Lo que dice el dato del PIB sobre la salud de la economía colombiana

Tal como lo anticipaban los analistas, el Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de 2023 creció poco. Frente al mismo periodo de 2022 el aumento fue de 0,3 % y frente al trimestre anterior se evidencia un decrecimiento del 1 %. En efecto, la economía colombiana, que pasó por el confinamiento por la pandemia de covid-19 y la reactivación, con un consumo al alza, hoy se está desacelerando.

Tal como lo anticipaban los analistas, el Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de 2023 creció poco. Frente al mismo periodo de 2022 el aumento fue de 0,3 % y frente al trimestre anterior se evidencia un decrecimiento del 1 %. En efecto, la economía colombiana, que pasó por el confinamiento por la pandemia de covid-19 y la reactivación, con un consumo al alza, hoy se está desacelerando.

Como explicó Piedad Urdinola, directora del DANE, las cifras se deben ver en contexto, teniendo en cuenta que el crecimiento reportado en Colombia en 2022 (12 % para el segundo trimestre) fue inusualmente alto.

Aunque es esperable que baje el ritmo del crecimiento económico a uno más sostenible, especialmente mientras se ajustan otras variables de la ecuación, como la inflación, el objetivo es conseguir un aterrizaje suave, esquivando una recesión económica. Mauricio Santamaría, presidente de ANIF, afirma que si bien no hay sorpresa en la desaceleración, lo que sí sorprende es el ritmo, “teniendo en cuenta que pasamos de un crecimiento económico de 3 % en el primer trimestre a uno de 0,3 %”.

Con eso en mente, es hora de examinar los datos.

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📍 El pulso de la economía

El presidente Gustavo Petro dijo que estamos fracasando “como sociedad y como Gobierno” en el desarrollo de la agricultura y la industria, un hecho que atribuyó a las altas tasas de interés.

Al analizar el PIB por actividades económicas, cinco de las 12 se ubicaron en el terreno negativo: industrias manufactureras (-4 %), construcción (-3,7 %), comercio, transporte y alojamiento (-3,2 %), agricultura (-1,4 %) y actividades profesionales, científicas y técnicas (-0,2). Cada una merece un análisis particular, teniendo en cuenta que hay que ver su comportamiento en el tiempo.

Santamaría afirma que al contrastar los datos con los de la economía prepandemia, las actividades terciarias (como el comercio) siguen en cifras positivas, pese a las caídas recientes; también las secundarias (industria manufacturera y construcción). En cambio, las actividades primarias (agricultura y explotación de minas y canteras) están por debajo de los datos de 2019.

En el análisis del trimestre, el sector de actividades artísticas y de entretenimiento fue el que más creció (12,2 %), seguido de administración pública y defensa, educación y actividades de la salud humana (4,5 %) que también fue el que más aportó al dato total (0,7 %). En esta categoría se destaca salud, de acuerdo con Urdinola.

📍 ¿El “jalonador” económico?

Petro destacó que “el jalonador económico” ha sido el Gobierno, ya que sus políticas han ayudado a “mantener la economía en positivo”.

Andrés Pardo Amézquita, director de Estrategia para América Latina de XP Investments y ex viceministro de Hacienda, dice que, si bien es cierto que el gasto del Gobierno impulsó el dato del trimestre, “el consumo público no debe ser el que sostiene el crecimiento económico, entre otras cosas porque no es sostenible en un escenario en el que se necesita ir reduciendo el déficit fiscal”. Para el experto, los esfuerzos del Gobierno deben enfocarse en un gasto que genere productividad de largo plazo (inversión pública) y en crear mayores incentivos para la inversión privada.

Además, resalta la caída en inversión de 24 %, uno de los elementos que más preocupa. En este punto, Camilo Herrera, de Raddar, asegura que el Gobierno en realidad no está gastando como debería, porque al ver las cifras al detalle, aunque el gasto público ha crecido (también se evidencia en la categoría de administración pública), la inversión en infraestructura, por ejemplo, “está colgada”. Así las cosas, no solo hay problemas en la inversión pública, sino también en la privada.

La caída general en el rubro de inversión, dicen los expertos, es una mala noticia para el empleo y para el crecimiento económico, no del trimestre, sino a mediano y largo plazo.

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📍 La demanda

Por otro lado, el consumo de los hogares está mostrando un ajuste. “En cuanto a la demanda, se ajustó el consumo que no podía seguir creciendo como lo venía haciendo, eso muestra que la política monetaria, que ha seguido el Banco de la República responsablemente, ha cumplido su fin: restringir un poco el consumo para contener la inflación”, dijo Santamaría.

Para Herrera, aunque los datos de la demanda no son malos per se (porque el Banco de la República buscaba, justamente, frenar el gasto), hay algunas cifras que preocupan, como la caída en las importaciones, que cayeron 14,5 %. “A primera vista parece bueno porque se corrige el déficit comercial, pero en realidad el país importa insumos y bienes intermedios, sin los que no puede producir, y también bienes y servicios de consumo final tanto para el sector público como para el privado, que en el país no se hacen. Que la importación caiga no necesariamente es bueno, es una alerta a la que vale la pena prestarle atención”.

En cuanto al gasto de los hogares, explica que está “nivelándose”. En 2020 los hogares no gastaron, pero en 2021 y 2022 “se nos fue la mano” y en 2023 llegó el ajuste inevitable. A esto se suma la caída en las compras de bienes durables, por ejemplo vehículos, que se explica por el aumento en las tasas de interés y la inflación.

La desaceleración económica que han anticipado los analistas desde hace meses se evidencia en las cifras publicadas por el DANE este martes. El Banco de la República pronostica un crecimiento de 0,9 % este año, pero factores externos podrían jugar en contra.

Sobre la pregunta de si viene una recesión económica, Isidro Hernández, profesor de la Universidad Nacional, explica que todavía es muy pronto para dar una respuesta, pues hay que esperar a los siguientes datos.

Y, como dijo Herrera (y otros expertos consultados por este diario) el dato suena alarmante, pero hay que verlo en contexto y actuar frente a los factores de alarma, como la caída en la inversión y la baja en sectores clave.

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