Las alarmas que enciende el Plan Financiero 2024 del Gobierno
El centro de pensamiento ANIF analizó las proyecciones del Gobierno sobre las cuentas públicas. Destacó que los balances de 2023 y 2024 siguen la regla fiscal, pero preocupa que se ubiquen en terreno negativo. Para ANIF, esto último “obliga al Gobierno a financiar ese faltante de recursos con más deuda”.
A comienzos de esta semana, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, presentó el Plan Financiero 2024, un documento que incluye los resultados de las cuentas públicas de 2023 y proyecciones sobre cómo se comportarán las mismas en 2024, a partir de estimaciones de los principales datos de la economía colombiana.
Dentro de los datos más importantes, el plan estima un crecimiento económico en PIB (Producto Interno Bruto) de 1,5 % al cierre de 2024. La proyección para 2023 quedó en 1,2 %, dato que se confirmará este jueves 15 de febrero, cuando el DANE presentará el informe del PIB del cuarto trimestre del año pasado.
Así mismo, el Plan Financiero 2024 proyecta una inflación del 6 % para finales de este año. Durante la presentación, el ministro Bonilla dijo que “esperamos que la inflación baje a un ritmo sostenido para acercarnos a la meta del Banco de la República (3 %)”. Igualmente, en lo que respecta a tasa de cambio, el plan del Gobierno estima que el dólar cerrará con un valor aproximado de $4.317, y la deuda neta del país se vería incrementada en 3,7 puntos porcentuales en 2024, ubicándose en 47 % del PIB.
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“El plan reduce margen de maniobra”: ANIF
El centro de pensamiento ANIF publicó un informe que analizó las proyecciones del Gobierno en el Plan Financiero 2024 y, si bien destacó que se construyó sobre supuestos “razonables”, señaló algunas sorpresas que se tendrán este año y que podrían significar piedras en el camino para las metas del Gobierno.
El informe destaca, por un lado, que se prevé un fuerte recorte de los ingresos que equivale a $25,7 billones. “Esa disminución se explica por menores recursos por arbitramento -los laudos el Estado- (entre $10 y $15 billones) y por cuenta del fallo de la Corte Constitucional en el que declara inexequible la no deducibilidad de las regalías en el impuesto de renta de personas jurídicas (cerca de $5,3 billones). Ese pronunciamiento de la corte limita los recursos que el ejecutivo planeaba recaudar con la reforma tributaria”, se lee en el documento.
De otra parte, el Plan Financiero estima que en 2024 la producción petrolera llegará a 749.000 barriles diarios, un dato menor frente a los 775.000 del cierre proyectado de 2023. Además, el Gobierno prevé que el precio del barril de petróleo se ubique en US$78.
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“Hay una importante alarma frente a la producción de petróleo, que será menor a la del 2023. Similarmente, se espera un precio promedio del petróleo de referencia Brent de US$78, menor a los $82,4 que se promediaron en 2023. La baja producción petrolera acompañada de un menor precio del crudo afectará los ingresos fiscales y reducirá el margen de acción del gobierno ante eventuales choques”, señaló ANIF.
Para compensar la caída en los ingresos, el Gobierno proyecta un recorte en el gasto de $16,7 billones. Así las cosas, el balance de 2024 -según lo proyectado por el Gobierno- arrojaría un déficit fiscal de -5,3 % del PIB, es decir, un incremento de 1,1 % frente al PIB de 2023.
“Si bien ese resultado cumple con la regla fiscal, el balance primario se ubica en terreno negativo (-1,0 % del PIB), lo que, sumado al déficit primario de 2023, obliga al Gobierno a financiar deuda con más deuda futura e impone restricciones fiscales”, opina ANIF.
El centro de pensamiento concluye su informe enfatizando en los riesgos que implica el cumplimiento de la regla fiscal en 2024 de cara a las trabas en el camino identificadas por el mismo Gobierno en el Plan Financiero 2024 y choques inesperados (turbulencias en la economía mundial, incluidas allí).
“Un balance primario de $-14,3 billones implica la utilización de todo el espacio fiscal que permite la regla. Con riesgos latentes a la vista como menores ingresos petroleros, mayor gasto primario y un crecimiento más bajo del PIB, el margen de maniobra se reduce de manera sustancial y pone en riesgo la estabilidad fiscal del país ante cualquier choque imprevisto”, concluye el análisis de ANIF.
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A comienzos de esta semana, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, presentó el Plan Financiero 2024, un documento que incluye los resultados de las cuentas públicas de 2023 y proyecciones sobre cómo se comportarán las mismas en 2024, a partir de estimaciones de los principales datos de la economía colombiana.
Dentro de los datos más importantes, el plan estima un crecimiento económico en PIB (Producto Interno Bruto) de 1,5 % al cierre de 2024. La proyección para 2023 quedó en 1,2 %, dato que se confirmará este jueves 15 de febrero, cuando el DANE presentará el informe del PIB del cuarto trimestre del año pasado.
Así mismo, el Plan Financiero 2024 proyecta una inflación del 6 % para finales de este año. Durante la presentación, el ministro Bonilla dijo que “esperamos que la inflación baje a un ritmo sostenido para acercarnos a la meta del Banco de la República (3 %)”. Igualmente, en lo que respecta a tasa de cambio, el plan del Gobierno estima que el dólar cerrará con un valor aproximado de $4.317, y la deuda neta del país se vería incrementada en 3,7 puntos porcentuales en 2024, ubicándose en 47 % del PIB.
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“El plan reduce margen de maniobra”: ANIF
El centro de pensamiento ANIF publicó un informe que analizó las proyecciones del Gobierno en el Plan Financiero 2024 y, si bien destacó que se construyó sobre supuestos “razonables”, señaló algunas sorpresas que se tendrán este año y que podrían significar piedras en el camino para las metas del Gobierno.
El informe destaca, por un lado, que se prevé un fuerte recorte de los ingresos que equivale a $25,7 billones. “Esa disminución se explica por menores recursos por arbitramento -los laudos el Estado- (entre $10 y $15 billones) y por cuenta del fallo de la Corte Constitucional en el que declara inexequible la no deducibilidad de las regalías en el impuesto de renta de personas jurídicas (cerca de $5,3 billones). Ese pronunciamiento de la corte limita los recursos que el ejecutivo planeaba recaudar con la reforma tributaria”, se lee en el documento.
De otra parte, el Plan Financiero estima que en 2024 la producción petrolera llegará a 749.000 barriles diarios, un dato menor frente a los 775.000 del cierre proyectado de 2023. Además, el Gobierno prevé que el precio del barril de petróleo se ubique en US$78.
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“Hay una importante alarma frente a la producción de petróleo, que será menor a la del 2023. Similarmente, se espera un precio promedio del petróleo de referencia Brent de US$78, menor a los $82,4 que se promediaron en 2023. La baja producción petrolera acompañada de un menor precio del crudo afectará los ingresos fiscales y reducirá el margen de acción del gobierno ante eventuales choques”, señaló ANIF.
Para compensar la caída en los ingresos, el Gobierno proyecta un recorte en el gasto de $16,7 billones. Así las cosas, el balance de 2024 -según lo proyectado por el Gobierno- arrojaría un déficit fiscal de -5,3 % del PIB, es decir, un incremento de 1,1 % frente al PIB de 2023.
“Si bien ese resultado cumple con la regla fiscal, el balance primario se ubica en terreno negativo (-1,0 % del PIB), lo que, sumado al déficit primario de 2023, obliga al Gobierno a financiar deuda con más deuda futura e impone restricciones fiscales”, opina ANIF.
El centro de pensamiento concluye su informe enfatizando en los riesgos que implica el cumplimiento de la regla fiscal en 2024 de cara a las trabas en el camino identificadas por el mismo Gobierno en el Plan Financiero 2024 y choques inesperados (turbulencias en la economía mundial, incluidas allí).
“Un balance primario de $-14,3 billones implica la utilización de todo el espacio fiscal que permite la regla. Con riesgos latentes a la vista como menores ingresos petroleros, mayor gasto primario y un crecimiento más bajo del PIB, el margen de maniobra se reduce de manera sustancial y pone en riesgo la estabilidad fiscal del país ante cualquier choque imprevisto”, concluye el análisis de ANIF.
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