Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Este miércoles comienzan las negociaciones entre centrales obreras, gremios empresariales y el Gobierno (en cabeza del Ministerio del Trabajo) para definir el salario mínimo 2023: pago que este año subió 10% hasta el millón de pesos (más $117.172 de subsidio de transporte al que acceden quienes ganen menos de dos salarios mínimos). El encuentro se da en medio de cifras que advierten una fuerte discusión y que podría complicar un eventual acuerdo entre las partes.
También te puede interesar: La última milla: lo que falta para prender Hidroituango a horas del vencimiento
En primer lugar, está la inflación que según estimaciones del Gobierno cerrará en 2022 arriba del 12%. Será tal vez el principal argumento de las centrales obreras para pedir un incremento salarial fuerte, ya que argumentan que este año los trabajadores colombianos han venido perdiendo poder adquisitivo.
De hecho, es particularmente sensible que tan solo la inflación de alimentos supera el 27% a corte de octubre de 2022 (el dato más reciente). Por lo que las centrales obreras buscarán un incremento salarial que compense lo que perdieron este año los trabajadores, y que los proteja de los efectos inflacionarios del 2023.
Por otro lado, las discusiones de este año se dan en el marco de un desempleo que parece estancado en los dos dígitos (10,7% en septiembre de 2022) pese a que la economía colombiana es una de las que más crece de la OCDE.
Por esto, los empresarios han venido advirtiendo sobre los efectos de incrementos exagerados sobre el salario mínimo, sobre todo en términos de empleo y de la desaceleración de la economía colombiana.
Incluso, ha tomado fuerza un reciente estudio del Banco de la República que indica que un incremento del salario mínimo del 1% por encima de la inflación, provoca una reducción del 1% en el empleo en Colombia.
El encuentro de este miércoles también será clave porque por primera vez el dato de productividad laboral se discutirá entre las partes de la mesa de concertación, y no será solo una cifra revelada por el Departamento Nacional de Planeación como era la tradición.
La cifra es clave para las negociaciones del salario mínimo, pues las propuestas de incremento salarial suelen empezar en la suma de la inflación esperada y la productividad laboral.
En lo que parece haber consenso es que 2023 será un año duro para la economía y trabajadores colombianos: la inflación se moderará pero seguirá subiendo de forma considerable, se espera que cierre cerca del 7%; además, hay cada vez más señales de desaceleración del crecimiento económico colombiano, e incluso hay temores de que estalle una recesión global. Entonces, cada parte buscará proteger o preparar a su sector de los vaivenes del próximo año.
Por lo pronto, las partes todavía no han formalizado su primera propuesta de incremento salarial. Pero, según entidades como Fedesarrollo el salario mínimo 2023 debería subir 13,5% (quedando en $1.130.500).