De Magdalena hasta Dallas, Estados Unidos, y más allá. Hoy el mango de azúcar llegó, por primera vez, a tierras norteamericanas.
En la zona norte del país hay un tipo de mango que no se produce en ningún otro lugar del mundo y que toma su nombre por un dulzor que difícilmente igualan otras variedades de esta fruta.
Sin embargo, el gusto no es la única vía para enamorarse de este mango; para diferenciarlo, basta con tomar un ejemplar y acercárselo a la nariz para notar aquello que lo hace tan único: una fragancia que deja entrever el dulce carisma de esta fruta.
“Podemos decir que el mango de azúcar es nuestro, es una variedad colombiana. Es un mango de corte pequeño que se caracteriza por tener un aroma, a diferencia de otros mangos baby en el mundo, y por sus colores que van del amarillo al rojizo, el anaranjado, y tiene poca fibra. Es muy dulce”, explica Ramiro Salcedo Rivera, coordinador departamental de Asohofrucol (el gremio de los productores hortifrutícolas del país) en el Magdalena.
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Un presente dulce
Tras cautivar al mercado europeo, esta semana el mango de azúcar colombiano ya hizo lo propio con el mercado estadounidense: la empresa Colfrutta exportó los primeros 6.000 kilos (seis toneladas) de mango de azúcar a ese país.
El envío se hizo por vía aérea, pues el mango de azúcar se cosecha maduro. No obstante, Asohofrucol y los productores del Magdalena no descartan empezar a trasladarlo a través de contenedores, lo que permitiría cargas mucho más grandes.
“Estamos haciendo ensayos para que el mango viaje por contenedor, a ver si nos resiste los ocho días de tránsito. Así enviaríamos más volumen a un mercado donde calculamos unos 60 a 80 millones de clientes. En Europa, el mango de azúcar llega a dos o tres millones de clientes. Por esto este anuncio es tan importante”, agrega el directivo de Asohofrucol.
A su llegada a Estados Unidos, el mango deberá pasar por un proceso de esterilización por rayos gamma y luego llegará a Dallas, desde donde será transportado a ciudades principales como California, Miami o Nueva York, entre otras.
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El primer envío
De acuerdo con Ramiro Salcedo, las seis toneladas son una “vuelta de reconocimiento” del mango de azúcar en el mercado norteamericano. se espera un segundo envío -a finales de este mes-donde se exportarían unas 12 de toneladas de mango, según las estimaciones del directivo de Asohofrucol.
“Seis toneladas es una cantidad pequeña para Estados Unidos”, reconoce Antonio Acosta Jarma, director de Exportaciones de Colfrutta, la empresa detrás de la primera exportación de mango de azúcar a tierras norteamericanas.
No obstante, Acosta afirma que irá poco a poco, tal y como lo hizo con el mercado europeo desde 2016. Hoy, Colfrutta exporta unas 80 toneladas con destino al Viejo Continente.
El negocio con Estados Unidos se cerró en un buen momento, teniendo en cuenta que la cosecha del mango de azúcar es muy puntual. “Empieza, más o menos, en marzo, ahí empezamos a producir un poco. Luego llega el pico de la cosecha, hace poco lo pasamos (en mayo), y la cosecha se extiende hasta junio. No hemos logrado producir mango de azúcar en otras épocas, pero vamos a seguir tratando”, cuenta Acosta.
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Un producto singular
El director de Exportaciones de Colfrutta agrega que el mango de azúcar, como producto de exportación, tiene la ventaja competitiva de que su mercado no es tan competido como el de los mangos grandes, que se producen en todo el mundo.
Además, que sea una fruta de una variedad poco conocida, cultivada en una región específica, en una tierra bañada por las aguas de la Sierra Nevada de Santa Marta y en un clima tropical, le dan cierto toque “exótico” que la impulsa en los mercados europeos y norteamericanos.
Se calcula que el mango de azúcar tiene unos 22 grados brix, una medida usada en la industria alimenticia para medir el dulzor natural de un alimento a través de la presencia de sacarosa. De acuerdo con el directivo de Asohofrucol, la variedad de mango más consumida en el mundo solo alcanza unos 14 o 15 grados brix.
Con la misma intensidad de su sabor, el mango de azúcar está llegando a nuevas latitudes.
Las exportaciones de frutas colombianas han mantenido una tendencia positiva. En 2022, las ventas externas de estos productos alcanzaron una cifra de US$1.476 millones, con un crecimiento del 4,7 % frente al 2021, según cifras del DANE.
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