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Desde el municipio de Albania, La Guajira, Gustavo Petro volvió a referirse a la explotación de carbón en el país. El mandatario aseguró que proyectos mineros como El Cerrejón, cuya concesión termina en 2034, no deben ampliarse porque son un modelo “que ya no está vigente”.
“Para el 2034 la demanda de carbón en el mundo se habrá desplomado completamente (…). No puede haber expansión de explotación de carbón a cielo abierto en Colombia, porque eso no tiene ningún sentido económico”, dijo el presidente.
“Mirando las cifras de la Agencia Internacional de Energía entre 2013, el año donde el país tuvo más exportaciones de petróleo y carbón, y 2022, la inversión en petróleo en el mundo se ha desplomado a la mitad, mientras que la inversión en energías limpias se ha triplicado”, indicó Gustavo Petro, quien añadió que “nadie que esté metido en el negocio del carbón en el mundo planea ampliarlo”.
Además, criticó el impacto ambiental de estos proyectos en La Guajira, los cuales -en palabras de Petro- no contaron con la autorización de la comunidad wayúu.
Cabe destacar que, según datos provistos por Fenalcarbón, el país exportó 13,2 millones de toneladas de carbón (térmico y metalúrgico) en los primeros tres meses del año, lo cual representó un crecimiento del 10,6 % respecto al primer trimestre de 2022.
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Planes de cierre de minas
El presidente indicó que la palabra “ampliación” (en referencia a la explotación de carbón) debe quedar en el olvido y que, por el contrario, la discusión que debería tener el país es cómo cerrar los proyectos carboníferos.
Al respecto, explicó que recientemente el Congreso de la República aprobó una ley (pendiente de sanción presidencial) que regula los planes preliminares de cierre de minas.
Estos planes, según manifestó Gustavo Petro, deberán contar con el consenso de la comunidad y contemplan acciones en frentes como reconversión laboral y compensación de la huella ambiental, como la recuperación de afluentes que pudiesen haber sido afectados por la actividad minera.
Finalmente, el mandatario señaló que, una vez las minas de carbón a cielo abierto estén cerradas, los habitantes de la zona podrían conformar lo que denominó comunidades energéticas, bajo un esquema donde se convertirían en generadores de energía eléctrica limpia.
“Las comunidades energéticas son un camino de reconversión laboral que propongo para la discusión de la base trabajadora de toda la industria de carbón exportable”, puntualizó.
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