Los retos de la economía colombiana que dejó sobre la mesa la Convención Bancaria
En el evento se discutieron los temores y las solicitudes de los banqueros, el punto de vista del gobierno del presidente Gustavo Petro y la urgencia de una articulación público-privada para lograr la soñada reactivación.
En la Convención Bancaria 2024, la edición número 58 de este evento, se dieron conversaciones claves sobre el presente y futuro del país en materia económica. Este espacio no se limita a los diálogos sobre el sistema financiero: desde la lista de panelistas estaba claro que una diversidad de actores tomarían los micrófonos para hablarles a los banqueros. No en vano, Roy Barreras, embajador de Colombia en Reino Unido y exsenador, dijo el jueves durante su intervención que en el evento había “más quórum que en el Congreso”.
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En la Convención Bancaria 2024, la edición número 58 de este evento, se dieron conversaciones claves sobre el presente y futuro del país en materia económica. Este espacio no se limita a los diálogos sobre el sistema financiero: desde la lista de panelistas estaba claro que una diversidad de actores tomarían los micrófonos para hablarles a los banqueros. No en vano, Roy Barreras, embajador de Colombia en Reino Unido y exsenador, dijo el jueves durante su intervención que en el evento había “más quórum que en el Congreso”.
Los discursos estuvieron llenos de invitaciones a trabajar en equipo; sin embargo, los aplausos y silencios no pudieron ocultar las tensiones que persisten entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y el sector empresarial. De todas formas, Asobancaria aseguró que no busca ser un “palo en la rueda”, sino armar equipo y Petro se mostró conciliador, incluso a la hora de insistir en las inversiones forzosas, una estrategia que han cuestionado los banqueros.
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El camino, ¿cuesta arriba?
El Marco Fiscal de Mediano Plazo, que el Gobierno debe presentar en los próximos días, será un documento clave para saber para dónde va la economía. Como dijo Alberto Carrasquilla, exministro de Hacienda, el documento será el gran insumo para responder las preguntas que siguen sobre la mesa respecto a si el flujo de caja alcanzará o no. “Por ahora dejaría en puntos suspensivos el tema fiscal”.
El anuncio del Ministerio de Hacienda, de que el presupuesto se recortará en $20 billones, considerando, entre otras cosas la caída en el recaudo, aclaró un poco el panorama. José Antonio Ocampo, profesor de la Universidad de Columbia y exministro de Hacienda del gobierno Petro, dijo a este diario que es una “señal positiva” de que el Gobierno va a respetar la regla fiscal.
Andrés Velasco, decano de la Escuela de Políticas Públicas de London School of Economics y exministro de Hacienda de Chile, sostuvo que todo el partido se juega en el campo fiscal: “Hay dos tipos de países, los que son fiscalmente ordenados y los que son un despelote, Colombia no ha sido tan ordenado como algunos, pero ha sido razonablemente ordenado. Es un riesgo tremendo que Colombia pase a estar del lado de los países que carecen de disciplina fiscal”.
Ahora bien, ¿qué tanto puede afectar ese recorte de presupuesto la reactivación económica? La respuesta, dice Ocampo, dependerá de en dónde haya recortes: “Los sectores que tengan más efectos sobre el empleo, yo trataría de protegerlos”, dijo. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, explicó que la decisión se tomará en los próximos días y fue claro en que el ajuste “no puede ir a los gastos sociales ni al programa del Gobierno”. En el interior esta no parece ser una decisión sencilla.
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Bonilla aprovechó para confirmar que el país está y seguirá cumpliendo con el pago de la deuda, detalló las razones que impulsaron a la administración nacional a pedir una ampliación del cupo de deuda y las motivaciones detrás del aumento que se avecina en el precio del diésel. Para la anhelada reactivación económica, una constante en todas las charlas del evento, el jefe de la cartera llamó a la unidad, reconociendo que la recuperación es un trabajo de todos.
Las llaves de la reactivación
Varias claves para la reactivación se pusieron sobre la mesa. Una de las palabras más sonadas, en este y en todos los eventos de esta naturaleza del último año, es la confianza. César Pabón, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, señala que si no se da seguridad jurídica, si el ambiente de incertidumbre no mejora, “no se puede esperar una reactivación agresiva o rápida”. Parte de esa confianza se pondrá en juego con el Marco Fiscal.
También se habló de la articulación público-privada para reanimar sectores como infraestructura y vivienda que, claramente, son dinamizadores de la economía y de la inversión, otro de los términos que no faltaron en ninguno de los paneles. Mauricio Cárdenas, profesor de la Universidad de Columbia y exministro de Hacienda, señaló que la caída en inversión, que depende en gran medida de la confianza, está comprometiendo el crecimiento futuro: “La gente no está invirtiendo porque no tiene claro para dónde van las cosas”.
En este momento, ¿cómo va la reactivación? Depende de a quién se le pregunte. Para algunos bien, para otros muy mal. Para Ocampo, aunque hay cifras negativas, también hay buenas señales. El exministro reconoce que el país está creciendo menos, pero pide mirar esos datos en contexto, considerando que este Gobierno recibió una economía “recalentada a más no poder”, con un alto déficit fiscal y la deuda pública en topes históricos, entre otras cosas. Desde su análisis, la economía tenía que ajustarse.
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Ocampo destaca que la actividad económica empezó a crecer desde el último trimestre de 2023 y llama la atención sobre las exportaciones, que crecieron, según el último reporte del DANE. Si se confirma esa tendencia, asegura, especialmente en las no tradicionales (como el agro y las manufacturas), “habrá una señal positiva”. De todas formas, se mantiene en que hace falta una política de reactivación.
Ocampo aseguró en su intervención que “la polarización política es un tema severo”, pero que el país económico, en este momento, va por un lado, y el político, por otro. En la conversación con este diario, sin embargo, dijo que en la Convención Bancaria evidenció preocupación entre los empresarios y que espera que esa situación no impacte la economía: “Lo importante desde el punto de vista del Gobierno es dar señales de confianza y de respeto de la institucionalidad”.
Las tasas de interés
Bajar más rápido las tasas de interés fue una de las solicitudes del gremio bancario. Luis Carlos Sarmiento, presidente de la junta directiva de Grupo Aval, aseguró que el Emisor está “exagerando” en mantener la tasa de interés real tan alta con el argumento de un posible rebrote de la inflación.
Al llamado se sumó Petro: el presidente sostuvo que hay un “acorralamiento” al Estado y al sector privado porque el capital está en problemas. “El camino es que el Banco de la República baje la tasa de interés. Ya tenemos el sistema financiero peor parqueado de América Latina”. Y también Bonilla, quien afirmó que la tasa real se está convirtiendo en un “obstáculo” para la recuperación económica, porque dificulta los cierres financieros de los proyectos.
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El Banco Central ha sido claro frente a estas solicitudes. De hecho, Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, dijo en el encuentro que aunque analistas y personalidades han abogado por una baja más acelerada, la “cautela tiene beneficios” para evitar que una baja anticipada pueda volver a impulsar la inflación, con todo lo que eso implica para la economía.
Aunque la inflación se ha reducido en el último año más de seis puntos porcentuales, Villar recordó que lo ha hecho de una forma más lenta que en otros países y que “2024 será el cuarto año consecutivo en el que no cumplamos la meta”. Pero también dio un parte de tranquilidad al confirmar que “lo peor y más doloroso del proceso de ajuste ya quedó atrás”.
Un sistema financiero sólido
El panorama para los bancos en 2023 fue, por decir lo menos, complejo. Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, lo describió como uno de los años “más difíciles de la historia de esta industria”, con el cuarto peor registro de cartera en 101 años de actividad. “Ocho bancos registraron pérdidas del orden de $2 billones. No habíamos tenido en lo corrido del siglo una cifra similar, donde un tercio del sistema financiero registró números en rojo”.
De todas formas, los actores del sistema financiero aprovecharon el espacio para aclarar que, pese a los números rojos de los bancos en 2023 y en el primer trimestre de 2024, no hay crisis financiera a la vista. De hecho, Pabón destaca que, según los análisis de Corficolombiana, para que la solvencia se acerque a los límites mínimos exigidos tendrían que ocurrir eventos que reduzcan el patrimonio técnico a cerca de la mitad de su valor actual.
“A pesar de las pérdidas, el reporte de solvencia se mantiene alto, muy por encima del mínimo que exigimos. Hay dos temas importantes para medir el sistema financiero: la relación de solvencia y la relación de liquidez; los dos son muy holgados, eso nos da tranquilidad”, explicó a este diario César Ferrari, superintendente financiero.
En este punto, el trabajo en equipo, que suena fácil, pero que en la práctica requiere mucho más que declaraciones de buenas intenciones, puede facilitar (o complicar) la soñada reactivación. El siguiente punto del marcador lo definirá el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que está en la cancha del Gobierno.
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