Las miradas a Mauricio Lizcano, el nuevo ministro de las TIC

Tras el remezón ministerial que se vivió esta semana, en el que siete jefes de cartera presentaron su renuncia al presidente Gustavo Petro, el próximo lunes se posesionarán los nuevos ministros. Entre estos se encuentra Mauricio Lizcano, una figura política reconocida por su paso en el Congreso, y que ahora asumirá el liderazgo del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (Mintic).

Tras el remezón ministerial que se vivió esta semana, en el que siete jefes de cartera presentaron su renuncia al presidente Gustavo Petro, el próximo lunes se posesionarán los nuevos ministros. Entre estos se encuentra Mauricio Lizcano, una figura política reconocida por su paso en el Congreso, y que ahora asumirá el liderazgo del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (Mintic).

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La saliente ministra Sandra Milena Urrutia le deja la vara muy alta, pues en el ámbito TIC ella goza de reconocimiento por sus saberes técnicos, así como por su voluntad de diálogo y acercamiento a sectores que históricamente se han sentido descuidados por la cartera, como lo son los pequeños proveedores de servicios de internet (conocidos como ISP, que son los que llevan conexión a las zonas más apartadas del país). De allí que varios protagonistas en la materia la califiquen como “uno de los elementos más destacados que tuvo el gabinete de Gustavo Petro”.

En contraste, las TIC no tienen tanto protagonismo en la hoja de vida de Lizcano, más allá de haberse desempeñado como asesor de despacho en este ministerio durante el año 2003, además de hacer un curso de administración de empresas y tecnología en el Cambridge Business College.

No obstante, las miradas del sector sobre el nuevo ministro se muestran optimistas, pues se cree que su paso por la cartera podría dejar grandes avances. Ejemplo de esto es José Daniel López, quien es el director ejecutivo de Alianza In (gremio de aplicaciones e innovación colombiano). Desde su experiencia, considera que Lizcano es una persona “sensible a los temas digitales”, así como un “interesado en los asuntos de la economía digital”. Añade que su paso por el Congreso es algo que podría jugar a su favor, pues le haría más fácil impulsar los proyectos TIC que se adelanten. Además, considera que su eventual falta de conocimiento en algunos temas podría ser subsanada mediante la conformación de un buen equipo de trabajo.

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Otro de los le augura un buen ministerio a Lizcano es Alberto Samuel Yohai, quien es el presidente de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT). Considera que el entrante ministro tiene “los conocimientos necesarios para generar valor al país”. También cree que, así como con Urrutia, hay posibilidades de trabajar de manera articulada y que “se le debe dar el beneficio de la duda”. “Desde acá estaremos disponibles para colaborarle”, añade.

Otras miradas se muestran un tanto más críticas, como la de Carolina Botero, quien es la directora de la Fundación Karisma. Para ella, este cambio aparentemente tiene que ver más con una estrategia política que con un interés de transformación por sí mismo. “Se está cambiando a una mujer con conocimiento del sector desde su experiencia de control en el Estado por un político con conocimiento académico del sector. Ambos perfiles pueden tener fortalezas y puntos ciegos que deberán cubrir con el equipo que nombren, pero espero que además de los retos en materia de conectividad aborden los derivados de la transformación digital. Hasta ahora, en las entrevistas de la mañana de su nombramiento, Lizcano en eso se parece a La ministra Urrutia, pues sigue el libreto de la conectividad”, detalla.

Los retos de Lizcano

Continuar en la lucha por reducir la brecha digital es, sin duda, uno de los mayores retos que enfrentará el nuevo ministro de las TIC, pues las apuestas gubernamentales apuntan no solo a que más zonas apartadas dispongan de conexión a internet de calidad, sino que su población tenga acceso a los dispositivos que se conectan a la red (celulares, tablets y computadores), así como los conocimientos para sacarle el provecho a estas tecnologías.

Ana María Martínez, quien es la presidente de ISP Corporation (gremio que agrupa a los pequeños prestadores de servicios de telecomunicaciones) asegura que en muchos casos no es que no haya conectividad en las regiones, sino que las personas no tienen el dinero para pagar por esta, a lo que se suman otras problemáticas, como lo es el hurto de la fibra óptica y los altos costos por el alquiler de los postes que la transportan hasta los hogares.

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Desde Alianza In se considera que a Lizcano le depara el reto de poner a tono la formalidad en el trabajo con la realidad de la economía digital, esto en el debate de la reforma laboral. “Es posible materializar los derechos laborales y proteger a los trabajadores digitales sin deformar o asfixiar a la economía digital”, asegura López. También cree que podría conseguir una victoria temprana al terminar de impulsar la ley que reglamenta las plataformas de intercambio de cripto activos, el cual es un proyecto que está a solo dos debates que, aunque tiene el tiempo en contra, podría ser “una ganancia inmensa en materia de innovación regulatoria para el país”, precisa.

Por su parte, la directora de Karisma considera que los grandes desafíos serán en materia de ciberseguridad. “En especial entender mejor la articulación de Mintic con la Alta Consejería de Tecnología y especialmente con Kattan en esto y en la agenda de datos”, detalla, a lo que agrega la regulación de plataformas de diferentes tipos, la violencia digital con perspectiva de género e interseccional.

Finalmente, para la CCIT es importante que desde esta y otras carteras se brinde seguridad jurídica ante la incertidumbre macroeconómica que se vive en Colombia, pues es un hecho que este cambio de gabinete provocó un impacto en las acciones y el precio del dólar. “Este es un sector sensible por la tasa de cambio, específicamente la del dólar, ya que la tecnología del mundo en su mayoría se vende en dólares”, concluye Yohai.

Así las cosas, las miradas están puestas en Lizcano, con la esperanza de que permita que la cartera de las TIC sea una herramienta para fomentar el desarrollo y la competitividad en el país. Formar profesionales que respondan a la realidad de la industria 4.0 y el despliegue comercial del 5G, también son temas que harán parte de su agenda. Lo que tiene es trabajo por delante.

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