Los más ricos son los llamados a financiar la recuperación económica, dicen ICRICT y Oxfam
Este lunes fue presentado un informe con cinco recomendaciones para recuperar las economías de los efectos del COVID-19. Gravar servicios digitales e imponer tasas de tributación más altas en sectores oligopolizados, entre los puntos.
La crisis económica causada por el coronavirus podría reducir el crecimiento mundial en 4,2 %, según el Fondo Monetario Internacional, y sumir en la pobreza a cerca de 500 millones de personas. Teniendo en cuenta el complejo panorama que se aproxima, este lunes, la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT) y la organización Oxfam hicieron un llamado a los gobiernos “para que la recuperación económica esté impulsada por las necesidades de todas las personas” y no de los más privilegiados.
Esto se hizo en el marco de la presentación del informe “Pandemia Global, Recuperación Económica Sostenible y Fiscalidad Internacional”, del ICRICT, organización presidida por el colombiano José Antonio Ocampo y de la que son comisarios los destacados economistas Joseph E. Stiglitz, Thomas Piketty y Jayati Ghosh.
El documento arroja cinco recomendaciones, enfocadas a lograr una tributación progresiva y combatir la evasión y elusión fiscal. Las organizaciones hicieron énfasis en que actualmente los gobiernos han tenido menos recursos para combatir la crisis precisamente por deficiencias en las estructuras tributarias de los países.
Los expertos prevén que rebajar las tasas tributarias a las empresas será una petición común, con el argumento de estimular la inversión. Sin embargo, para ellos, esta no es una opción “económicamente efectiva ni socialmente adecuada”. Por el contrario, el recaudo sobre las utilidades empresariales debe “reforzarse” con base en un modelo de una “cooperación internacional reforzada, que logre poner coto a la erosión de las bases y logre un consenso internacional para un tipo mínimo global”.
Esto, sin embargo, con la salvedad de que el diseño tributario debe ser progresivo, para proteger a las pequeñas y medianas empresas, que, por cierto, en países como Colombia representan más del 90 % del tejido empresarial.
Si bien la situación actual ha significado un golpe a la actividad y ventas de muchas empresas, gigantes tecnológicos como Amazon aumentaron sus ventas 26 %, hasta los 75.500 millones de dólares en el primer trimestre.
Así, han salido a relucir cifras como el crecimiento de 30,6 % en el patrimonio neto del fundador y director general de Amazon, Jeff Bezos, durante los últimos dos meses. “Las fortunas de Bezos y Zuckerberg juntas crecieron casi 60.000 millones de dólares, o el 14% del total de 434.000 millones de dólares”, se destacó en el marco de la presentación del informe.
De otro lado, según cifras de Oxfam, en 2019, los multimillonarios del mundo, sólo 2.153 personas, tenían más riqueza que los 4.600 millones de personas más pobres juntos. Adicionalmente, “gravar un 0,5 % adicional de la riqueza del 1 % más rico en los próximos 10 años equivale a las inversiones necesarias para crear 117 millones de puestos de trabajo en la educación, la salud y el cuidado de los ancianos y otros sectores”.
En este contexto, las cinco propuestas presentadas este lunes fueron:
1 ) Introducir impuestos sobre los servicios digitales, diseñados con carácter progresivo y que se apliquen sobre las rentas económicas generadas por las empresas globalizadas de este sector.
2) Aplicar un tipo impositivo más elevado sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas en los sectores oligopolizados.
3) Acordar a nivel global un tipo mínimo efectivo del 25 % en el impuesto sobre sociedades en cada país para detener la erosión de las bases imponibles y el desplazamiento de beneficios.
4) Exigir más transparencia a las empresas que reciban apoyo público y que estén obligadas a publicar su reporte país por país (con los principales datos financieros y tributarios en cada territorio en el que operan).
5) Publicar datos sobre la riqueza offshore para que cada jurisdicción pueda gravar de forma efectiva y progresiva el patrimonio neto de sus residentes, con un mayor control de los tipos reales que paguen las grandes fortunas y los contribuyentes de altas rentas.
La crisis económica causada por el coronavirus podría reducir el crecimiento mundial en 4,2 %, según el Fondo Monetario Internacional, y sumir en la pobreza a cerca de 500 millones de personas. Teniendo en cuenta el complejo panorama que se aproxima, este lunes, la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT) y la organización Oxfam hicieron un llamado a los gobiernos “para que la recuperación económica esté impulsada por las necesidades de todas las personas” y no de los más privilegiados.
Esto se hizo en el marco de la presentación del informe “Pandemia Global, Recuperación Económica Sostenible y Fiscalidad Internacional”, del ICRICT, organización presidida por el colombiano José Antonio Ocampo y de la que son comisarios los destacados economistas Joseph E. Stiglitz, Thomas Piketty y Jayati Ghosh.
El documento arroja cinco recomendaciones, enfocadas a lograr una tributación progresiva y combatir la evasión y elusión fiscal. Las organizaciones hicieron énfasis en que actualmente los gobiernos han tenido menos recursos para combatir la crisis precisamente por deficiencias en las estructuras tributarias de los países.
Los expertos prevén que rebajar las tasas tributarias a las empresas será una petición común, con el argumento de estimular la inversión. Sin embargo, para ellos, esta no es una opción “económicamente efectiva ni socialmente adecuada”. Por el contrario, el recaudo sobre las utilidades empresariales debe “reforzarse” con base en un modelo de una “cooperación internacional reforzada, que logre poner coto a la erosión de las bases y logre un consenso internacional para un tipo mínimo global”.
Esto, sin embargo, con la salvedad de que el diseño tributario debe ser progresivo, para proteger a las pequeñas y medianas empresas, que, por cierto, en países como Colombia representan más del 90 % del tejido empresarial.
Si bien la situación actual ha significado un golpe a la actividad y ventas de muchas empresas, gigantes tecnológicos como Amazon aumentaron sus ventas 26 %, hasta los 75.500 millones de dólares en el primer trimestre.
Así, han salido a relucir cifras como el crecimiento de 30,6 % en el patrimonio neto del fundador y director general de Amazon, Jeff Bezos, durante los últimos dos meses. “Las fortunas de Bezos y Zuckerberg juntas crecieron casi 60.000 millones de dólares, o el 14% del total de 434.000 millones de dólares”, se destacó en el marco de la presentación del informe.
De otro lado, según cifras de Oxfam, en 2019, los multimillonarios del mundo, sólo 2.153 personas, tenían más riqueza que los 4.600 millones de personas más pobres juntos. Adicionalmente, “gravar un 0,5 % adicional de la riqueza del 1 % más rico en los próximos 10 años equivale a las inversiones necesarias para crear 117 millones de puestos de trabajo en la educación, la salud y el cuidado de los ancianos y otros sectores”.
En este contexto, las cinco propuestas presentadas este lunes fueron:
1 ) Introducir impuestos sobre los servicios digitales, diseñados con carácter progresivo y que se apliquen sobre las rentas económicas generadas por las empresas globalizadas de este sector.
2) Aplicar un tipo impositivo más elevado sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas en los sectores oligopolizados.
3) Acordar a nivel global un tipo mínimo efectivo del 25 % en el impuesto sobre sociedades en cada país para detener la erosión de las bases imponibles y el desplazamiento de beneficios.
4) Exigir más transparencia a las empresas que reciban apoyo público y que estén obligadas a publicar su reporte país por país (con los principales datos financieros y tributarios en cada territorio en el que operan).
5) Publicar datos sobre la riqueza offshore para que cada jurisdicción pueda gravar de forma efectiva y progresiva el patrimonio neto de sus residentes, con un mayor control de los tipos reales que paguen las grandes fortunas y los contribuyentes de altas rentas.