¿Le conviene a EPM vender las acciones que tiene en Tigo Une?
El alcalde Federico Gutiérrez anunció que se radicó en el Concejo de Medellín un proyecto de acuerdo con el que se busca la enajenación de estas acciones.
Tigo Une es hoy uno de los principales activos que tiene Empresas Públicas de Medellín (EPM), al gozar del 50 % más una acción de la compañía, la cual comparte con Millicom, quien es el segundo mayor accionista.
Según lo explicado por el alcalde Federico Gutiérrez, Tigo Une puede estar costando $1,3 billones, más los 300.000 millones que recibió de capitalización el año pasado.
Esta está inmersa en el negocio de las telecomunicaciones, siendo la tercera con mayor cuota de mercado en Colombia, al registrar ingresos por más de $30.319 millones (con corte a febrero del presente año), siendo superada por Movistar (con $48.820 millones) y Claro ($85.587 millones).
A pesar de lo atractivo que pareciera ser este negocio, la enajenación de las acciones de Tigo ha sido un tema que ha estado sobre la mesa de las más recientes administraciones de Medellín. En su mandato, Daniel Quintero lo intentó, pero el Consejo de la ciudad no lo acompañó en la iniciativa.
El debate se reavivó hoy, con la radicación en el cabildo de un nuevo proyecto de acuerdo con el que, nuevamente, se propone poner a la venta las acciones de Tigo Une.
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Según lo manifestado por el alcalde Federico Gutiérrez, esto no se traducirá en que EPM se privatizará. “Seguirá siendo 100 % pública”, detalló.
El mandatario señaló que la intención detrás de esta iniciativa se centra en “proteger el patrimonio público de las acciones que allí están, en un futuro donde se necesita una gran inversión de capital”.
Es decir, Gutiérrez anticipa que Tigo UNE necesitará una nueva capitalización e inversiones en el futuro, lo que le demandará recursos EPM y que, bajo el actual panorama, no resulta conveniente al saber que el dinero que representa su participación accionaría se podría destinar a otra serie de inversiones que se requieren en la ciudad.
Lo cierto es que el sector de las telecomunicaciones no pasa por su mejor momento. Muestra de esto es lo que refleja el indicador ARPU (Promedio de Ingresos por Usuario), el cual ha venido cayendo para todos los operadores en el país. A la par, las inversiones han ido aumentando, con un mayor despliegue de infraestructura para llegar a más territorios con señal 4G, así como el precio que se pagó para quedarse con el espectro del 5G, así como los compromisos asumidos con el Gobierno para extender esta nueva red de telecomunicaciones en el territorio nacional.
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En suma, las inversiones están aumentando mientras que los ingresos están cayendo (o por lo menos no repuntan de forma significativa, como lo muestra la gráfica de ingresos de Tigo, que se ha mantenido casi que estable desde marzo del año pasado). Para Gutiérrez, esta situación es insostenible y, a su criterio, le convendría a EPM bajarse de ese barco ahora.
Muestra del complejo escenario por el que atraviesa el sector es la situación en la que se encuentra WOM, la cual pasa por un proceso de insolvencia financiera con la esperanza de llegar a un acuerdo con sus acreedores para evitar caer en la quiebra.
Tigo Une también pasó por un proceso similar, solo que hacia finales del año pasado logró reunir una capitalización de $600.000 millones, los cuales fueron aportados por mitades por EPM y Millicom.
“De aquí en adelante lo que sigue es una discusión pública y transparente, con técnicos y personas que conozcan del área de las Telecomunicaciones. Lo que buscamos presentando este acuerdo municipal es proteger el patrimonio público, que es lo más importante”, añadió Gutiérrez.
Según lo consagrado en el documento que fue radicado, la enajenación de estas acciones puede ser total o parcial, y se detalla que el valor de las mismas, así como los procesos de venta se realizarán con base en lo que indiquen los estudios técnicos. Los recursos que sean obtenidos eventualmente, se incluirían de forma automática al presupuesto de Empresas Públicas de Medellín.
Aún así, hay que esperar a que el Consejo analice y vote esta propuesta que, recordemos, ya ha sido negada en otras administraciones. Gutiérrez cree que esta sí será la vencida, pues ahora existe una “confianza” de que los recursos obtenidos se emplearán de forma acertada, y no para temas “de corrupción”.
“Hemos hablado con los concejales de Medellín, quienes expresan confianza en que estos recursos van a ser bien utilizados, pero para nosotros es muy importante que en esta discusión puedan participar todos los actores sociales. Si se concreta el proceso se hará una negociación donde los recursos de esas acciones tienen que ser bien administrados. Esos recursos no vendrán al distrito porque ya tenemos los recursos destinados para el Plan de Desarrollo. Esos recursos se quedarán en EPM”, dijo.
Según lo comunicado por la Alcaldía de Medellín, el destino de estos dineros serían para:
- Fortalecer el talento humano en formación de habilidades, sobre todo enfocadas en la cuarta revolución industrial, en la industria del entretenimiento, y en inglés como segunda lengua. Esto para combatir el desempleo juvenil y el desempleo en la ciudad.
- Convertir a Medellín en la ciudad más innovadora de América Latina a través de nuevos proyectos de emprendimiento y startups tecnológicas que generen valor a la ciudad desde Ruta N.
- Todo lo que tiene que ver con generación y construcción de un nuevo modelo de gestión de residuos sólidos aplicando la economía circular, para solucionar uno de los grandes problemas que tenemos en la ciudad.
- Inversión importante en la ciudad de conectividad e internet de buena calidad para todos en espacios públicos: parques, escuelas, lugares públicos.
Sobre si le conviene, o no, a EPM vender su participación accionaria en Tigo UNE, es un tema que debe salir de un profundo análisis que examine los riesgos y oportunidades que se enmarcan en este negocio.
También habría que tener en cuenta el tema de los dividendos, pues estos se consideran un ingreso periódico para EPM. Si bien las iniciativas que propone Gutiérrez se podrían catalogar como inversión, estas no reemplazan el lugar que hoy tiene un ingreso de este tipo, y aún obviando esto, sus impactos en la economía local no se verían en un corto o mediano plazo.
Si bien puede ser cierto lo que plantea Gutiérrez, de que TIGO UNE podría llegar a demandar mayores inversiones antes de brindar las ganancias económicas que se quisieran, también hay que señalar que esta es una de las industrias más estratégicas del país, con un enorme potencial de crecimiento ahora que se inició la comercialización del 5G, y todas las demandas en telecomunicaciones que implican nuevas tecnologías como el internet de las cosas, amén de tendencias como la automatización y digitalización empresarial.
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Tigo Une es hoy uno de los principales activos que tiene Empresas Públicas de Medellín (EPM), al gozar del 50 % más una acción de la compañía, la cual comparte con Millicom, quien es el segundo mayor accionista.
Según lo explicado por el alcalde Federico Gutiérrez, Tigo Une puede estar costando $1,3 billones, más los 300.000 millones que recibió de capitalización el año pasado.
Esta está inmersa en el negocio de las telecomunicaciones, siendo la tercera con mayor cuota de mercado en Colombia, al registrar ingresos por más de $30.319 millones (con corte a febrero del presente año), siendo superada por Movistar (con $48.820 millones) y Claro ($85.587 millones).
A pesar de lo atractivo que pareciera ser este negocio, la enajenación de las acciones de Tigo ha sido un tema que ha estado sobre la mesa de las más recientes administraciones de Medellín. En su mandato, Daniel Quintero lo intentó, pero el Consejo de la ciudad no lo acompañó en la iniciativa.
El debate se reavivó hoy, con la radicación en el cabildo de un nuevo proyecto de acuerdo con el que, nuevamente, se propone poner a la venta las acciones de Tigo Une.
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Según lo manifestado por el alcalde Federico Gutiérrez, esto no se traducirá en que EPM se privatizará. “Seguirá siendo 100 % pública”, detalló.
El mandatario señaló que la intención detrás de esta iniciativa se centra en “proteger el patrimonio público de las acciones que allí están, en un futuro donde se necesita una gran inversión de capital”.
Es decir, Gutiérrez anticipa que Tigo UNE necesitará una nueva capitalización e inversiones en el futuro, lo que le demandará recursos EPM y que, bajo el actual panorama, no resulta conveniente al saber que el dinero que representa su participación accionaría se podría destinar a otra serie de inversiones que se requieren en la ciudad.
Lo cierto es que el sector de las telecomunicaciones no pasa por su mejor momento. Muestra de esto es lo que refleja el indicador ARPU (Promedio de Ingresos por Usuario), el cual ha venido cayendo para todos los operadores en el país. A la par, las inversiones han ido aumentando, con un mayor despliegue de infraestructura para llegar a más territorios con señal 4G, así como el precio que se pagó para quedarse con el espectro del 5G, así como los compromisos asumidos con el Gobierno para extender esta nueva red de telecomunicaciones en el territorio nacional.
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En suma, las inversiones están aumentando mientras que los ingresos están cayendo (o por lo menos no repuntan de forma significativa, como lo muestra la gráfica de ingresos de Tigo, que se ha mantenido casi que estable desde marzo del año pasado). Para Gutiérrez, esta situación es insostenible y, a su criterio, le convendría a EPM bajarse de ese barco ahora.
Muestra del complejo escenario por el que atraviesa el sector es la situación en la que se encuentra WOM, la cual pasa por un proceso de insolvencia financiera con la esperanza de llegar a un acuerdo con sus acreedores para evitar caer en la quiebra.
Tigo Une también pasó por un proceso similar, solo que hacia finales del año pasado logró reunir una capitalización de $600.000 millones, los cuales fueron aportados por mitades por EPM y Millicom.
“De aquí en adelante lo que sigue es una discusión pública y transparente, con técnicos y personas que conozcan del área de las Telecomunicaciones. Lo que buscamos presentando este acuerdo municipal es proteger el patrimonio público, que es lo más importante”, añadió Gutiérrez.
Según lo consagrado en el documento que fue radicado, la enajenación de estas acciones puede ser total o parcial, y se detalla que el valor de las mismas, así como los procesos de venta se realizarán con base en lo que indiquen los estudios técnicos. Los recursos que sean obtenidos eventualmente, se incluirían de forma automática al presupuesto de Empresas Públicas de Medellín.
Aún así, hay que esperar a que el Consejo analice y vote esta propuesta que, recordemos, ya ha sido negada en otras administraciones. Gutiérrez cree que esta sí será la vencida, pues ahora existe una “confianza” de que los recursos obtenidos se emplearán de forma acertada, y no para temas “de corrupción”.
“Hemos hablado con los concejales de Medellín, quienes expresan confianza en que estos recursos van a ser bien utilizados, pero para nosotros es muy importante que en esta discusión puedan participar todos los actores sociales. Si se concreta el proceso se hará una negociación donde los recursos de esas acciones tienen que ser bien administrados. Esos recursos no vendrán al distrito porque ya tenemos los recursos destinados para el Plan de Desarrollo. Esos recursos se quedarán en EPM”, dijo.
Según lo comunicado por la Alcaldía de Medellín, el destino de estos dineros serían para:
- Fortalecer el talento humano en formación de habilidades, sobre todo enfocadas en la cuarta revolución industrial, en la industria del entretenimiento, y en inglés como segunda lengua. Esto para combatir el desempleo juvenil y el desempleo en la ciudad.
- Convertir a Medellín en la ciudad más innovadora de América Latina a través de nuevos proyectos de emprendimiento y startups tecnológicas que generen valor a la ciudad desde Ruta N.
- Todo lo que tiene que ver con generación y construcción de un nuevo modelo de gestión de residuos sólidos aplicando la economía circular, para solucionar uno de los grandes problemas que tenemos en la ciudad.
- Inversión importante en la ciudad de conectividad e internet de buena calidad para todos en espacios públicos: parques, escuelas, lugares públicos.
Sobre si le conviene, o no, a EPM vender su participación accionaria en Tigo UNE, es un tema que debe salir de un profundo análisis que examine los riesgos y oportunidades que se enmarcan en este negocio.
También habría que tener en cuenta el tema de los dividendos, pues estos se consideran un ingreso periódico para EPM. Si bien las iniciativas que propone Gutiérrez se podrían catalogar como inversión, estas no reemplazan el lugar que hoy tiene un ingreso de este tipo, y aún obviando esto, sus impactos en la economía local no se verían en un corto o mediano plazo.
Si bien puede ser cierto lo que plantea Gutiérrez, de que TIGO UNE podría llegar a demandar mayores inversiones antes de brindar las ganancias económicas que se quisieran, también hay que señalar que esta es una de las industrias más estratégicas del país, con un enorme potencial de crecimiento ahora que se inició la comercialización del 5G, y todas las demandas en telecomunicaciones que implican nuevas tecnologías como el internet de las cosas, amén de tendencias como la automatización y digitalización empresarial.
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