“La televisión es la nueva televisión”: conclusión del Gran Foro de Medios
Netflix y otras plataformas no han reemplazado a la TV tradicional: muchos de sus “hits” son obra de productores con más trayectoria que, a su vez, están migrando a digital. Todo constituye, más bien, una industria en expansión.
Redacción Economía.
La televisión está cambiando, pero sigue más viva que nunca. Esa puede ser una de las conclusiones del Gran Foro de Medios: mitos, retos y verdades para el futuro, llevado a cabo este viernes en Bogotá y organizado por Caracol Televisión en el marco de sus 50 años. En el encuentro convergieron miembros de la industria nacional, así como expertos internacionales, para hablar del futuro de los medios de comunicación, pero principalmente de la televisión abierta en tiempos en que se cree que Netflix llegó para reemplazarla.
Nada de eso. Según el periodista Michael Wolff, invitado al foro, estas plataformas han significado un cambio en la forma de distribuir, pero, al final, el contenido sigue siendo el rey. Quizá esa es la razón de que, pese a que un servicio como el de Youtube puso el video al alcance de cualquiera, de forma gratuita, a cambio de publicidad, su dueño, Google, terminara lanzando un servicio prémium: en esencia, televisión. “El contenido barato no retiene la atención. Entonces, el costo de la publicidad cae”, explicó Wolff.
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“Cada atributo de Netflix es de televisión”, añadió. Primero, como agregador de contenidos, pero luego como productor de programas originales. Por esa razón, afirma, entre lo más valioso que tiene la industria están los libretistas y creadores. “Las plataformas tecnológicas son fáciles de crear, los hits no”, reflexionó. Debido a esa importancia del contenido es que el experto considera que un error “histórico” sobre el que todavía estaremos reflexionando en 100 años es la razón de que los impresos hayan regalado su contenido a través de internet en la primera década del siglo XXI.
Para Roberto Schmidt, vicepresidente de mercado de Globo TV de Brasil, la existencia de un contenido cada vez mejor es uno de los cambios que ha visto en la industria actual, unido a que la televisión, gracias a internet, ha ampliado su alcance —podemos ver un mismo programa en casi cualquier parte del mundo—, algo en lo que concuerda con Wolff. Sin embargo, del foro también quedó el mensaje de que no debe perderse de vista lo local. De hecho, puede ser lo más valioso que tenga un generador de contenido: su diferenciador respecto a marcas con estrategia global, como la misma Netflix.
John Frelinghuysen, consultor y exvicepresidente digital para Disney-ABC Television Group, adhirió a la idea de que las nuevas plataformas no han reemplazado a la TV, empezando porque la mayoría de sus hits son producciones que han comprado a las empresas tradicionales. En eso, sin embargo, estuvo una de las razones para que Disney comenzara a cambiar su estrategia hace cerca de tres años: al venderle todo a Netflix corría el riesgo de que esa empresa se volviera “portera” de la distribución del contenido de Disney, sumado a que Netflix estaba emprendiendo en contenidos propios.
Por otro lado, tampoco han desbancado a la TV tradicional, porque la TV tradicional tiene presencia digital. En definitiva, señala Frelinghuysen, hay espacio para que coexistan diferentes modelos de negocio: uno tipo Youtube, en el que hay prácticamente toda clase de contenido a cambio de publicidad; plataformas prémium sin anuncios, como Netflix y el próximo Disney+, hasta puntos intermedios como Hulu, otra plataforma de Disney.
En ese sentido, entre las estrategias que puede aplicar la industria, dice este experto, está mezclar ofertas gratuitas con contenidos prémium, por ejemplo, determinadas premieres o transmisiones en vivo. Insistió en apostar por el contenido local y no venderlo todo a terceros agregadores de contenido.
Los deportes son terreno fértil, coincidieron este consultor y la vicepresidenta de Caracol, Juana Uribe. No solo porque Netflix y otros no han incursionado en este contenido transmitido en vivo sino porque, como dice Uribe, en este momento el trabajo de los deportistas colombianos está siendo un factor “cohesionador” de la sociedad en el que la TV tiene que estar presente. El objetivo es unir a un país “enorme, diverso y desconectado”.
Aprovechar los datos de los usuarios en esta era digital es otra de las tareas que menciona Frelinghuysen. Sobre esto, Patrick Penninck, jefe del departamento de sociedad de la información del Consejo de Europa, y Jorge Martínez, secretario general de Caracol, coincidieron en que la recolección y el aprovechamiento de los datos está prácticamente en manos de dos gigantes (Facebook y Google), lo cual deja a los demás jugadores en desventaja.
“Las reglas tienen que ser las mismas para todos los jugadores y se requiere transparencia en estas relaciones”, sostuvo Karim Hmri, experto en regulación publicitaria. Martínez añadió una precisión: no se necesitan las mismas condiciones —porque no todos los jugadores son iguales—, pero sí condiciones que generen un equilibrio para competir, incluso quitando regulaciones que solo recaen en los jugadores más tradicionales.
Sobre el asunto de los datos, Dago García, vicepresidente de producción de Caracol Televisión, arrojó otra de las conclusiones del evento: los datos ayudan a tomar decisiones, sin embargo, muchas veces dan información de lo que al usuario le gustó y no de lo que potencialmente le puede gustar. Así, confiar demasiado en los datos puede privarnos de posibilidades creativas, en lo que al fin y al cabo está el futuro de este negocio.
El Espectador forma parte del mismo grupo de medios al que pertenece Caracol Televisión.
La televisión está cambiando, pero sigue más viva que nunca. Esa puede ser una de las conclusiones del Gran Foro de Medios: mitos, retos y verdades para el futuro, llevado a cabo este viernes en Bogotá y organizado por Caracol Televisión en el marco de sus 50 años. En el encuentro convergieron miembros de la industria nacional, así como expertos internacionales, para hablar del futuro de los medios de comunicación, pero principalmente de la televisión abierta en tiempos en que se cree que Netflix llegó para reemplazarla.
Nada de eso. Según el periodista Michael Wolff, invitado al foro, estas plataformas han significado un cambio en la forma de distribuir, pero, al final, el contenido sigue siendo el rey. Quizá esa es la razón de que, pese a que un servicio como el de Youtube puso el video al alcance de cualquiera, de forma gratuita, a cambio de publicidad, su dueño, Google, terminara lanzando un servicio prémium: en esencia, televisión. “El contenido barato no retiene la atención. Entonces, el costo de la publicidad cae”, explicó Wolff.
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“Cada atributo de Netflix es de televisión”, añadió. Primero, como agregador de contenidos, pero luego como productor de programas originales. Por esa razón, afirma, entre lo más valioso que tiene la industria están los libretistas y creadores. “Las plataformas tecnológicas son fáciles de crear, los hits no”, reflexionó. Debido a esa importancia del contenido es que el experto considera que un error “histórico” sobre el que todavía estaremos reflexionando en 100 años es la razón de que los impresos hayan regalado su contenido a través de internet en la primera década del siglo XXI.
Para Roberto Schmidt, vicepresidente de mercado de Globo TV de Brasil, la existencia de un contenido cada vez mejor es uno de los cambios que ha visto en la industria actual, unido a que la televisión, gracias a internet, ha ampliado su alcance —podemos ver un mismo programa en casi cualquier parte del mundo—, algo en lo que concuerda con Wolff. Sin embargo, del foro también quedó el mensaje de que no debe perderse de vista lo local. De hecho, puede ser lo más valioso que tenga un generador de contenido: su diferenciador respecto a marcas con estrategia global, como la misma Netflix.
John Frelinghuysen, consultor y exvicepresidente digital para Disney-ABC Television Group, adhirió a la idea de que las nuevas plataformas no han reemplazado a la TV, empezando porque la mayoría de sus hits son producciones que han comprado a las empresas tradicionales. En eso, sin embargo, estuvo una de las razones para que Disney comenzara a cambiar su estrategia hace cerca de tres años: al venderle todo a Netflix corría el riesgo de que esa empresa se volviera “portera” de la distribución del contenido de Disney, sumado a que Netflix estaba emprendiendo en contenidos propios.
Por otro lado, tampoco han desbancado a la TV tradicional, porque la TV tradicional tiene presencia digital. En definitiva, señala Frelinghuysen, hay espacio para que coexistan diferentes modelos de negocio: uno tipo Youtube, en el que hay prácticamente toda clase de contenido a cambio de publicidad; plataformas prémium sin anuncios, como Netflix y el próximo Disney+, hasta puntos intermedios como Hulu, otra plataforma de Disney.
En ese sentido, entre las estrategias que puede aplicar la industria, dice este experto, está mezclar ofertas gratuitas con contenidos prémium, por ejemplo, determinadas premieres o transmisiones en vivo. Insistió en apostar por el contenido local y no venderlo todo a terceros agregadores de contenido.
Los deportes son terreno fértil, coincidieron este consultor y la vicepresidenta de Caracol, Juana Uribe. No solo porque Netflix y otros no han incursionado en este contenido transmitido en vivo sino porque, como dice Uribe, en este momento el trabajo de los deportistas colombianos está siendo un factor “cohesionador” de la sociedad en el que la TV tiene que estar presente. El objetivo es unir a un país “enorme, diverso y desconectado”.
Aprovechar los datos de los usuarios en esta era digital es otra de las tareas que menciona Frelinghuysen. Sobre esto, Patrick Penninck, jefe del departamento de sociedad de la información del Consejo de Europa, y Jorge Martínez, secretario general de Caracol, coincidieron en que la recolección y el aprovechamiento de los datos está prácticamente en manos de dos gigantes (Facebook y Google), lo cual deja a los demás jugadores en desventaja.
“Las reglas tienen que ser las mismas para todos los jugadores y se requiere transparencia en estas relaciones”, sostuvo Karim Hmri, experto en regulación publicitaria. Martínez añadió una precisión: no se necesitan las mismas condiciones —porque no todos los jugadores son iguales—, pero sí condiciones que generen un equilibrio para competir, incluso quitando regulaciones que solo recaen en los jugadores más tradicionales.
Sobre el asunto de los datos, Dago García, vicepresidente de producción de Caracol Televisión, arrojó otra de las conclusiones del evento: los datos ayudan a tomar decisiones, sin embargo, muchas veces dan información de lo que al usuario le gustó y no de lo que potencialmente le puede gustar. Así, confiar demasiado en los datos puede privarnos de posibilidades creativas, en lo que al fin y al cabo está el futuro de este negocio.
El Espectador forma parte del mismo grupo de medios al que pertenece Caracol Televisión.