Valentina Hernández: “El mayor éxito de un negocio es sobrevivir... y divertirse en el camino”
Ricardo De La Blanca
“Hay que hacer la tarea…Yo no dije un día 'renuncio, voy a montar una empresa de lentes”, dice la venezolana Valentina Hernández, cofundadora con su hermano de Portrait Eyewear, en este episodio del podcast “Aprender de los Líderes”, con Ricardo De La Blanca.
La compañía, con sede en el Reino Unido, producción en Italia preservando la manufactura tradicional a mano de pequeños artesanos, pero ventas por todo el mundo desde Estados Unidos a Arabia Saudita, entró en un mercado casi que saturado y ha logrado abrirse camino con base en diseño, redes de artistas, tecnología y productos únicos.
“El liderazgo no es mandar, es mostrar cómo se pueden hacer las cosas”, dice Valentina Hernández, quien cuenta su camino desde sus estudios de comunicaciones y su crecimiento en el mundo del mercadeo y la publicidad.
En ese camino recuerda el mejor consejo que le han dado: “para valer hay que tener valor”. Lo dice mientras explica su decisión de explorar y arriesgarse hasta entender que la combinación de su hermano coleccionista de lentes y diseñador y su estadía en el norte de Italia, donde los artesanos elaboraban los lentes de manera tradicional se podía convertir en un emprendimiento exitoso.
Sus conocimientos comunicacionales, su pasión por el arte y la decisión de fortalecer a las comunidades, sumados a una idea original de su hermano, la convencieron de lanzarse a “hacer algo mío”. Y, así, al hablar de su mayor éxito, asegura: “El mayor éxito de un negocio es sobrevivir, y divertirse en el camino”.
“Hay que hacer la tarea…Yo no dije un día 'renuncio, voy a montar una empresa de lentes”, dice la venezolana Valentina Hernández, cofundadora con su hermano de Portrait Eyewear, en este episodio del podcast “Aprender de los Líderes”, con Ricardo De La Blanca.
La compañía, con sede en el Reino Unido, producción en Italia preservando la manufactura tradicional a mano de pequeños artesanos, pero ventas por todo el mundo desde Estados Unidos a Arabia Saudita, entró en un mercado casi que saturado y ha logrado abrirse camino con base en diseño, redes de artistas, tecnología y productos únicos.
“El liderazgo no es mandar, es mostrar cómo se pueden hacer las cosas”, dice Valentina Hernández, quien cuenta su camino desde sus estudios de comunicaciones y su crecimiento en el mundo del mercadeo y la publicidad.
En ese camino recuerda el mejor consejo que le han dado: “para valer hay que tener valor”. Lo dice mientras explica su decisión de explorar y arriesgarse hasta entender que la combinación de su hermano coleccionista de lentes y diseñador y su estadía en el norte de Italia, donde los artesanos elaboraban los lentes de manera tradicional se podía convertir en un emprendimiento exitoso.
Sus conocimientos comunicacionales, su pasión por el arte y la decisión de fortalecer a las comunidades, sumados a una idea original de su hermano, la convencieron de lanzarse a “hacer algo mío”. Y, así, al hablar de su mayor éxito, asegura: “El mayor éxito de un negocio es sobrevivir, y divertirse en el camino”.