Las medidas que se necesitan para evitar el desabastecimiento de gas en Colombia

Teniendo en cuenta las cifras del gestor del mercado, la oferta de gas local no será suficiente para cubrir la demanda en el país en el mediano y largo plazo, así lo confirmó la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas). El gremio estima que será necesario contratar el 12 % de la demanda (120 giga BTU por día) para 2025 y 30 % para 2026 (350 giga BTU por día).

Teniendo en cuenta las cifras del gestor del mercado, la oferta de gas local no será suficiente para cubrir la demanda en el país en el mediano y largo plazo, así lo confirmó la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas). El gremio estima que será necesario contratar el 12 % de la demanda (120 giga BTU por día) para 2025 y 30 % para 2026 (350 giga BTU por día).

Para poder cumplirles a los usuarios residenciales, comerciales, industriales y vehiculares se necesitarían fuentes externas. Con esa sentencia, la Asociación pidió que se prioricen las acciones necesarias para garantizar el suministro del gas que usan más de 12 millones de hogares, cerca de 36 millones de colombianos.

Tras la advertencia, el Gobierno aseguró que ya puso manos a la obra. Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía, dijo que en mayo se lanzó un plan de abastecimiento de gas y que están trabajando en las medidas regulatorias que permitan el uso anticipado de moléculas off shore, el mejoramiento de la infraestructura existente, entre otras cosas.

Rafael Fajardo Moreno, vicepresidente de Operaciones, Regalías y Participación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), contó a este diario que se han adoptado 13 medidas para garantizar “una gestión eficiente de las reservas y recursos contingentes de petróleo y gas”. “Hemos venido trabajando articuladamente con diferentes entidades y gremios que pertenecen a este comité para analizar las que se adoptarán para garantizar la gestión eficiente de los recursos y las reservas. Producto de este trabajo, ya contamos con varias de las normas expedidas, en comentarios o en proceso de expedirse”, afirmó.

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Ecopetrol, por su parte, informó que está ejecutando un plan para garantizar abastecimiento con medidas como la maximización de la producción, avances para las importaciones y alternativas de recibo, almacenamiento y regasificación de gas natural licuado. Ricardo Roa, presidente de la petrolera, aseguró que, según los cronogramas, “no habrá déficit en el país”.

Roa agregó que pronto saldrá un decreto para flexibilizar la regulación y permitirle a Ecopetrol hacer una oferta de contratos de gas para atender entre 120 y 160 giga BTU por día. En cuanto a importación, el presidente agregó que la empresa sigue acompañando a PDVSA Colombia, en el marco del contrato de 2007, en las actividades necesarias para rehabilitar el gasoducto Antonio Ricaurte para importar gas de Venezuela en 2025, siempre y cuando se cuente con el aval del gobierno de Estados Unidos, por medio de la OFAC.

Para Julio César Vera, presidente de XUA Energy, este es el momento para pasar de las palabras a las acciones, para que el país pueda aprovechar el potencial que tiene en este energético y no termine dependiendo de terceros: “Es claro que a partir del próximo año habrá un déficit estructural de gas natural que no responde a los fenómenos coyunturales, sino a una caída en las reservas del país, al deterioro de la producción por el desincentivo de las actividades de exploración y producción, la incertidumbre de los inversionistas, la inestabilidad institucional y la demora en la ejecución de proyectos”.

Desde mayo, cuando la ANH presentó el informe de reservas en el país y las medidas de las que habló Camacho, los expertos advirtieron que a largo plazo la situación con el gas no pinta bien: las cifras vienen cayendo desde 2017 y la relación reservas probadas/producción es de 6 años, según el análisis de los datos de 2023. Pese a las malas noticias, Fajardo destaca los datos de recursos contingentes, aquellos potencialmente recuperables, pero que para llegar a ser comerciales deben superar una o más contingencias. Los volúmenes contingentes para gas en 2023 aumentaron 29 %.

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Como ya lo ha hecho en otras ocasiones, la presidenta de Naturgás, Luz Stella Murgas, afirmó que es necesario priorizar las decisiones de política pública y regulatorias para incrementar la oferta local y habilitar las fuentes externas de suministro. La cabeza del gremio sostiene que le han insistido al Ministerio de Minas y a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) que comercializar gas con las reglas actuales “podría generar un incremento en los precios del gas natural, un servicio público que históricamente ha sido el más económico en Colombia”.

Las empresas proponen varias estrategias, que incluyen flexibilizar las reglas para la comercialización de gas (duración de contratos, fechas de negociación y vigencias); aprobar las inversiones para ampliar la capacidad de transporte del gasoducto Barranquilla-Ballena, para tener la opción de transportar excedentes de gas al interior del país, y resolver las solicitudes de revisión de cargos y agregación de tramos de transporte para impulsar el desarrollo de los proyectos que permitirían ampliar la oferta local.

El gremio reconoce que la CREG ha planteado medidas para flexibilizar la comercialización, pero dice que estas deben adoptarse “definitivamente y en el menor tiempo posible”. Naturgas también propone otra serie de opciones para dinamizar la exploración, incluyendo revisar la extensión de áreas de contratos afectadas por eventos de fuerza mayor o temas técnicos y promover la sinergia entre proyectos convencionales y de transición energética.

En este escenario, preocupa todavía más la falta de comisionados en la CREG, la entidad encargada de regular el sector. A la fecha, de los seis comisionados que establece la ley, solo dos están en propiedad (Antonio Jiménez y Fanny Guerrero) y hay un encargado, Orlando Velandia, presidente de la ANH.

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¿Qué implicaría un desabastecimiento de gas?

“La reactivación económica en Colombia tiene un punto fundamental, la energía y el gas. Si no hay energía y no hay gas, no hay empresas que puedan funcionar. (...) No tenemos problema en que haya gas importado, pero si quisiéramos traer desde hoy el gas de Venezuela, nos demoraríamos un año en poder traer la primera molécula”, afirmó Camilo Sánchez, presidente de Andesco.

Vera explica que la primera consecuencia de no poder abastecer la demanda con gas local sería el aumento de los precios. Esa subida golpearía a empresas y usuarios, e incluso generaría la necesidad de más subsidios del Estado para proteger a la población más vulnerable. En este punto, si bien la opción sería importar, hay dudas sobre la capacidad del país para transportar la cantidad suficiente. Además, depender de otros es “riesgoso”, teniendo en cuenta que muchos factores podrían afectar el suministro, por ejemplo, recuerda la compleja situación que vivió buena parte de Europa por su dependencia del gas ruso.

En el peor de los casos, en el que las importaciones no sean suficientes, el experto señala que crecería la demanda en el sector eléctrico, acarreando otra serie de consecuencias económicas y necesidades de inversión para los usuarios finales y poniendo en riesgo el abastecimiento de energía por la estrechez que también existe en este mercado.

En este punto, para Vera la mejor opción es que el país apueste por el gas y más el de origen local, que es el “combustible de la transición energética”, con determinación: “Con el potencial que tiene Colombia en los yacimientos no convencionales, así como en áreas como el off shore Caribe, el piedemonte llanero y las cuencas de Cesar-Ranchería, Sinú-San Jacinto y el mismo valle inferior del Magdalena, sería un pecado que el país termine dependiendo del gas importado”.

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