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El Banco de la República publicó su primer informe de política monetaria de este año, que corresponde al primer trimestre. Las proyecciones macroeconómicas de la entidad apuntan a que para finales de 2022 y 2023 la inflación llegaría al 4,3 % y 3,4 %, respectivamente.
Entre los factores que la entidad tuvo en cuenta para dicha proyección estuvo la inflación en diciembre de 2021, que fue del 5,62 % y superó las estimaciones de la propia entidad. También se tuvo en cuenta la indexación de varios grupos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a una mayor inflación, el alto incremento real del salario mínimo legal (SML), el alza de los precios de la oferta tanto interna como externa y la alta tasa de cambio.
“Las estimaciones presentan un amplio margen de incertidumbre asociado, principalmente, a la evolución de los choques de oferta externos e internos, y sus efectos sobre los precios”, dijo el Banco de la República. Y añadió que la mayor volatilidad en los precios, la extensión de la emergencia sanitaria, los días sin IVA, el impacto del aumento del SML, entre otros, inciden también en dicha incertidumbre.
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Por otro lado, el emisor aumentó su proyección de crecimiento económico para 2021 que estaba en 9,8 % y la dejó en 9,9 % porque en el tercer trimestre el estimado del crecimiento de la economía fue del 12,9 % y se espera que en cuarto trimestre sea del 8,7%. Esto se basa en el fuerte consumo, por los tres meses consecutivos con días sin IVA, bajos contagios de COVID-19 e indicadores de movilidad similares a los de prepandemia.
En ese sentido también se moderó la expectativa para 2022: pasó del 4,7 % al 4,3 %. Algunos factores que inciden en este indicador es que “las condiciones financieras internacionales serían menos holgadas, la demanda externa seguiría recuperándose y los términos de intercambio continuarían al alza en un entorno de mayores precios proyectados del petróleo”, afirma el Banco de la República.
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También se espera que la economía crezca por los avances en el programa de vacunación, la reducción del desempleo y su impacto en el ingreso de los hogares, pese a las afectaciones de la inflación. Aunque se espera que haya menos crecimiento del gasto en 2022. Frente a este panorama, para 2023 se espera un PIB del 3,1 %.
Respecto a la demanda externa relevante para el país, “continuaría recuperándose en un entorno de mayores presiones sobre la inflación global, de altos precios del petróleo y de condiciones financieras internacionales menos favorables que las estimadas en octubre”, dice la entidad en el informe.
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En 2021 la reactivación económica de los socios comerciales se dio por la reapertura de los países y la liquidez internacional, aunque el crecimiento se ha restringido por las rupturas en las cadenas globales de suministro y los rebrotes del virus. Por esto dicho indicador pasó del 6,3 % al 6,9 % para 2021, y del 3,4 % al 3,3 % para 2022, y se estima que para 2023 sea del 2,6 %.
El viernes pasado, la junta directiva del Banco de la República sorprendió al subir sus tasas de interés, que para diciembre de 2021 estaban en 3 %, a 4 %. Este es el incremento más duro en años en este indicador y está pensado para hacerle frente al ritmo galopante de la inflación.