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Este lunes, el Banco de la República elevó a 9,1 % su proyección de crecimiento económico para el primer semestre del año, una cifra considerablemente mayor al 7,1 % que estimó en abril y que sería el signo de una economía más dinámica que se recuperaría más rápido de lo previsto.
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En su Informe de Política Monetaria para el mes de julio el equipo técnico del Emisor explicó que si bien la tercera ola de contagio del Covid-19, los bloqueos viales y los problemas de orden público habrían generado una caída del PIB durante el segundo trimestre, los datos del índice de seguimiento a la economía (ISE) de abril y mayo han resultado mayores que lo esperado.
“Las nuevas cifras de actividad económica sectoriales sugieren que el impacto negativo de la pandemia sobre el producto se sigue moderando, en un entorno de menores restricciones a la movilidad y de mayor avance en el ritmo de vacunación”, explicó el Emisor.
Además, el equipo técnico elevó su proyección de crecimiento de 6 % a 7,5 % para todo 2021. Al respecto, señaló que, pese a la incertidumbre, la recuperación de la demanda externa, los niveles de precios de algunos bienes básicos que exporta el país y la dinámica de las remesas de trabajadores “han sido mejores que las esperadas” y podrían seguir impulsando la recuperación del ingreso nacional en lo que resta del año.
A esto se sumaría la amplia liquidez internacional, la aceleración en el proceso de vacunación y las bajas tasas de interés. Además, el pronóstico incluye los efectos de corto plazo sobre la demanda agregada de una reforma tributaria de magnitud similar a la proyectada por el Gobierno. El pronóstico de crecimiento para 2022 sería de 3,1 %.
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En cuanto a la inflación, el informe del Banco de la República señaló que aumentó más de lo esperado en junio debido al comportamiento del grupo de alimentos, con una inflación anual de 3,63 %, mientras que la inflación básica, de 1,87 %, fue similar a la proyectada.
“En lo que resta del año el mayor nivel del IPC de alimentos persistiría y contribuiría a mantener la inflación por encima de la meta. A finales de 2022 la inflación total y básica retornarían a tasas cercanas al 3 %, en un entorno de desaceleración del IPC de alimentos y de menores excesos de capacidad productiva”, estima el Emisor.
Para finales de 2021 y 2022 se estima una inflación total de 4,1 % y 3,1 %, y una inflación básica del 2,6 % y 3,2 %, respectivamente.
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El informe también advirtió sobre el aumento de las primas de riesgo y una depreciación del peso frente al dólar a raíz de los problemas de orden público, a reducción de la calificación crediticia de S&P y Fitch Ratings y el deterioro de las perspectivas de las cuentas fiscales del país.
“En el escenario macroeconómico actual se espera que las condiciones financieras internacionales sean algo menos favorables, a pesar de la mejora en los ingresos externos por cuenta de una mayor demanda y unos precios del petróleo y de otros productos de exportación más altos”, agregó el banco.