
La aerolínea asegura que por el incremento en los tiquetes las compañías no recibirán más dinero, en cambio, con precios más altos, el sector podría perder competitividad en términos de tarifas frente a otros países. A su turno, la IATA recuerda que las compañías del sector en Colombia reportaron pérdidas de alrededor de $1,55 billones en el primer semestre de 2022 y que, por los retos que impuso la pandemia, las empresas ya hicieron esfuerzos para optimizar costos.
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A nivel mundial, esta asociación calcula que las pérdidas de este año superarán los 6.900 millones de dólares, comparados con los 42.000 millones perdidos en 2021 y los 137.700 millones de 2020. En su pronóstico para el próximo año, indica que habrá beneficios por 4.700 millones de dólares, pero no todas las regiones dejarán atrás los números rojos. América Latina seguiría en déficit con pérdidas acumuladas por 800 millones de dólares.
Teniendo en cuenta este panorama, en la última semana el ministro de Transporte aseguró que los tiquetes el próximo año subirían entre 30 y 40 %. Una cifra que despertó la preocupación de los usuarios.
Días después, el ministro dijo que habrá un trabajo conjunto entre el Gobierno, los operadores aéreos y los operadores turísticos para reducir el impacto y que el incremento sea solo del 14 % por el aumento del IVA.
Sin embargo, en entrevista con Blu Radio, respecto a la pregunta de qué cobros se podrían reducir, el ministro dijo: “Yo supongo que reducir el personal que atiende en los counters, el personal que atiende en los aviones. En el sector hotelero también hay hoteles en los que usted llega y solo hay una persona en la recepción, le entrega la llave, usted sube la maleta, hace todo solo y el costo se reduce (…) Esas son medidas que pueden tener las aerolíneas”.
En este punto vale la pena recordar que la regulación colombiana protege a los trabajadores e impide que se realicen despidos masivos a voluntad de las compañías. Como explicó hace unos meses el abogado laboralista y rector del Colegio Colombiano de Derecho Social, Víctor Julio Díaz, las empresas tienen ciertos umbrales que deben respetar al momento de adelantar una serie de despidos.
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Ahora bien, después de que llovieron críticas, Reyes tuvo que aclarar. Por medio de un video, aseguró que el Gobierno tomará medidas como “revisar la posibilidad de llevar el tema para volver a una tarifa inferior por medio de la ley de Plan de Desarrollo”. Y que las aerolíneas y empresas de turismo le dijeron que una opción que consideran para no impactar el precio de los tiquetes es la reducción de “costos de operación, reduciendo personal, equipos en los aeropuertos, etc.” Pero que esa no es una recomendación del Ministerio de Transporte y que su enfoque será reunirse con las aerolíneas, la IATA y Anato desde el 2 de enero para estudiar alternativas que se puedan adoptar de manera concertada. “En ningún caso, el Ministerio recomienda reducir personal o costos”, aseguró.
Al respecto, la IATA respondió que “acoge la invitación de las autoridades a entablar en los próximos días una conversación que permita alcanzar soluciones eficaces con miras a proteger al usuario y a los empleados del sector”. La asociación pone sobre la mesa que el transporte aéreo colombiano es altamente competido, otra razón por la que las tarifas promedio de los tiquetes “han bajado en los últimos años”; sin embargo, en el contexto actual los tiquetes van a subir por la “carga impositiva” y por los “factores externos”.
Lo cierto es que volar en 2023 será más caro. Por ahora, el Gobierno promete que el segundo día del año arrancarán las conversaciones para definir soluciones y evitar golpear tanto el bolsillo de los colombianos.
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