“Las cosas empeoran cada vez más”: Latam Airlines
Santiago Álvarez, CEO de la compañía en el país, revela que les tomará más de dos años retomar la operación que tenían antes de que el COVID-19 golpeara la aviación comercial y habla de la afectación en las finanzas. corporativas.
Paula Delgado Gómez / @PaulaDelG.
Hace un par de semanas la aerolínea Latam reportaba tener solo el 5 % de su flota en operación. Sin embargo, el viernes pasado hizo otro recorte: suspendió por completo sus vuelos internacionales, los cuales sólo se mantenían en Chile y Brasil. La amenaza a la salud pública por la propagación del coronavirus y las medidas adoptadas por los gobiernos para contenerla han restringido la aviación comercial casi por completo. Santiago Álvarez, CEO de Latam para Colombia, le concedió una entrevista a El Espectador para hablar de las decisiones que han tomado para sobrevivir a la crisis.
Le recomendamos: IATA pide US$200.000 millones de ayuda de emergencia para aerolíneas
¿Cuál es la situación de Latam hoy en día?
Los gobiernos tienen toda su prioridad puesta en atender la emergencia sanitaria, y eso los ha llevado a tomar medidas como cerrar los cielos en muchos países a escala internacional, inicialmente, y en muchos otros también a escala doméstica. En Colombia, concretamente, el Gobierno también se paró en ese escenario. Obviamente eso afecta de una manera muy dura a la industria, nosotros prácticamente estamos parados, no estamos generando ingresos.
¿Cómo les va con el negocio de carga y qué tanto les ayuda a mantener los ingresos?
El negocio de carga está funcionando porque dentro de las exenciones que puso el Estado esa operación tenía que seguir para garantizar el flujo de abastecimiento del país y el comercio exterior. Pero en una aerolínea como la nuestra la carga representa más o menos el 10 % de los ingresos, por más de que ese negocio esté funcionando y que eventualmente le vaya bien no es capaz de cubrir el otro 90 %, que es el transporte de pasajeros. Vale la pena decir que en el caso de Colombia, nuestro negocio de carga doméstica también está parado porque lo hacemos en las barrigas de los aviones de pasajeros.
¿Cuál es el impacto que se calcula tendrá el coronavirus en la industria?
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que es el gremio que nos agrupa a todos y hace estudios y proyecciones, dice que por cuenta de esta crisis las aerolíneas van a estar perdiendo el 42 % de sus ingresos o el equivalente a US$252 billones, es mucho dinero, un impacto grande durante lo que se estima que dure la crisis, aunque eso es bastante llevado a la imaginación porque nadie sabe realmente cuánto tiempo se extenderá.
¿Esas cifras del gremio, que son a escala mundial, reflejan la proyección particular de Latam?
Sí, por ahí debemos estar, pero de eso no tenemos ningún cálculo todavía. Estamos esperando qué va a pasar con la crisis, cuánto se va a extender, y por eso la decisión de Latam ha sido más en el corto plazo de ir reduciendo sus operaciones, hoy el 95 % de ellas están en tierra y solamente tenemos el 5 % activo, que es el negocio doméstico de Chile y Brasil. Estos todavía no han cerrado, no obstante, vienen muy impactados desde el punto de vista de la demanda, porque la gente tiene miedo a desplazarse por el contagio, no se trata sólo de que el gobierno cierre los cielos; lo que Latam ha hecho es ir acomodando su capacidad a la demanda y a los lugares donde se permite volar.
¿Cuánto tiempo podría mantenerse Latam a flote si la situación que vivimos en este momento se extendiera tal cual está?
Poco tiempo. No obstante, a nivel interno estamos trabajando en varios frentes: con los empleados, con los proveedores y con nuestros financiadores. Lo único que pareciera es que las cosas empeoran cada vez más y los gobiernos van tomando medidas cada vez más restrictivas. Esperaremos a ver qué pasa en el caso de Colombia, pero por ahora estamos en un escenario en el que todos nuestros aviones están en tierra y no podemos hacer ningún tipo de operación de pasajeros.
Cómo han sido los acuerdos con empleados, proveedores y financiadores.
Estamos en ese proceso. A los empleados les propusimos una reducción salarial de 50 % para los próximos tres meses, con un piso de dos salarios mínimos y medio, es decir, persona que gane menos de esto no se toca, pero el resto de la organización sí, esto buscando algunos ahorros y preservación de caja. Logramos que el 100 % aceptara la propuesta, porque es un acuerdo voluntario, estamos muy contentos de que nos hayan ayudado como compañía para garantizar la sostenibilidad de la empresa a largo plazo.
Por otro lado, estamos sentados negociando con proveedores algunas extensiones en los pagos que estaban programados para el corto plazo y buscando algunas eficiencias de costo con ellos; ese proceso será más largo porque son muchos, pero avanzamos en ese sentido. Por último, con nuestros financiadores estamos en conversaciones para ver si podemos encontrar algunas facilidades en las cuotas de los aviones que se encuentran en leasing.
¿Cuánto tiempo proyectan que les tomaría llevar la operación al nivel en el que estaban antes de esta coyuntura?
Hay analistas que dicen muchas cosas, pero nosotros estamos pegados a un modelo base que dice que vamos a estar entre tres y cuatro meses operando muy bajo, al 25 % de nuestra capacidad, y luego esperaríamos terminar diciembre alrededor de 60 o 70 % de la capacidad que teníamos tan solo hace un mes. Finalmente, nos tomarían otros 24 meses llegar al 100 %. Es un período largo, esto sin duda va a cambiar la dinámica del negocio y la forma en que las aerolíneas tenemos que aproximarnos al mercado para recuperar la confianza de los clientes a volar.
¿Qué piensan de las propuestas de IATA para ayudar a la industria y de las decisiones que ha tomado el Gobierno colombiano al respecto?
El Gobierno colombiano sí ha actuado con celeridad para generar algunas medidas para el sector, no podemos desconocer eso, hay varios decretos que tienen entre sus paquetes de alivio ayudas dirigidas exclusivamente a las aerolíneas. No obstante, vemos que son medidas que podemos aprovechar en el corto plazo y van a ser buenas, pero pensando en un escenario de reactivación, que vemos demorado y doloroso, este tipo de alivios no representarían en términos de volumen lo que necesitamos, que es liquidez. En ese sentido destacamos lo que han hecho en Estados Unidos y en Brasil, en donde los gobiernos salieron a ofrecer créditos directos a la industria para sobrepasar la crisis y llevar nuevamente al sector aéreo a retomar su operación.
¿Estarían interesados en tomar el crédito de Bancóldex que parece ser el único exclusivo para el sector?
Hemos estado en conversaciones con Bancóldex, pero vemos muy pequeño el crédito que se ofrece a través de ese canal, con $5.000 millones por aerolínea, lo que es una ayuda bastante limitada para el tipo de negocio que tenemos y el tamaño de nuestra empresa, que al año produce ingresos por $981.000 millones y nuestras necesidades de caja de un mes superan los $5.000 millones.
¿Cuál es su conclusión de esta situación?
Como industria y como compañía hacemos un llamado a que de esta crisis no podemos salir solos, tenemos que trabajar aguas adentro en hacer cosas para sobrevivir y preservar caja, pero aquí vamos a necesitar de la mano del gobierno para poder salir adelante, como lo estamos viendo en otros países. Latam no solo se quiere ver como un espectador de esta crisis, también hemos ofrecido al gobierno nuestros aviones en caso de que se necesiten para repatriación de extranjeros o transportar medicinas, personal médico y cualquier otro relacionado con la pandemia.
Hace un par de semanas la aerolínea Latam reportaba tener solo el 5 % de su flota en operación. Sin embargo, el viernes pasado hizo otro recorte: suspendió por completo sus vuelos internacionales, los cuales sólo se mantenían en Chile y Brasil. La amenaza a la salud pública por la propagación del coronavirus y las medidas adoptadas por los gobiernos para contenerla han restringido la aviación comercial casi por completo. Santiago Álvarez, CEO de Latam para Colombia, le concedió una entrevista a El Espectador para hablar de las decisiones que han tomado para sobrevivir a la crisis.
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¿Cuál es la situación de Latam hoy en día?
Los gobiernos tienen toda su prioridad puesta en atender la emergencia sanitaria, y eso los ha llevado a tomar medidas como cerrar los cielos en muchos países a escala internacional, inicialmente, y en muchos otros también a escala doméstica. En Colombia, concretamente, el Gobierno también se paró en ese escenario. Obviamente eso afecta de una manera muy dura a la industria, nosotros prácticamente estamos parados, no estamos generando ingresos.
¿Cómo les va con el negocio de carga y qué tanto les ayuda a mantener los ingresos?
El negocio de carga está funcionando porque dentro de las exenciones que puso el Estado esa operación tenía que seguir para garantizar el flujo de abastecimiento del país y el comercio exterior. Pero en una aerolínea como la nuestra la carga representa más o menos el 10 % de los ingresos, por más de que ese negocio esté funcionando y que eventualmente le vaya bien no es capaz de cubrir el otro 90 %, que es el transporte de pasajeros. Vale la pena decir que en el caso de Colombia, nuestro negocio de carga doméstica también está parado porque lo hacemos en las barrigas de los aviones de pasajeros.
¿Cuál es el impacto que se calcula tendrá el coronavirus en la industria?
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que es el gremio que nos agrupa a todos y hace estudios y proyecciones, dice que por cuenta de esta crisis las aerolíneas van a estar perdiendo el 42 % de sus ingresos o el equivalente a US$252 billones, es mucho dinero, un impacto grande durante lo que se estima que dure la crisis, aunque eso es bastante llevado a la imaginación porque nadie sabe realmente cuánto tiempo se extenderá.
¿Esas cifras del gremio, que son a escala mundial, reflejan la proyección particular de Latam?
Sí, por ahí debemos estar, pero de eso no tenemos ningún cálculo todavía. Estamos esperando qué va a pasar con la crisis, cuánto se va a extender, y por eso la decisión de Latam ha sido más en el corto plazo de ir reduciendo sus operaciones, hoy el 95 % de ellas están en tierra y solamente tenemos el 5 % activo, que es el negocio doméstico de Chile y Brasil. Estos todavía no han cerrado, no obstante, vienen muy impactados desde el punto de vista de la demanda, porque la gente tiene miedo a desplazarse por el contagio, no se trata sólo de que el gobierno cierre los cielos; lo que Latam ha hecho es ir acomodando su capacidad a la demanda y a los lugares donde se permite volar.
¿Cuánto tiempo podría mantenerse Latam a flote si la situación que vivimos en este momento se extendiera tal cual está?
Poco tiempo. No obstante, a nivel interno estamos trabajando en varios frentes: con los empleados, con los proveedores y con nuestros financiadores. Lo único que pareciera es que las cosas empeoran cada vez más y los gobiernos van tomando medidas cada vez más restrictivas. Esperaremos a ver qué pasa en el caso de Colombia, pero por ahora estamos en un escenario en el que todos nuestros aviones están en tierra y no podemos hacer ningún tipo de operación de pasajeros.
Cómo han sido los acuerdos con empleados, proveedores y financiadores.
Estamos en ese proceso. A los empleados les propusimos una reducción salarial de 50 % para los próximos tres meses, con un piso de dos salarios mínimos y medio, es decir, persona que gane menos de esto no se toca, pero el resto de la organización sí, esto buscando algunos ahorros y preservación de caja. Logramos que el 100 % aceptara la propuesta, porque es un acuerdo voluntario, estamos muy contentos de que nos hayan ayudado como compañía para garantizar la sostenibilidad de la empresa a largo plazo.
Por otro lado, estamos sentados negociando con proveedores algunas extensiones en los pagos que estaban programados para el corto plazo y buscando algunas eficiencias de costo con ellos; ese proceso será más largo porque son muchos, pero avanzamos en ese sentido. Por último, con nuestros financiadores estamos en conversaciones para ver si podemos encontrar algunas facilidades en las cuotas de los aviones que se encuentran en leasing.
¿Cuánto tiempo proyectan que les tomaría llevar la operación al nivel en el que estaban antes de esta coyuntura?
Hay analistas que dicen muchas cosas, pero nosotros estamos pegados a un modelo base que dice que vamos a estar entre tres y cuatro meses operando muy bajo, al 25 % de nuestra capacidad, y luego esperaríamos terminar diciembre alrededor de 60 o 70 % de la capacidad que teníamos tan solo hace un mes. Finalmente, nos tomarían otros 24 meses llegar al 100 %. Es un período largo, esto sin duda va a cambiar la dinámica del negocio y la forma en que las aerolíneas tenemos que aproximarnos al mercado para recuperar la confianza de los clientes a volar.
¿Qué piensan de las propuestas de IATA para ayudar a la industria y de las decisiones que ha tomado el Gobierno colombiano al respecto?
El Gobierno colombiano sí ha actuado con celeridad para generar algunas medidas para el sector, no podemos desconocer eso, hay varios decretos que tienen entre sus paquetes de alivio ayudas dirigidas exclusivamente a las aerolíneas. No obstante, vemos que son medidas que podemos aprovechar en el corto plazo y van a ser buenas, pero pensando en un escenario de reactivación, que vemos demorado y doloroso, este tipo de alivios no representarían en términos de volumen lo que necesitamos, que es liquidez. En ese sentido destacamos lo que han hecho en Estados Unidos y en Brasil, en donde los gobiernos salieron a ofrecer créditos directos a la industria para sobrepasar la crisis y llevar nuevamente al sector aéreo a retomar su operación.
¿Estarían interesados en tomar el crédito de Bancóldex que parece ser el único exclusivo para el sector?
Hemos estado en conversaciones con Bancóldex, pero vemos muy pequeño el crédito que se ofrece a través de ese canal, con $5.000 millones por aerolínea, lo que es una ayuda bastante limitada para el tipo de negocio que tenemos y el tamaño de nuestra empresa, que al año produce ingresos por $981.000 millones y nuestras necesidades de caja de un mes superan los $5.000 millones.
¿Cuál es su conclusión de esta situación?
Como industria y como compañía hacemos un llamado a que de esta crisis no podemos salir solos, tenemos que trabajar aguas adentro en hacer cosas para sobrevivir y preservar caja, pero aquí vamos a necesitar de la mano del gobierno para poder salir adelante, como lo estamos viendo en otros países. Latam no solo se quiere ver como un espectador de esta crisis, también hemos ofrecido al gobierno nuestros aviones en caso de que se necesiten para repatriación de extranjeros o transportar medicinas, personal médico y cualquier otro relacionado con la pandemia.