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Las importaciones de una u otra manera son un termómetro sobre la capacidad de compra de bienes producidos en el extranjero por parte de los hogares y empresas colombianas. Los últimos datos del DANE muestran una caída del 0,6% en agosto de 2017 respecto al año anterior. Esto es sinónimo del débil comportamiento de la economía colombiana en el último año donde el crecimiento en los dos primeros trimestres ha sido inferior a los de las cifras de 2016, muy por debajo del 2% que se proyectaba desde los organismos multilaterales al comienzo del año. En otras palabras, menores compras en el extranjero se asocian con una menor confianza en la economía. (Lea "Importaciones bajaron 0,6% en agosto de 2017")
Por otra parte, no se puede olvidar que en los últimos dos años las importaciones han sufrido una gran caída ante la devaluación de la moneda colombiana. Muchos bienes de lujo y otros menos necesarios son los que más han sufrido ante el nuevo panorama cambiario y, de hecho, en el fuerte choque inflacionario de 2016 una parte se debió a la devaluación de la moneda.
Hay un punto sobre el que vale la pena detenerse: el crecimiento de las importaciones para el mismo periodo de 2016 fue mucho más dramático con una caída del 5%. Una lectura rápida entonces nos diría que el panorama mejoró para este año. No obstante, esta mejora puede estar es asociada a un acople de los agentes económicos a la nueva tasa de cambio, mas no un sinónimo de recuperación económica del país. Tal vez muchos importadores mantenían la esperanza de volver a una tasa cercana a los $2000 por dólar, pero ante la consolidación de una tasa alrededor de los $3000 se han resignado a este nuevo nivel.
Este análisis sería consistente con los datos de año corrido, cuando en los primeros ocho meses de 2016 las importaciones fueron US$29.118,3 millones, mientras que, para 2017, habían crecido a US$30.781,0 millones, con una variación positiva de 5,7%.
Así entonces hay que mirar con lupa los datos de importaciones y si bien parecieran noticias alentadoras no se pueden tomar a la ligera estas mejoras cuando el ingreso agregado aún no despega.
*Profesor Escuela de Economía - Universidad Nacional de Colombia