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La vivienda en Colombia cerró el 2023 con récord en desistimientos, según Camacol

El año pasado, se vendieron 106.554 viviendas menos que en 2022, informó el gremio de constructores. Al cierre del año, un total de 37.753 hogares desistieron de la compra de su vivienda.

23 de enero de 2024 - 07:29 p. m.
Según cifras de Coordenada Urbana de Camacol, para diciembre de 2023 se habían iniciado un total de 138.418 viviendas, una cifra menor a la que de 2022, cuando se contabilizaron 193.387 unidades iniciadas (caída del 28,4 %). Imagen de referencia.
Según cifras de Coordenada Urbana de Camacol, para diciembre de 2023 se habían iniciado un total de 138.418 viviendas, una cifra menor a la que de 2022, cuando se contabilizaron 193.387 unidades iniciadas (caída del 28,4 %). Imagen de referencia.
Foto: Pixabay
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Las cifras en torno al sector de la vivienda terminaron el 2023 de la misma forma en que transcurrieron durante gran parte del año: en rojo. Este martes 23 de enero, Camacol (el gremio de los constructores del país) presentó un balance anual sobre las ventas, iniciaciones y desistimientos en materia de vivienda de interés social (VIS) y No VIS.

Ventas

Durante 2023, se vendieron un total de 106.554 viviendas menos frente a 2022, lo que representa una caída del 44,9 %, como lo indicó Camacol. El descenso estuvo jalonado por el segmento de vivienda de interés social (VIS) que registró las mayores pérdidas. Según el gremio, lo anterior representa una reducción de $20 billones en la inversión en vivienda por parte de los hogares.

Iniciaciones de vivienda

Los resultados en ventas han repercutido en las iniciaciones de nuevos proyectos de vivienda, es decir, el comienzo de obras de construcción. Según cifras de Coordenada Urbana de Camacol, para diciembre de 2023 se habían iniciado un total de 138.418 viviendas, una cifra menor a la que de 2022, cuando se contabilizaron 193.387 unidades iniciadas (caída del 28,4 %).

“El menor ritmo de iniciaciones se ha dado de manera generalizada en la No VIS, que cae a una tasa del 22,5 %, mientras que la VIS cerró el año con una reducción del 30,6 % frente al 2022. Menores niveles de obra anticipan posibles efectos en el empleo y el PIB, de manera que es imperativo implementar una estrategia que permita impulsar la construcción de nuevas viviendas”, señaló Guillermo Herrera, presidente ejecutivo de Camacol.

Desistimientos

El balance de Camacol también indica que unos 38.000 hogares tuvieron que desistir de la compra de su vivienda durante 2023, es decir, los desistimientos se incrementaron en un 62,9 % frente a 2022. “El 78,1 % de las unidades desistidas fueron VIS, con lo cual el segmento incrementó el volumen de renuncias en un 91,5 %”, se lee en el documento.

Si bien son muchos las causas por las cuales una familia puede renunciar a un negocio de compra de vivienda, un análisis realizado por Coordenada Urbana encontró que el 31 % de los desistimientos del segmento VIS se produjo por los cambios que realizó el Ministerio de Vivienda al programa Mi Casa Ya, mientras que otros factores como dificultades en el crédito (25 %) también pesaron.

Los cambios a Mi Casa Ya

Durante más de siete años, Mi Casa Ya transcurrió bajo un modelo por “orden de llegada”, es decir, garantizaba el subsidio a quienes cumplían primero con los requisitos de acceso que, básicamente, siempre fueron cumplir con el requisito de ingresos, no ser propietario de vivienda en el territorio nacional y no haber recibido un subsidio de vivienda en el pasado.

En el Gobierno de Gustavo Petro, se ha buscado una mayor focalización para el programa y, de hecho, los subsidios de Mi Casa Ya vienen asignándose a través de la Encuesta Sisbén IV y otros criterios de priorización. Incluso, se adoptó un enfoque diferencial para madres cabeza de familia, trabajadoras del sector informal, víctimas de la violencia, entre otros.

Desde el Ministerio de Vivienda se sostiene que, cuando el Gobierno actual recibió el programa, encontró una brecha entre las expectativas del mercado y la disponibilidad de recursos. Esto quiere decir, en palabras más sencillas, que -para el Gobierno actual- el país cayó en el error de creer que Mi Casa Ya debía cubrir toda la oferta de vivienda VIS del mercado y lo cierto es que no hay plata para tanta gente.

Precisamente, unos de los primeros escollos que enfrentó Mi Casa Ya en el nuevo Gobierno fue el de la financiación. Se llegó a decir que el gobierno Duque no asignó los recursos para la vigencia 2023.

Entre tanto, mientras el Gobierno afinaba los detalles del nuevo Mi Casa Ya y alistaba los decretos de su reglamentación, se conoció que 52.000 hogares que fueron habilitados por el Ministerio de Vivienda (en tiempos del Gobierno de Iván Duque) para recibir el subsidio no habían podido recibir su vivienda por la falta de recursos públicos para Mi Casa Ya. La cartera de vivienda decidió que no habría transición para esos hogares de la vigencia anterior y debían ajustarse a los nuevos requisitos. Lo que, en muchos casos, significó volver a empezar el trámite.

En cualquier caso, a comienzos de 2024 el Ministerio de Vivienda anunció que entregará 200.000 subsidios en todo el Gobierno y 50.000 en 2024 (a un ritmo de 1.700 semanales), desestimando así las propuestas de gremios de constructores -como Camacol- y expertos, quienes reclamaban un incremento en el número de subsidios como vía para reactivar la construcción de vivienda nueva en Colombia e incentivar las ventas de unidades, que completan casi un año en números rojos.

¿De cuánto es el subsidio en 2024?

Este año, Mi Casa Ya ofrece un subsidio a la cuota inicial equivalente a 30 salarios mínimos (unos $39 millones) para hogares clasificados en los subgrupos A1 y C8 del Sisbén. Para los hogares clasificados entre los grupos C9 y D20, el subsidio será equivalente a 20 salarios mínimos, es decir, $26 millones.

Adicional a lo anterior, si la familia está interesada en una vivienda de interés prioritario (VIP), el Gobierno otorgará una cobertura a la tasa de interés del crédito hipotecario equivalente a cinco puntos porcentuales. Para vivienda VIS, la cobertura será de cuatro puntos porcentuales. Estas coberturas, cabe resaltar, se aplican sobre el crédito o el contrato de leasing habitacional, y este beneficio tendrá una duración de siete años.

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Cleo(58109)23 de enero de 2024 - 10:11 p. m.
El incremento del salario mínimo no comtempló el golpe al valor de la VIS que siempre está estimada en # de salarios mínimos. Los incrementos reventaron la capacidad de los compradores.
jorge(27765)23 de enero de 2024 - 08:42 p. m.
La tasa de interés es el gran escollo a la compra de vivienda VIS. Esta afecta a todos los potenciales compradores. La otra, el bajo nivel de ingreso de las familias, hecho que les impide ser sujetos de crédito y que deben devolver los subsidios otorgados por no poder hacer el cierre financiero requerido para la compra. Por último, está el alto costo de la vivienda cuyo precio se ha, por lo menos, duplicado durante y después de la pandemia.
  • Otton(emcod)23 de enero de 2024 - 09:12 p. m.
    Además, las constructoras estan vendiendo la vivienda VIS a valor futuro en términos de salario mínimo. Al pobre le dan durísimo, pues ahora le quitaron lo que antes se llamaba "valorización", la diferencia entre el valor al que se compró la vivienda y el nuevo valor cuando la entregan. Las constructoras también se quedaron con esa plusvalía. Así imposible, sale más barato comprar en el usado.
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