Carrera de obstáculos para aprovechar buenos precios del aguacate en el exterior
El precio exterior del aguacate Hass está en un buen momento. Los exportadores colombianos procuran aprovechar esta coyuntura, especialmente en el mercado de Estados Unidos, mientras enfrentan dificultades derivadas del clima y los altos precios de los insumos.
El aguacate se convirtió en una de las estrellas en las mesas de prácticamente todo el mundo. La demanda por este producto ha impulsado una expansión en la producción en varios países, incluyendo Colombia, en donde este fruto ocupa el cuarto renglón de los productos agrícolas de exportación, tras el café, el banano y las flores.
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El aguacate se convirtió en una de las estrellas en las mesas de prácticamente todo el mundo. La demanda por este producto ha impulsado una expansión en la producción en varios países, incluyendo Colombia, en donde este fruto ocupa el cuarto renglón de los productos agrícolas de exportación, tras el café, el banano y las flores.
En 2020 el país vendió 18.547.920 kilogramos netos, que representaron US$40,1 millones FOB, mientras que en 2021 fue de 20.319.754 kilos netos y US$38 millones FOB. Es decir, las exportaciones de este producto, por peso, crecieron en 9,6 %, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE).
Casi todas estas cifras son en aguacate Hass. Los principales destinos fueron: la Unión Europea hacia países como Alemania, Bélgica, España, Francia, Países Bajos y Reino Unido; América, con Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Aruba, Argentina y Curazao; y Asia, hacia Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
La producción nacional participa en el quinto lugar de las importaciones de Estados Unidos, porque “se tienen diferentes barreras fitosanitarias impuestas por el país que hacen que no se pueda ampliar un poco más la oferta exportable a este destino. El principal país proveedor de aguacate de este país es México, con una participación del 91 %, seguido por Perú, con el 6,41 %”, afirma la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol).
Sin embargo, aumentó la demanda de aguacates en ese país y, por lo tanto, los precios se dispararon. La principal razón fue la caída en la producción y los bloqueos temporales a las importaciones de Michoacán (México), que abastece más del 80 % del mercado americano, explica Corpohass.
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Y al fenómeno se le sumó el alto consumo por el Superbowl en febrero, pues es costumbre consumir nachos con guacamole durante el evento.
Precisamente fue esa contingencia la que llevó a Colombia a aumentar su presencia allí, como lo hizo la Federación Paltolima. “Con la salida del mercado de Rusia cogimos el de Estados Unidos, ya que logró bajar un poco los requisitos que tenían para poderlos exportar; eran demasiados”, cuenta Gustavo Miranda, representante legal de la federación.
De ese modo, los pequeños y medianos cultivadores de aguacate del Tolima mandaron su primer contenedor a EE. UU. con entre 20.000 y 22.000 kilos del fruto.
En 2021 las cifras de exportaciones de este producto, en su variedad Hass, hacia ese país fueron 26 veces las del año anterior. Es decir, en 2020 el dato fue de 42.854 kilos netos y en 2021 fue de 1.123.521 kilos netos, según el DANE. Aunque en este momento EE. UU. representa una oportunidad, el principal destino del aguacate Hass colombiano ha sido la Unión Europea. Allí “Colombia tiene la segunda posición, con una participación del 14 %, ubicándose después de Perú, que tiene una participación del 31 %”, dice Asohofrucol.
La asociación resalta que la participación de Colombia es clave en “Europa principalmente en los periodos en los que carece de oferta por parte de Perú y cuando este efecto se agudiza por la disminución de producto ofrecido por España, Israel y Kenia”.
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En los países de este continente, los precios unitarios pueden estar entre dos y tres euros, mientras que el precio nacional está cerca de los $1.500 y a $5.500 el kilo.
Para Clara Inés Pardo, profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, que estos países estén dispuestos a comprar el aguacate a esos precios se debe a que se ha vuelto un producto gourmet, debido a su escasez. La ventaja es que se puede “comercializar a un valor más favorable que un producto normal”. Dice que el país se diferencia por “la calidad de la tierra, que le da un sabor diferente al aguacate”.
En general, los precios están al alza y la principal razón son las lluvias, que no permiten la floración en las plantas que da el fruto. Además, aunque no haya producto, se debe seguir cuidando la tierra. Son esos insumos —fertilizantes, abonos y pesticidas— los que más se han encarecido y representan cerca de la mitad de los costos.
Pese a esto, los pronósticos de Corpohass apuntan a crecer del 25 al 30 % en el volumen de exportaciones totales para este año.
Aunque los pequeños y medianos productores tienen otro panorama. Aseguran que no todos los gastos adicionales se ven reflejados en el precio final. “Ahora trabajamos a pérdidas. Hay personas de escasos recursos que no tienen cómo mantener el cultivo. Para final de año vamos a tener una producción del 20 o 25 %. De una hectárea que cogíamos ocho toneladas, ahora nada más vamos a tener dos, pero son los mismos gastos en la producción”, puntualiza Gustavo Miranda.
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Independientemente del lugar de destino del aguacate, “no se tiene producción para el mercado internacional ni para el local. Esto genera una disminución en la oferta de aguacate que se traslada al alza en el precio”, puntualiza Asohofrucol.
Si bien el precio exterior del producto está en un muy buen momento, para sacarle provecho los cultivadores colombianos deberán superar los obstáculos climáticos y de insumos. El país “tiene vocación de producción. Tenemos qué seguir mirando cómo vender en otros mercados y sacar las certificaciones porque el aguacate ha mostrado la posibilidad de venderse afuera”, finaliza Pardo.