Los diez hombres más ricos del mundo han doblado sus fortunas durante la pandemia
Las mayores fortunas siguen creciendo mientras que un 99 % de la humanidad ha visto caer sus ingresos, así lo reveló un informe publicado por la organización internacional de lucha contra la pobreza Oxfam.
Oxfam, con sede en Nairobi (Kenia), ha difundido el estudio con motivo de la celebración de la Agenda de Davos del Foro Económico Mundial, que tiene lugar de forma virtual antes de un posible evento presencial en Suiza el próximo junio. Lea: Así será el Foro de Davos virtual, el evento que atrae a líderes del mundo
La entidad critica que las diez principales fortunas pasaron de 700.000 millones de dólares a sumar unos 1,5 billones durante los casi dos años de pandemia, según datos obtenidos de varias fuentes, incluido el Banco Mundial.
De acuerdo con la revista “Forbes”, las personas más ricas eran, a 30 de noviembre de 2021, Elon Musk, Jeff Bezos, Bernard Arnault y familia, Bill Gates, Larry Ellison, Larry Page, Sergey Brin, Mark Zuckerberg, Steve Ballmer y Warren Buffet, quienes vieron aumentar su capital en más de 821.000 millones de dólares desde marzo de 2020.
El conjunto de los millonarios globales ha aumentado su fortuna en unos 5 billones de dólares, el mayor incremento registrado, apunta la ONG en su informe “La desigualdad mata”.
El documento indica que al mismo tiempo que “se creaba un millonario cada 26 horas”, un 99 % de la humanidad se empobreció y 160 millones de personas más cayeron en la pobreza.
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Oxfam afirma que la desigualdad económica y social contribuye a la muerte de “al menos 21.000 personas cada día, o una cada cuatro segundos”, por falta de acceso a la sanidad, por estar expuestas a violencia de género, por el hambre o por la crisis climática.
Retrocesos en igualdad
La ONG también precisa que la pandemia hizo que las mujeres perdieran unos 800.000 millones de dólares en ingresos en 2020, con 13 millones menos de empleadas. Se calcula que solo 252 hombres ganan más que mil millones de mujeres en África, Latinoamérica y el Caribe.
La organización dirigida por la colombiana Gabriela Bucher recuerda que la pandemia ha perjudicado más a las personas de minorías étnicas, como los ciudadanos de origen bangladeshí en el Reino Unido, que tienen cinco veces más riesgo de morir de covid-19 que sus vecinos blancos.
Asimismo, las personas negras en Brasil tienen 1,5 veces más riesgo de fallecer de la enfermedad, al tiempo que 3,4 millones de afroamericanos “estarían vivos si su esperanza de vida fuera la misma que la de los blancos”.
La ONG denuncia además que, por primera vez en años, se espera que aumente la brecha de la desigualdad entre los países, debido en parte al insuficiente apoyo que los Estados ricos han brindado a los pobres durante la pandemia.
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Oxfam apunta que, pese al elevado coste de combatir el virus, los gobiernos de los países desarrollados no han subido los impuestos a las rentas altas y en cambio han mantenido en el sector privado bienes públicos como la tecnología relativa a las vacunas e incentivado los monopolios empresariales.
Propuestas fiscales
La organización, que reconoce señales positivas por parte de Estados Unidos y China en el combate de esta desigualdad, pide a los ejecutivos que “impongan impuestos sobre las ganancias acumuladas durante la pandemia”.
Propone que estos ingresos fiscales se inviertan en una sanidad pública universal y en la seguridad social, así como en la lucha contra el cambio climático y el racismo y la prevención de la violencia de género.
Oxfam también pide eliminar las leyes que socavan el derecho de los trabajadores a organizarse para defender sus intereses a través de sindicatos y mediante huelgas, así como aumentar su protección.
Los gobiernos de los países ricos deben además flexibilizar las normas de propiedad intelectual para que más Estados puedan fabricar vacunas, indica.
“No hay una escasez de dinero”, como se ha visto con los millones liberados para combatir la pandemia, declara Bucher en un comunicado.
“Lo que hay es una escasez del coraje y la imaginación que se necesitan para ser liberados de la camisa de fuerza fracasada y mortal del neoliberalismo extremo”, dijo la activista, que instó a los gobernantes a escuchar a los movimientos ciudadanos que piden justicia e igualdad.
Oxfam, con sede en Nairobi (Kenia), ha difundido el estudio con motivo de la celebración de la Agenda de Davos del Foro Económico Mundial, que tiene lugar de forma virtual antes de un posible evento presencial en Suiza el próximo junio. Lea: Así será el Foro de Davos virtual, el evento que atrae a líderes del mundo
La entidad critica que las diez principales fortunas pasaron de 700.000 millones de dólares a sumar unos 1,5 billones durante los casi dos años de pandemia, según datos obtenidos de varias fuentes, incluido el Banco Mundial.
De acuerdo con la revista “Forbes”, las personas más ricas eran, a 30 de noviembre de 2021, Elon Musk, Jeff Bezos, Bernard Arnault y familia, Bill Gates, Larry Ellison, Larry Page, Sergey Brin, Mark Zuckerberg, Steve Ballmer y Warren Buffet, quienes vieron aumentar su capital en más de 821.000 millones de dólares desde marzo de 2020.
El conjunto de los millonarios globales ha aumentado su fortuna en unos 5 billones de dólares, el mayor incremento registrado, apunta la ONG en su informe “La desigualdad mata”.
El documento indica que al mismo tiempo que “se creaba un millonario cada 26 horas”, un 99 % de la humanidad se empobreció y 160 millones de personas más cayeron en la pobreza.
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Oxfam afirma que la desigualdad económica y social contribuye a la muerte de “al menos 21.000 personas cada día, o una cada cuatro segundos”, por falta de acceso a la sanidad, por estar expuestas a violencia de género, por el hambre o por la crisis climática.
Retrocesos en igualdad
La ONG también precisa que la pandemia hizo que las mujeres perdieran unos 800.000 millones de dólares en ingresos en 2020, con 13 millones menos de empleadas. Se calcula que solo 252 hombres ganan más que mil millones de mujeres en África, Latinoamérica y el Caribe.
La organización dirigida por la colombiana Gabriela Bucher recuerda que la pandemia ha perjudicado más a las personas de minorías étnicas, como los ciudadanos de origen bangladeshí en el Reino Unido, que tienen cinco veces más riesgo de morir de covid-19 que sus vecinos blancos.
Asimismo, las personas negras en Brasil tienen 1,5 veces más riesgo de fallecer de la enfermedad, al tiempo que 3,4 millones de afroamericanos “estarían vivos si su esperanza de vida fuera la misma que la de los blancos”.
La ONG denuncia además que, por primera vez en años, se espera que aumente la brecha de la desigualdad entre los países, debido en parte al insuficiente apoyo que los Estados ricos han brindado a los pobres durante la pandemia.
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Oxfam apunta que, pese al elevado coste de combatir el virus, los gobiernos de los países desarrollados no han subido los impuestos a las rentas altas y en cambio han mantenido en el sector privado bienes públicos como la tecnología relativa a las vacunas e incentivado los monopolios empresariales.
Propuestas fiscales
La organización, que reconoce señales positivas por parte de Estados Unidos y China en el combate de esta desigualdad, pide a los ejecutivos que “impongan impuestos sobre las ganancias acumuladas durante la pandemia”.
Propone que estos ingresos fiscales se inviertan en una sanidad pública universal y en la seguridad social, así como en la lucha contra el cambio climático y el racismo y la prevención de la violencia de género.
Oxfam también pide eliminar las leyes que socavan el derecho de los trabajadores a organizarse para defender sus intereses a través de sindicatos y mediante huelgas, así como aumentar su protección.
Los gobiernos de los países ricos deben además flexibilizar las normas de propiedad intelectual para que más Estados puedan fabricar vacunas, indica.
“No hay una escasez de dinero”, como se ha visto con los millones liberados para combatir la pandemia, declara Bucher en un comunicado.
“Lo que hay es una escasez del coraje y la imaginación que se necesitan para ser liberados de la camisa de fuerza fracasada y mortal del neoliberalismo extremo”, dijo la activista, que instó a los gobernantes a escuchar a los movimientos ciudadanos que piden justicia e igualdad.