Salario mínimo saldrá por decreto, una vez más
En la última década, tan sólo se ha llegado a un acuerdo entre las partes en cuatro ocasiones.
Este martes, el presidente Gustavo Petro citó a una rueda de prensa para hablar del incremento del salario mínimo para 2025, luego de que las negociaciones entre trabajadores y empresarios no produjeran un acuerdo.
Esto le fue confirmado a este medio por una fuente del alto Gobierno, quien pidió la reserva de su nombre al no ser un vocero oficial del tema.
El proceso de concertación tiene como plazo máximo para definir el aumento el próximo 30 de diciembre, pero se espera que el anuncio del incremento se conozca este martes desde Zipaquirá, en donde estará el presidente Petro como parte de su agenda de Navidad.
Vale recordar que, en la última década, tan sólo en cuatro años se ha logrado una concertación. En la mayoría de ocasiones, el desacuerdo entre las partes ha obligado al Gobierno de turno a tomar esa decisión.
El camino de la negociación del mínimo
Lo primero que hay que decir es que del lado de los empresarios no hubo una propuesta pública unificada sobre la mesa. Sólo un gremio (Acopi, que agrupa mipymes) puso un número para negociar. En segundo lugar, esta cifra estaba en línea total con la inflación que se espera para 2024 (alrededor de 5,2 %, según el Banco de la República), por lo que no habría un aumento real en el salario, sino apenas una compensación por el alza en el costo de vida bajo esa perspectiva.
Sin embargo, en conversaciones bilaterales, los empresarios incrementaron su propuesta por encima de 6 %, lo que no incluye el aumento de inflación más un punto extra por productividad.
Las centrales obreras sí pusieron sobre la mesa una cifra, pero su valor generó una amplia brecha entre un lado de la negociación y el otro: los sindicatos buscarían un aumento de 12 %, más del doble de la inflación con la que acabaría 2024.
Según algunas fuentes, los representantes de los trabajadores estaban dispuestos a ceder en algunos puntos, pero mantenían su postura en que el aumento debería estar en el doble dígito.
Un aumento de doble dígito ha sido criticado ampliamente por centros de análisis, como Fedesarrollo, que ha recomendado un incremento en línea con la inflación.
La recomendación de Fedesarrollo es que el aumento “se limite a un incremento en torno al 6%, reflejando la inflación esperada y las condiciones específicas de la productividad de los trabajadores más vulnerables”. Esta cifra “representaría un equilibrio entre la inflación proyectada y las limitaciones en el crecimiento de la productividad de los trabajadores, minimizando posibles efectos adversos en el mercado laboral y la inflación del próximo año”, según un documento de este centro de pensamiento.
El salario mínimo es un tema que le pega a muchos, más allá de si se gana directamente este ingreso. Cobros como los copagos al sistema de salud, el precio de la vivienda de interés social, ciertos trámites administrativos, así como el cálculo para las nuevas tarifas en los sistemas de transporte público dependen de lo que se acuerde en esta mesa.
Como la premisa de la comisión es preservar el poder adquisitivo de los trabajadores, en los últimos años se ha buscado avanzar en desamarrar más cobros del salario mínimo (la famosa desindexación). Hasta la fecha se han desvinculado 188 cobros, y se espera que este año se logre avanzar en otros vinculados al sector de vivienda.
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Este martes, el presidente Gustavo Petro citó a una rueda de prensa para hablar del incremento del salario mínimo para 2025, luego de que las negociaciones entre trabajadores y empresarios no produjeran un acuerdo.
Esto le fue confirmado a este medio por una fuente del alto Gobierno, quien pidió la reserva de su nombre al no ser un vocero oficial del tema.
El proceso de concertación tiene como plazo máximo para definir el aumento el próximo 30 de diciembre, pero se espera que el anuncio del incremento se conozca este martes desde Zipaquirá, en donde estará el presidente Petro como parte de su agenda de Navidad.
Vale recordar que, en la última década, tan sólo en cuatro años se ha logrado una concertación. En la mayoría de ocasiones, el desacuerdo entre las partes ha obligado al Gobierno de turno a tomar esa decisión.
El camino de la negociación del mínimo
Lo primero que hay que decir es que del lado de los empresarios no hubo una propuesta pública unificada sobre la mesa. Sólo un gremio (Acopi, que agrupa mipymes) puso un número para negociar. En segundo lugar, esta cifra estaba en línea total con la inflación que se espera para 2024 (alrededor de 5,2 %, según el Banco de la República), por lo que no habría un aumento real en el salario, sino apenas una compensación por el alza en el costo de vida bajo esa perspectiva.
Sin embargo, en conversaciones bilaterales, los empresarios incrementaron su propuesta por encima de 6 %, lo que no incluye el aumento de inflación más un punto extra por productividad.
Las centrales obreras sí pusieron sobre la mesa una cifra, pero su valor generó una amplia brecha entre un lado de la negociación y el otro: los sindicatos buscarían un aumento de 12 %, más del doble de la inflación con la que acabaría 2024.
Según algunas fuentes, los representantes de los trabajadores estaban dispuestos a ceder en algunos puntos, pero mantenían su postura en que el aumento debería estar en el doble dígito.
Un aumento de doble dígito ha sido criticado ampliamente por centros de análisis, como Fedesarrollo, que ha recomendado un incremento en línea con la inflación.
La recomendación de Fedesarrollo es que el aumento “se limite a un incremento en torno al 6%, reflejando la inflación esperada y las condiciones específicas de la productividad de los trabajadores más vulnerables”. Esta cifra “representaría un equilibrio entre la inflación proyectada y las limitaciones en el crecimiento de la productividad de los trabajadores, minimizando posibles efectos adversos en el mercado laboral y la inflación del próximo año”, según un documento de este centro de pensamiento.
El salario mínimo es un tema que le pega a muchos, más allá de si se gana directamente este ingreso. Cobros como los copagos al sistema de salud, el precio de la vivienda de interés social, ciertos trámites administrativos, así como el cálculo para las nuevas tarifas en los sistemas de transporte público dependen de lo que se acuerde en esta mesa.
Como la premisa de la comisión es preservar el poder adquisitivo de los trabajadores, en los últimos años se ha buscado avanzar en desamarrar más cobros del salario mínimo (la famosa desindexación). Hasta la fecha se han desvinculado 188 cobros, y se espera que este año se logre avanzar en otros vinculados al sector de vivienda.
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