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Las acciones chinas culminaron su mayor repunte semanal desde 2008 con una intensidad que saturó la bolsa de Shanghái, subrayando un cambio drástico en la confianza de los inversionistas después de que el gobierno de Xi Jinping aumentara los estímulos económicos.
En un eco del repunte que siguió al estímulo masivo de China durante la crisis financiera mundial, el índice CSI 300 de acciones de gran capitalización se disparó 4,5 % el viernes, elevando la ganancia de esta semana a 16 %. La actividad de negociación fue tan intensa que provocó fallos y retrasos en el procesamiento de las órdenes, según personas familiarizadas con el asunto. La bolsa de Shanghái dijo que estaba investigando los problemas, sin dar más detalles.
Fue un final frenético para una semana que ha suscitado esperanzas de que se toque fondo en el mercado bursátil chino, de US$8,9 billones, tras años de pérdidas que lo convirtieron en uno de los de peor rendimiento del mundo. Las autoridades chinas anunciaron el martes un aluvión de estímulos monetarios largamente esperado, seguido de promesas de los máximos dirigentes de hacer lo necesario para apuntalar el mercado inmobiliario e impulsar el consumo.
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Aunque muchos detalles del plan de estímulo de China siguen sin estar claros y los anteriores brotes de euforia a menudo se han desvanecido, los observadores del mercado afirman que el temor a perderse un repunte sostenido es palpable. Debido a que los mercados chinos estarán cerrados la próxima semana por las festividades de la Semana Dorada, a los inversionistas nacionales puede preocuparles que el repunte continúe en Hong Kong mientras ellos están fuera, afirma David Chao, estratega de Invesco Asset Management.
Un indicador de las acciones chinas en Hong Kong subió 3 %, anotando su racha ganadora más larga desde 2018. El índice ChiNext, un indicador con un fuerte componente tecnológico, subió un récord de 10 %. El volumen de las transacciones en China continental superó los 1,4 billones de yuanes (US$200.000 millones), alcanzando el nivel más alto en tres años, a pesar de los problemas en la negociación. El volumen de operaciones en Hong Kong alcanzó los 445.000 millones de dólares de Hong Kong (US$57.200 millones), un récord histórico. Mientras tanto, las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos se aprestaban a ampliar sus ganancias en la apertura, ya que subieron en las operaciones previas a la apertura del mercado el viernes.
A medida que los inversionistas se inclinaban hacia los activos de riesgo frente a los de refugio, los futuros de los bonos gubernamentales ultralargos de China registraron el viernes su mayor pérdida diaria jamás registrada. El rendimiento de los bonos chinos a 10 años subió 5 puntos básicos y se situó en 2,16 %.
Las directrices ofrecidas por el regulador de valores para animar a las empresas a atraer a los inversionistas a largo plazo también fortalecieron el optimismo que ya se respiraba en el mercado.
El amplio repunte del viernes se vio subrayado por el hecho de que 266 de los 300 miembros del índice CSI 300 terminaran el día en verde; el fabricante de bebidas alcohólicas Kweichow Moutai Co. y el productor de baterías Contemporary Amperex Technology Co. lideraron el repunte.
Pero las acciones de los bancos chinos se resistieron a la subida y cayeron, a medida que los inversionistas evaluaban las implicaciones de un plan de inyección de capital de 1 billón de yuanes (US$142.000 millones) del que informó Bloomberg News. China planea inyectar fondos obtenidos principalmente de la emisión de nuevos bonos soberanos especiales, según el informe, que cita a personas familiarizadas con el asunto.
El plan de inyección podría provocar una dilución de 56 puntos básicos del retorno sobre el capital, según escribieron en una nota los analistas de JPMorgan, entre ellos Katherine Lei. La caída también puede reflejar un alejamiento de los sectores que se consideraban más resistentes cuando el mercado caía. Dado que los bancos chinos tienen algunas de las rentabilidades por dividendo más altas del país, han atraído a los inversionistas que buscan rendimientos estables.
Morgan Stanley se encuentra entre un montón de observadores de China que se están volviendo gradualmente alcistas, y la estratega Laura Wang y sus colegas prevén otra alza de 10 % para el índice CSI 300 en el corto plazo.
El optimismo también impulsó al alza a otros valores asiáticos con exposición a la segunda mayor economía del mundo, a medida que se intensificaba el apetito por el riesgo en toda la región.
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