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Se completan cuatro días desde que inició el paro camionero. El descontento por el aumento del diesel ha hecho que continúen los bloqueos en parte de las principales vías en el país, lo que ya ha generado importantes pérdidas económicas, así como incertidumbre de lo que pueda pasar en los próximos días.
El principal reparo de los transportadores sigue siendo lo que para ellos es el exagerado repunte en el precio del diesel que decretó hace algunos días el Gobierno de Gustavo Petro ($1.904). En diálogos con El Espectador, representantes de estos gremios han explicado que el mencionado incremento desestabiliza su estructura de costos, haciendo que el margen de ganancia por cada flete sea mínimo o inexistente.
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En la más reciente reunión, el gobierno propuso hacer un ajuste gradual de $200 al mes, alcanzando así un incremento de $800 para diciembre. Esta iniciativa fue rechazada por quienes promueven el paro, para quienes el incremento debería ser de $100, llegando a los $400 al finalizar el año.
El gremio transportador también ha explicado que no es sencillo aumentar el precio de los fletes. Primero, porque en estos momentos hay una fuerte dinámica de oferta y demanda, lo que hace que los viajes tengan que darse muy baratos para no perder la oportunidad ante otros competidores (aún con toda y la regulación que impone el SICE TAC); segundo porque eso implicaría sumarle puntos a la inflación en el país, teniendo en cuenta que ellos son quienes transportan los principales productos que conforman la canasta básica familiar.
Recientemente el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, señaló que este último argumento no tiene sentido en la medida en que los bloqueos están impactando más a la inflación que la eventual alza del ACPM.
Para el jefe de la cartera, la salida correcta sigue siendo la de subir el precio del diesel (que lleva 56 meses congelado) y así cerrar la brecha que se registra en el Fondo para la Estabilización de los Precios del Combustible (FEPC), el cual, si no se hace el incremento, cerraría el año rondando los $12 billones.
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En su intervención, en el IX Congreso Empresarial Colombiano (CEC), organizado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), el ministro destacó que los manifestantes están de acuerdo en la necesidad de descongelar el precio del diésel, y propusieron un ajuste de $400 mientras continúan las mesas de concertación.
Bonilla insistió en la necesidad de reducir el déficit en el FEPC, el cual en 2023 cerró en $15 billones (recordar que ya finalizó el ajuste al precio de la gasolina, con un precio promedio de $16.000 por galón).
Sobre la inflación, las proyecciones que hace el Gobierno es que cierre 2024 en un 5,5 %, mientras que la tasa de intervención del Banco de la República cerrará en 8,5%. “Para que esto suceda se necesita que la tasa de política monetaria baje 75 puntos básicos en cada una de las próximas tres reuniones”, detalló Bonilla, al agregar que siegue estando el compromiso de pagar las obligaciones financieras que tiene Colombia. Muestra de ello, señala, es que ya se saldó la tercera de ocho cuotas que se adeudan al Fondo Monetario Internacional (FMI) por el crédito de US$5.400 millones que el organismo multilateral otorgó a Colombia durante la pandemia de Covid-19.
Recientemente también se pronunció la ministra de Transporte, María Constanza García, quien insistió en que se sigue abierto al diálogo y que esperan que, en lo que resta del día, los transportadores vuelvan a acercarse con una propuesta que sea beneficiosa y permita el levantamiento del paro.
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