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El Banco Central Europeo subió sus tasas de interés por primera vez en once años

El aumento de 0,50 puntos es el primero desde 2011 y el mayor desde el 2000. El objetivo es hacer frente a la creciente inflación, pero la decisión aumenta los riesgos de una recesión.

21 de julio de 2022 - 01:37 p. m.
Otras alzas son posibles, según los indicadores. - Imagen de referencia
Otras alzas son posibles, según los indicadores. - Imagen de referencia
Foto: Getty Images

El Banco Central Europeo (BCE) subió este jueves su tasa directriz en 0,50 puntos, un aumento por encima de las previsiones que marca el primer incremento desde 2011.

Atrapada en una compleja disyuntiva entre el aumento de los precios y los temores por el crecimiento, la institución con sede en Fráncfort apostó por subir sus tres tipos de interés clave en 50 puntos, cuando todos se esperaban una subida de 25 puntos. El objetivo es claro: frenar la inflación en la zona del euro, que en junio llegó al 8,6 %.

En los últimos días, se había especulado con la posibilidad de que el BCE tomara medidas más agresivas, ya que la inflación en la eurozona sigue aumentando bajo el impacto combinado de la recuperación poscovid, las tensiones en la cadena de suministro y la crisis energética vinculada a la ofensiva rusa en Ucrania.

El principal tipo de interés pasa de cero, donde se situaba desde 2016, a 0,5%, mientras que el tipo que grava una parte de la liquidez bancaria no distribuida en forma de crédito sube de -0,5% a cero.

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El euro, que había alcanzado la paridad con el dólar, ayer reaccionó y se disparó por los rumores de que el BCE subiría sus tipos de interés en 50 puntos básicos.

Por ahora, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo que el panorama económico en la zona euro se “ensombrece” debido a la agresión de Rusia contra Ucrania y a la alta inflación.

Fin de la era de las tasas de interés negativas

Esta decisión marca el fin de la era de los tipos de interés negativos que comenzó en 2014 y de una década de generosa política monetaria que ha ayudado al bloque a superar las crisis de los últimos años.

Este endurecimiento de la política monetaria ya había comenzado en julio con el cese de nuevas compras de deuda en los mercados para reducir la masa monetaria en circulación y frenar la inflación.

La Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra ya se adelantaron al BCE y comenzaron a subir sus tasas de forma más agresiva. Vale la pena recordar que el 15 de junio, la Reserva Federal de Estados Unidos subió las tasas de interés en 75 puntos básicos, el mayor aumento en tres décadas. Otro movimiento de ese tamaño, o un aumento de 50 puntos básicos, estará sobre la mesa cuando se reúnan nuevamente a fines de julio.

También: La Reserva Federal aún puede evitar una recesión, pero no será fácil

Sin embargo, la tarea del BCE es aún más compleja por las amenazas de corte del gas ruso, el riesgo por la crisis política en Italia y la caída del euro. El primer ministro de Italia, Mario Draghi, presentó este jueves su renuncia. Con su pedigrí de expresidente del BCE, los mercados lo veían como un factor de estabilidad.

La dimisión de Draghi podría provocar la disolución del parlamento y la organización de elecciones anticipadas este otoño.

El BCE anunció también un nuevo instrumento para proteger a los Estados más vulnerables de los ataques especulativos contra su deuda. Esta herramienta “podrá activarse para contrarrestar dinámicas de mercado injustificadas y desordenadas que suponen una grave amenaza para la transmisión de la política monetaria en la eurozona”, cuyo objetivo es una tasa de inflación del 2 % a medio plazo, según indica un comunicado.

El gas tiene a Europa en vilo

La crisis del gas complica la tarea del BCE. Rusia volvió a abrir este jueves el suministro de gas hacia Europa, tras una suspensión de 10 días de las operaciones del gasoducto Nord Stream, pero con un flujo menor, que equivale al 40 % de su capacidad.

La dependencia europea de las importaciones energéticas rusas tiene a las autoridades europeas preocupadas y prevén racionamientos si Moscú suspende el suministro de gas. La Comisión Europea presentó el miércoles un plan para cortar el consumo de gas en 15 % a fin de mitigar el potencial impacto económico.

Lea: El gas ruso vuelve a fluir hacia Europa a través de Nord Stream

Una interrupción total del suministro de gas desde Rusia sumiría a la eurozona en la recesión y una rápida subida de los tipos de interés empeoraría la situación.

La última vez que el BCE subió sus intereses fue en 2011, pero una crisis de deuda europea rápidamente obligó a la institución a revertir el curso. El presidente del BCE que logró contener las tensiones en los mercados de valores fue Mario Draghi.

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