La Encuesta Longitudinal de la Universidad de los Andes (ELCA) hizo seis años de seguimiento a una muestra de 10.800 hogares colombianos: 6.000 en zonas urbanas y 4.800 en zonas rurales. Los primeros son representativos de los estratos 1 a 4 y los segundos lo son de pequeños productores agropecuarios. Mientras en 2010 se visitaron 80 municipios, en 2016, siguiendo a los mismos individuos, se visitaron 235, lo que sugiere la alta movilidad de los encuestados.
El objetivo de la investigación es tener una mayor comprensión de las dinámicas sociales de los hogares colombianos considerando la condición social y económica de sus miembros, la evolución de niños y jóvenes en distintos aspectos de su desarrollo, la tenencia de la tierra, los cambios en el mercado laboral y los comportamientos sociales y políticos de los individuos.
La relevancia de una encuesta longitudinal es que permite notar cambios económicos y sociales en los hogares a lo largo del tiempo. En este caso, el estudio tuvo la posibilidad de percibir el antes, durante y después de los acuerdos de paz del Gobierno con las Farc-EP. Además pudo notar cambios importantes como el fenómeno de La Niña —que afectó al 80 % de los municipios—, la expedición de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, y la política de atención integral a la primera infancia.
Precisamente, este martes el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) anunció que fusionará los resultados de la ELCA con la Encuesta Longitudinal de Protección Social. La compilación de la dos se llamará ELCO.
