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Argentina se perfila como líder regional en producción de petróleo de esquisto, una roca sedimentaria relevante en el sector energético porque contiene petróleo y gas natural atrapados en su interior. Estos hidrocarburos se extraen mediante fracturación hidráulica (o fracking).
El frenesí que vive ese país con la perforación de esquisto podría llevarlo a posicionarse entre los tres principales productores de crudo en Suramérica, gracias a la alta producción en yacimientos como Vaca Muerta, considerado uno de los mayores reservorios de esquisto del mundo.
Esta dinámica ha convertido a Argentina en un actor clave en el mercado energético regional, desafiando incluso a Colombia en la competencia por el liderazgo de la producción de hidrocarburos.
El impulso en la actividad petrolera se debe, en gran medida, a las políticas favorables implementadas por el gobierno argentino, que han incentivado la inversión y la expansión de las operaciones en la zona. Según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, el petróleo de esquisto ya representa el 60 % de la producción total de crudo de Argentina, un hito que marca el camino hacia niveles de extracción no vistos en más de dos décadas.
Se espera que los perforadores lleven más plataformas a Vaca Muerta el año que viene. Los ambiciosos planes de infraestructura también están cobrando impulso a medida que las reformas del gobierno de Javier Milei dan a las empresas la oportunidad de atraer financiación internacional para ductos y puertos.
Mientras tanto, en Colombia, las reservas de gas natural son la mitad de lo que eran hace una década y las de crudo se han estancado ya que el presidente Gustavo Petro eludió la exploración petrolera en favor de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Cabe destacar el reciente descubrimiento del pozo Sirius, que tendría más de 6 terapiés cúbicos de gas. Con corte a diciembre de 2023, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), las reservas probadas de gas en el país eran de 2,3 terapiés cúbicos, pero con Sirius estas podrían aumentar en un 200 % las reservas actuales de gas del país.
En el pasado, la industria colombiana del petróleo y el gas natural consideró la fracturación hidráulica (o fracking), la misma tecnología utilizada en Vaca Muerta, para ampliar las reservas, pero el gobierno de Gustavo Petro detuvo dos pruebas clave después de asumir el cargo en 2022.
Las inversiones en perforación en Colombia en 2024 cayeron por segundo año consecutivo y las disminuciones significan que la producción de crudo no creará suficientes ingresos para cumplir con los objetivos de ingresos fiscales del gobierno, según las proyecciones de la industria.
Brasil es, de lejos, el mayor productor diario de crudo de Sudamérica, con más de 3 millones de barriles. Venezuela producía una cantidad similar a principios del siglo, antes de que la producción se desplomara bajo el regimen de Nicolás Maduro, pero recientemente las cifras han ido aumentando, situándose en segundo lugar en la región.
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