“Los superricos deben ser gravados”: Jeffrey Sachs
En esta conversación, el reputado economista señala cuáles deberían ser las prioridades de una recuperación económica y social para el país y la región, dos zonas que en el mundo antes de la pandemia ya concentraban retos enormes en temas como desigualdad y pobreza.
Óscar Gamboa Zúñiga *
Jeffrey Sachs es uno de los economistas más reputados en el mundo. Actualmente es el director de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, además de una autoridad mundial en asuntos de pobreza.
Quizá no haya un solo período en la historia en el que la discusión de estos temas no sea prioritaria. Y, al mismo tiempo, pocos otros momentos han requerido centrarse en estos tópicos con tanta urgencia como el mundo de la pandemia en el que habitamos.
Sachs participará el 27 de agosto en un conversatorio en línea convocado por la Asociación Nacional de Alcaldes de Municipios con Población Afrodescendiente (Amunfaro) y El Espectador (ver recuadro). Por eso lo entrevistamos.
Lea también: Un nuevo contrato social después de la pandemia
Ya antes de la pandemia del COVID-19 el mundo experimentaba preocupantes niveles de pobreza. ¿Cuánto se puede incrementar este indicador ahora?
La pobreza aumentará en cientos de millones de personas debido al COVID-19. Y no solo la pobreza, sino también el hambre y las enfermedades no derivadas del virus. Ya hay una pérdida masiva de puestos de trabajo, de remesas, quiebras, recortes presupuestales, deudas impagables y muchas otras consecuencias de la profunda crisis. Al mismo tiempo, la superriqueza en el sector tecnológico, y algunos otros, está subiendo espectacularmente. El señor Jeffrey Bezos, propietario de Amazon, ha experimentado un incremento en la riqueza personal en 2020 de US$80.000 millones.
Han pasado 15 años desde la publicación de su libro “El fin de la pobreza” y la meta propuesta de eliminar la pobreza extrema para 2025 ya no parece alcanzable. ¿Qué pasó?
El libro estaba en lo correcto. Con la solidaridad global, con los ricos ayudando a los pobres, fácilmente existen los recursos y la tecnología suficientes para poner fin a la pobreza extrema. No contaba con el increíble egoísmo de Estados Unidos, especialmente bajo Trump, pero también en general. La asistencia para el desarrollo de EE. UU. es de apenas el 0,16 % del PIB. Esta es una cuarta parte del objetivo recomendado (0,7 %). Estados Unidos, de lo que debía aportar, se quedó corto en unos US$100.000 millones al año. Trump representa la porción blanca y supremacista de la sociedad estadounidense. Es quizás el 25 % de esta población, pero la mayoría es del Partido Republicano.
Hemos visto muchas críticas al Milenium Villages Project (MVP), implementado en 14 aldeas de 10 países del África subsahariana. Si pudiera estructurar este proyecto de nuevo, ¿haría algo diferente?
El Proyecto de Aldeas del Milenio fue un gran éxito. Mostró cómo avanzar a un costo muy bajo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Sus propuestas han sido criticadas porque se basan fundamentalmente en la asistencia internacional al desarrollo. Sus contradictores dicen que los planes para desarrollar los países no deberían formularse desde unos escritorios en Nueva York o Washington, pues el desarrollo es un tema complejo que siempre es local y comunitario, es decir, que cada país debe encontrar su propio camino partiendo de la idiosincrasia, cultura y valores locales. ¿Cómo responde a esta crítica?
Creo en la solidaridad global. Si los ricos están en Estados Unidos, Europa y China, es cruel decirle a la gente pobre en África, Asia y América Latina que resuelva sus propios problemas. Por supuesto, las soluciones deben adaptarse localmente, pero la financiación debe ser global. Sí, me critican por este punto de vista. De nuevo critico a mi propio país por su notable egoísmo hacia el resto del mundo.
¿Cree usted que la pandemia y su devastador impacto social y económico podría ser el comienzo de un nuevo orden mundial, una nueva conciencia en la que la sostenibilidad ambiental y social le ganen a la codicia y a la concentración de la riqueza?
Sí, los superricos deben ser gravados y los beneficios deben ser compartidos de manera global, no solo dentro del país donde se pagan los impuestos. Trump es el protector de los superricos. Es un demagogo corrupto. El primer paso es sacarlo del cargo en las elecciones de noviembre.
¿Piensa usted que la cuarentena a la que se sometieron muchos países ha contribuido con la resiliencia de muchos ecosistemas?
La crisis actual no está salvando el medioambiente. En muchos países, como Brasil y Estados Unidos, los regímenes corruptos están utilizando la crisis para desregular el medioambiente e incluso para acelerar la destrucción ambiental. Lo salvaremos a través de la acción colectiva, no como efecto colateral de una pandemia horrible.
¿Cree que se deben ajustar las expectativas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a raíz de la pandemia?
Las instituciones globales deben ajustarse. Necesitamos más solidaridad internacional, más alivio de la deuda, más impuestos a los ricos y al sector corporativo. También debemos añadir el ODS 18, Acceso Universal a las Tecnologías Digitales, para garantizar que todos los hogares y las comunidades puedan obtener los beneficios de internet y el comercio, la salud, la educación electrónica y otras tecnologías digitales.
¿Cree que los ODS relacionados con la transformación de la sociedad permiten alcanzar los demás?
Necesitamos seis principales transformaciones: Educación para Todos, Salud para Todos, Energía limpia, Uso sostenible de la tierra, Ciudades Sostenibles y Acceso Digital para Todos.
En América Latina, el 30 % de los habitantes viven bajo condiciones de pobreza, es decir, aproximadamente 190 millones de personas. Se estima que la pobreza aumentará entre 8 y 10 % como consecuencia de la pandemia. ¿Cuáles serían sus principales recomendaciones?
La región se encuentra en una crisis masiva. Hay una enorme desigualdad y, por lo tanto, divisiones enormes en la sociedad según la clase y la etnia. La calidad educativa es baja. La región se queda rezagada en tecnología, incluidas las tecnologías digitales. Depende demasiado de los combustibles fósiles. Y está muy mal gobernada en algunos países, como Brasil. Todo esto requiere una revisión masiva, alrededor de los pilares de las seis transformaciones que acabo de mencionar.
En Colombia, los municipios con mayoría de población afro concentran los mayores niveles de pobreza y desigualdad. ¿Qué les recomendaría a esos gobiernos locales?
Deberían desarrollar una estrategia de subsistencia sostenible, basada en las energías renovables (energías solar y eólica), educación para todos los niños, producción de alimentos nutritivos, acceso digital para todos y seguridad física para todos. Es un mandato de alta dimensión, estoy de acuerdo. Pero no veo otra manera.
¿Y al Gobierno Nacional?
Todo gobierno debe considerar como principal prioridad la eliminación de la epidemia de COVID-19. Esto significa priorizar las medidas de salud pública (máscaras faciales, rastreo de contactos, pruebas, distanciamiento físico, prohibición de grandes eventos) hasta la llegada de una vacuna en 2021 o más adelante. Todo gobierno debe supervisar y responder a las crisis humanitarias derivadas de la pandemia, incluidas la pobreza de ingresos, el hambre y los problemas de salud mental. Los gobiernos deberían hacer esfuerzos urgentes para ampliar el acceso a las tecnologías digitales, incluidas la educación y la administración electrónica (como los pagos por transferencias) y la e-salud (como la telemedicina), como respuestas claves para enfrentar el COVID-19.
¿Y qué hay de los empresarios y el sector privado en general?
Las empresas deben determinar cómo sobrevivir a la pandemia, incluyendo: (1) trabajar desde casa; (2) lugares de trabajo seguros; (3) nuevos modelos de negocio mixtos que combinen actividades en línea y en el lugar de trabajo y (4) cadenas de suministro resistentes.
¿Cómo corregir las injusticias con los grupos étnicos?
La clave es el acceso universal a los servicios básicos, incluyendo la salud, la educación, el tiempo de ocio, etc. Esto requiere que los gobiernos movilicen más ingresos y presten más servicios. Ese es el camino de la socialdemocracia, el modelo económico más eficaz del mundo actual.
¿Sirven las acciones afirmativas a ese propósito?
Lo importante es el acceso universal a servicios de calidad, con una atención especial a eliminar la discriminación y ayudar a superar las secuelas de la injusticia. Por ejemplo, programas de desarrollo de la primera infancia, educación de calidad para todos y apoyo familiar para núcleos de bajos ingresos.
Alcanzar los ODS depende en gran medida de la implementación. ¿Cómo coordinar la participación de tantos actores interesados?
Los ODS requieren una mejor planificación que integre en un plazo de 10 años las necesidades de inversión pública y privada con métodos de financiación. Pero no es suficiente expresar un apoyo a los ODS. Se requiere de un plan para alcanzarlos, a través de un proyecto de inversión detallado, específico y financiado.
¿Qué considera que debería contener un plan de recuperación económica en Colombia para irradiar a los sectores históricamente excluidos?
Colombia y el resto de América del Sur necesitan un nuevo modelo económico basado en la diversificación de la economía a través de mejores tecnologías, mejor educación para todos, energía renovable, uso sostenible de la tierra y un sistema de recaudo de impuestos e ingresos con los cuales el Gobierno pueda apoyar las inversiones públicas, incluyendo los servicios. Esto requerirá políticas coherentes a lo largo de una generación. Sé que no será fácil.
Se piensa que tener costas es una condición ventajosa para impulsar el desarrollo, pero en el mapa social de Colombia más deprimido confluyen la población afrocolombiana y la ubicación en las zonas costeras sobre dos océanos. ¿Qué puede estar pasando?
Colombia debe revisar su geografía en perspectiva del turismo, energías renovables (eólica y solar), servicios portuarios y otras industrias potenciales (salud, educación, etc.). El Gobierno central y los gobiernos locales deben identificar prioridades de infraestructura (como 5G, electrificación, energía renovable, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles...) que pueden ser estratégicas para el desarrollo regional.
Dado que en Colombia las regiones habitadas por población afrodescendiente conjugan pobreza, desigualdad, vulnerabilidad y afectación al medioambiente, ¿podrían estos municipios agrupados en Amunafro ser un laboratorio para implementar estrategias novedosas frente a los ODS?
Lo fundamental de los ODS es planificar con anticipación e invertir de manera prospectiva. Amunafro puede ayudar a desarrollar estrategias innovadoras para alcanzar los principales ODS, incluyendo la agricultura sostenible, el acceso a la salud y la educación, el uso de tecnologías digitales y la promoción de nuevos sectores en la economía. La Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (SDSN), que dirijo en nombre de las Naciones Unidas, puede trabajar con Amunafro en estas estrategias.
El narcotráfico es causa de graves problemas en países como Colombia, como bandas criminales irregulares, guerrilla, corrupción, pérdida de valores en países como Colombia. ¿Cree que es hora de regular/despenalizar el consumo y la distribución de drogas como la marihuana y la cocaína?
Gran parte del problema se produce a través de la demanda de Estados Unidos y la militarización de la guerra contra las drogas, que ha sido un terrible fracaso en muchos sentidos. No hay respuestas fáciles, pero definitivamente necesitamos una estrategia nueva y más creativa. Estados Unidos debe reconocer sus fracasos fundamentales a este respecto y ofrecerse a trabajar constructivamente con la región en un nuevo enfoque. Primero, debemos tener un nuevo presidente, y espero que Trump sea derrotado en noviembre.
Conversatorio Amunafro y El Espectador este 27 de agosto
El 27 de agosto se celebrará un conversatorio virtual, con motivo de los 27 años de la promulgación de la Ley 70, conocida como Ley de Negritudes.
El evento, organizado por la Asociación Nacional de Alcaldes y Municipios con Población Afrodescendiente (Amunafro) y El Espectador, contará con la participación del economista Jeffrey Sachs, quien es el director de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Otro de los invitados especiales será José Antonio Ocampo, excodirector del Banco de la República.
La idea del conversatorio es aportar elementos al debate acerca de cómo enfrentar realidades sobre la pobreza y la desigualdad, escenarios en los que los grupos étnicos siguen exhibiendo los peores indicadores sociales. Asimismo, tratar de abordar una discusión sobre dónde y cómo se deberían focalizar acciones en el marco de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
* Director de la Asociación Nacional de Alcaldes de Municipios con Población Afrodescendiente (Amunafro), magíster en gerencia y práctica del desarrollo de la Universidad de los Andes, y especialista en gestión y desarrollo comunitario de la Universidad Incca de Colombia.
Jeffrey Sachs es uno de los economistas más reputados en el mundo. Actualmente es el director de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, además de una autoridad mundial en asuntos de pobreza.
Quizá no haya un solo período en la historia en el que la discusión de estos temas no sea prioritaria. Y, al mismo tiempo, pocos otros momentos han requerido centrarse en estos tópicos con tanta urgencia como el mundo de la pandemia en el que habitamos.
Sachs participará el 27 de agosto en un conversatorio en línea convocado por la Asociación Nacional de Alcaldes de Municipios con Población Afrodescendiente (Amunfaro) y El Espectador (ver recuadro). Por eso lo entrevistamos.
Lea también: Un nuevo contrato social después de la pandemia
Ya antes de la pandemia del COVID-19 el mundo experimentaba preocupantes niveles de pobreza. ¿Cuánto se puede incrementar este indicador ahora?
La pobreza aumentará en cientos de millones de personas debido al COVID-19. Y no solo la pobreza, sino también el hambre y las enfermedades no derivadas del virus. Ya hay una pérdida masiva de puestos de trabajo, de remesas, quiebras, recortes presupuestales, deudas impagables y muchas otras consecuencias de la profunda crisis. Al mismo tiempo, la superriqueza en el sector tecnológico, y algunos otros, está subiendo espectacularmente. El señor Jeffrey Bezos, propietario de Amazon, ha experimentado un incremento en la riqueza personal en 2020 de US$80.000 millones.
Han pasado 15 años desde la publicación de su libro “El fin de la pobreza” y la meta propuesta de eliminar la pobreza extrema para 2025 ya no parece alcanzable. ¿Qué pasó?
El libro estaba en lo correcto. Con la solidaridad global, con los ricos ayudando a los pobres, fácilmente existen los recursos y la tecnología suficientes para poner fin a la pobreza extrema. No contaba con el increíble egoísmo de Estados Unidos, especialmente bajo Trump, pero también en general. La asistencia para el desarrollo de EE. UU. es de apenas el 0,16 % del PIB. Esta es una cuarta parte del objetivo recomendado (0,7 %). Estados Unidos, de lo que debía aportar, se quedó corto en unos US$100.000 millones al año. Trump representa la porción blanca y supremacista de la sociedad estadounidense. Es quizás el 25 % de esta población, pero la mayoría es del Partido Republicano.
Hemos visto muchas críticas al Milenium Villages Project (MVP), implementado en 14 aldeas de 10 países del África subsahariana. Si pudiera estructurar este proyecto de nuevo, ¿haría algo diferente?
El Proyecto de Aldeas del Milenio fue un gran éxito. Mostró cómo avanzar a un costo muy bajo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Sus propuestas han sido criticadas porque se basan fundamentalmente en la asistencia internacional al desarrollo. Sus contradictores dicen que los planes para desarrollar los países no deberían formularse desde unos escritorios en Nueva York o Washington, pues el desarrollo es un tema complejo que siempre es local y comunitario, es decir, que cada país debe encontrar su propio camino partiendo de la idiosincrasia, cultura y valores locales. ¿Cómo responde a esta crítica?
Creo en la solidaridad global. Si los ricos están en Estados Unidos, Europa y China, es cruel decirle a la gente pobre en África, Asia y América Latina que resuelva sus propios problemas. Por supuesto, las soluciones deben adaptarse localmente, pero la financiación debe ser global. Sí, me critican por este punto de vista. De nuevo critico a mi propio país por su notable egoísmo hacia el resto del mundo.
¿Cree usted que la pandemia y su devastador impacto social y económico podría ser el comienzo de un nuevo orden mundial, una nueva conciencia en la que la sostenibilidad ambiental y social le ganen a la codicia y a la concentración de la riqueza?
Sí, los superricos deben ser gravados y los beneficios deben ser compartidos de manera global, no solo dentro del país donde se pagan los impuestos. Trump es el protector de los superricos. Es un demagogo corrupto. El primer paso es sacarlo del cargo en las elecciones de noviembre.
¿Piensa usted que la cuarentena a la que se sometieron muchos países ha contribuido con la resiliencia de muchos ecosistemas?
La crisis actual no está salvando el medioambiente. En muchos países, como Brasil y Estados Unidos, los regímenes corruptos están utilizando la crisis para desregular el medioambiente e incluso para acelerar la destrucción ambiental. Lo salvaremos a través de la acción colectiva, no como efecto colateral de una pandemia horrible.
¿Cree que se deben ajustar las expectativas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a raíz de la pandemia?
Las instituciones globales deben ajustarse. Necesitamos más solidaridad internacional, más alivio de la deuda, más impuestos a los ricos y al sector corporativo. También debemos añadir el ODS 18, Acceso Universal a las Tecnologías Digitales, para garantizar que todos los hogares y las comunidades puedan obtener los beneficios de internet y el comercio, la salud, la educación electrónica y otras tecnologías digitales.
¿Cree que los ODS relacionados con la transformación de la sociedad permiten alcanzar los demás?
Necesitamos seis principales transformaciones: Educación para Todos, Salud para Todos, Energía limpia, Uso sostenible de la tierra, Ciudades Sostenibles y Acceso Digital para Todos.
En América Latina, el 30 % de los habitantes viven bajo condiciones de pobreza, es decir, aproximadamente 190 millones de personas. Se estima que la pobreza aumentará entre 8 y 10 % como consecuencia de la pandemia. ¿Cuáles serían sus principales recomendaciones?
La región se encuentra en una crisis masiva. Hay una enorme desigualdad y, por lo tanto, divisiones enormes en la sociedad según la clase y la etnia. La calidad educativa es baja. La región se queda rezagada en tecnología, incluidas las tecnologías digitales. Depende demasiado de los combustibles fósiles. Y está muy mal gobernada en algunos países, como Brasil. Todo esto requiere una revisión masiva, alrededor de los pilares de las seis transformaciones que acabo de mencionar.
En Colombia, los municipios con mayoría de población afro concentran los mayores niveles de pobreza y desigualdad. ¿Qué les recomendaría a esos gobiernos locales?
Deberían desarrollar una estrategia de subsistencia sostenible, basada en las energías renovables (energías solar y eólica), educación para todos los niños, producción de alimentos nutritivos, acceso digital para todos y seguridad física para todos. Es un mandato de alta dimensión, estoy de acuerdo. Pero no veo otra manera.
¿Y al Gobierno Nacional?
Todo gobierno debe considerar como principal prioridad la eliminación de la epidemia de COVID-19. Esto significa priorizar las medidas de salud pública (máscaras faciales, rastreo de contactos, pruebas, distanciamiento físico, prohibición de grandes eventos) hasta la llegada de una vacuna en 2021 o más adelante. Todo gobierno debe supervisar y responder a las crisis humanitarias derivadas de la pandemia, incluidas la pobreza de ingresos, el hambre y los problemas de salud mental. Los gobiernos deberían hacer esfuerzos urgentes para ampliar el acceso a las tecnologías digitales, incluidas la educación y la administración electrónica (como los pagos por transferencias) y la e-salud (como la telemedicina), como respuestas claves para enfrentar el COVID-19.
¿Y qué hay de los empresarios y el sector privado en general?
Las empresas deben determinar cómo sobrevivir a la pandemia, incluyendo: (1) trabajar desde casa; (2) lugares de trabajo seguros; (3) nuevos modelos de negocio mixtos que combinen actividades en línea y en el lugar de trabajo y (4) cadenas de suministro resistentes.
¿Cómo corregir las injusticias con los grupos étnicos?
La clave es el acceso universal a los servicios básicos, incluyendo la salud, la educación, el tiempo de ocio, etc. Esto requiere que los gobiernos movilicen más ingresos y presten más servicios. Ese es el camino de la socialdemocracia, el modelo económico más eficaz del mundo actual.
¿Sirven las acciones afirmativas a ese propósito?
Lo importante es el acceso universal a servicios de calidad, con una atención especial a eliminar la discriminación y ayudar a superar las secuelas de la injusticia. Por ejemplo, programas de desarrollo de la primera infancia, educación de calidad para todos y apoyo familiar para núcleos de bajos ingresos.
Alcanzar los ODS depende en gran medida de la implementación. ¿Cómo coordinar la participación de tantos actores interesados?
Los ODS requieren una mejor planificación que integre en un plazo de 10 años las necesidades de inversión pública y privada con métodos de financiación. Pero no es suficiente expresar un apoyo a los ODS. Se requiere de un plan para alcanzarlos, a través de un proyecto de inversión detallado, específico y financiado.
¿Qué considera que debería contener un plan de recuperación económica en Colombia para irradiar a los sectores históricamente excluidos?
Colombia y el resto de América del Sur necesitan un nuevo modelo económico basado en la diversificación de la economía a través de mejores tecnologías, mejor educación para todos, energía renovable, uso sostenible de la tierra y un sistema de recaudo de impuestos e ingresos con los cuales el Gobierno pueda apoyar las inversiones públicas, incluyendo los servicios. Esto requerirá políticas coherentes a lo largo de una generación. Sé que no será fácil.
Se piensa que tener costas es una condición ventajosa para impulsar el desarrollo, pero en el mapa social de Colombia más deprimido confluyen la población afrocolombiana y la ubicación en las zonas costeras sobre dos océanos. ¿Qué puede estar pasando?
Colombia debe revisar su geografía en perspectiva del turismo, energías renovables (eólica y solar), servicios portuarios y otras industrias potenciales (salud, educación, etc.). El Gobierno central y los gobiernos locales deben identificar prioridades de infraestructura (como 5G, electrificación, energía renovable, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles...) que pueden ser estratégicas para el desarrollo regional.
Dado que en Colombia las regiones habitadas por población afrodescendiente conjugan pobreza, desigualdad, vulnerabilidad y afectación al medioambiente, ¿podrían estos municipios agrupados en Amunafro ser un laboratorio para implementar estrategias novedosas frente a los ODS?
Lo fundamental de los ODS es planificar con anticipación e invertir de manera prospectiva. Amunafro puede ayudar a desarrollar estrategias innovadoras para alcanzar los principales ODS, incluyendo la agricultura sostenible, el acceso a la salud y la educación, el uso de tecnologías digitales y la promoción de nuevos sectores en la economía. La Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (SDSN), que dirijo en nombre de las Naciones Unidas, puede trabajar con Amunafro en estas estrategias.
El narcotráfico es causa de graves problemas en países como Colombia, como bandas criminales irregulares, guerrilla, corrupción, pérdida de valores en países como Colombia. ¿Cree que es hora de regular/despenalizar el consumo y la distribución de drogas como la marihuana y la cocaína?
Gran parte del problema se produce a través de la demanda de Estados Unidos y la militarización de la guerra contra las drogas, que ha sido un terrible fracaso en muchos sentidos. No hay respuestas fáciles, pero definitivamente necesitamos una estrategia nueva y más creativa. Estados Unidos debe reconocer sus fracasos fundamentales a este respecto y ofrecerse a trabajar constructivamente con la región en un nuevo enfoque. Primero, debemos tener un nuevo presidente, y espero que Trump sea derrotado en noviembre.
Conversatorio Amunafro y El Espectador este 27 de agosto
El 27 de agosto se celebrará un conversatorio virtual, con motivo de los 27 años de la promulgación de la Ley 70, conocida como Ley de Negritudes.
El evento, organizado por la Asociación Nacional de Alcaldes y Municipios con Población Afrodescendiente (Amunafro) y El Espectador, contará con la participación del economista Jeffrey Sachs, quien es el director de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Otro de los invitados especiales será José Antonio Ocampo, excodirector del Banco de la República.
La idea del conversatorio es aportar elementos al debate acerca de cómo enfrentar realidades sobre la pobreza y la desigualdad, escenarios en los que los grupos étnicos siguen exhibiendo los peores indicadores sociales. Asimismo, tratar de abordar una discusión sobre dónde y cómo se deberían focalizar acciones en el marco de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
* Director de la Asociación Nacional de Alcaldes de Municipios con Población Afrodescendiente (Amunafro), magíster en gerencia y práctica del desarrollo de la Universidad de los Andes, y especialista en gestión y desarrollo comunitario de la Universidad Incca de Colombia.