China enfría el mercado global del petróleo: ¿a dónde va el crudo colombiano?
Una menor demanda de crudo por parte de China, el primer comprador de este combustible, subraya las preocupaciones por futuras caídas en el precio internacional del barril. Las exportaciones de crudo colombiano al gigante asiático ya sienten los efectos.
Daniel Felipe Rodríguez Rincón
Un dato en particular llamó la atención sobre el informe de exportaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) correspondiente a junio de 2024: en el sexto mes del año, los envíos de petróleo crudo a China cayeron un 100 %. En otras palabras, según el DANE, Colombia dejó de percibir en dicho mes una entrada de ingresos que hace un año representó US$115,8 millones.
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Un dato en particular llamó la atención sobre el informe de exportaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) correspondiente a junio de 2024: en el sexto mes del año, los envíos de petróleo crudo a China cayeron un 100 %. En otras palabras, según el DANE, Colombia dejó de percibir en dicho mes una entrada de ingresos que hace un año representó US$115,8 millones.
Para Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), lo anterior pudo ser resultado de la forma en que el DANE recopila esta clase de información. “Puede tener relación con unas fechas de embarque que, de pronto, no se registraron a tiempo. Esperamos que en julio esto se normalice y reaparezcan esas ventas externas. Esto es algo que puede suceder en algunos meses del año”, agregó.
Por su parte, Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, tiene claro que lo observado no es más que un desplazamiento de las exportaciones de petróleo colombiano al mercado americano (Estados Unidos). Desplazamiento que sería de más del 37 % de la oferta. “Con toda seguridad, por mejores precios de mercado y mayor rentabilidad en las operaciones”, puntualiza.
Más allá de lo anecdótico del dato en el más reciente informe del DANE, hay preocupación en el mercado internacional del petróleo por cuenta de la economía de China, la cual está pasando por un periodo de desaceleración que, acompañado de un impulso a la movilidad eléctrica, ha motivado recortes en la demanda mundial de crudo y presiones a la baja en las cotizaciones internacionales.
Al igual que en otras cuestiones como comercio, logística o producción de bienes, lo que ocurra en el gigante asiático puede mover la aguja mundial, teniendo en cuenta que China representa uno de cada seis barriles de petróleo en el consumo mundial, además de ostentar el primer lugar en el escalafón de países que más importan crudo.
El panorama en Colombia
Durante el 2024, las cifras del comercio exterior de Colombia han dado cuenta de que las exportaciones están en números rojos y que los combustibles y los productos de las industrias extractivas son el rubro que más cae.
En el primer semestre de este año, las exportaciones colombianas alcanzaron US$23.979,9 millones, lo que se traduce en una disminución de 2,9 % frente al mismo periodo de 2023. Este resultado que se explica, en gran parte, por el desempeño de los minero-energéticos, que cayeron un 9 %, según el DANE. Solo en junio de 2024, se exportaron 13,3 millones de barriles de petróleo crudo, lo que representó una caída de 10,3 % en comparación con junio de 2023.
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Según explica Gabriela Bautista, analista de Sector Externo de Corficolombiana, lo ocurrido con los envíos de crudo puede estar reflejando hasta cierto punto una menor demanda externa, así como una menor producción de petróleo a nivel local.
Que Colombia venda cada vez menos petróleo ya no es una sorpresa e, incluso, es un argumento a favor de quienes defienden que el país está en un proceso de diversificación de sus exportaciones en favor de otros rubros como el agrícola y el manufacturero, más acordes en un mundo que tiende a la descarbonización y la sostenibilidad ambiental. El temor está en que, de manera acelerada, el país vaya perdiendo los ingresos que le generan los hidrocarburos por cuenta de un mercado que podría seguir registrando caídas en las cotizaciones internacionales del barril por cuenta de la economía de China.
“Particularmente, en el caso de combustibles, crudo y derivados, estos siguen representando una tercera parte de las exportaciones colombianas, de ahí que una caída sea preocupante”, afirma Óscar Rincón, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos, Energías y Tecnologías Afines (Acipet).
¿Qué pasa en China?
En julio de 2024, las importaciones de petróleo por parte de China cayeron a niveles de hace dos años. Según datos de la Administración General de Aduanas de China, ese país importó 42,34 millones de toneladas de crudo en el séptimo mes del año.
Óscar Felipe Rueda, presidente de Procolombia en China, aporta una lectura sobre el mercado petrolero chino: “Esto se da debido a un crecimiento económico menor, grandes cantidades (de petróleo) en inventario. También, muchas refinerías están en mantenimiento y, por último, por la transición energética (de China) hacia fuentes de energía limpias”.
Cálculos realizados por Bloomberg señalan que, a la fecha, la demanda de China está en el orden de los 10 millones de barriles por día, el ritmo más débil desde septiembre de 2022. En términos mensuales, las compras fueron casi un 9 % inferiores a las de junio pasado y menores que las de febrero de 2023.
“El desempeño de la economía de China ha sorprendido a la baja, principalmente por el menor dinamismo de su demanda interna. Esto se ha traducido en persistentes caídas en sus importaciones, entre esas las petroleras (cayeron cerca de 2 % anual en el año móvil terminado en junio)”, afirma Bautista.
Dentro de las causas detrás de la caída en las compras del llamado “oro negro” por parte del gigante asiático destacan algunas como una economía en desaceleración, con problemas inmobiliarios y una fuerte inversión hacia la movilidad eléctrica que restringen y desplazan los combustibles fósiles, pero también resaltan los márgenes más estrechos para las refinerías.
China, precisamente, registró durante el segundo trimestre de 2024 el crecimiento económico más débil en cinco trimestres: según datos del Buró de Estadísticas chino, el Producto Interno Bruto (PIB) de ese país se expandió un 0,7 % en el segundo trimestre frente al 1,5 % del primer trimestre de 2024. La cifra también es menor al crecimiento del cuarto trimestre de 2023 (1,2 %), así como del tercer trimestre (1,5 %), del segundo (0,8 %) y del primero (1,8 %).
En 2023, la economía china cerró con un modesto crecimiento de 5,2 %. Se califica como modesto porque si bien es mayor que el 3 % de 2022 (y que los años de pandemia), el dato del año pasado se situó lejos del 9 % que venía promediando la segunda economía global desde comienzos de la década de los años 80.
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Según el portal Mysteel OilChem, que sigue la actualidad del mercado chino de ‘commodities’, los márgenes de refinación en plantas de propiedad estatal o privada se han desplomado este año y sus tasas de funcionamiento están cerca de los niveles más bajos de hace cuatro años (mientras el país sufría los embates de la pandemia del Covid-19). El auge de décadas de China en el procesamiento de petróleo estaría tambaleando y, según un sondeo de Bloomberg a observadores del mercado, la refinación se mantendría estable o caería; dos escenarios que no se han visto en más de 20 años (excluyendo un 2022 lastrado por la pandemia).
Así mismo, la Agencia de Energía del Gobierno estadounidense (EIA, por sus siglas en inglés) recortó sus previsiones de la demanda mundial de petróleo en 2025 por las preocupaciones que suscita la desaceleración de China y los temores de recesión en Estados Unidos. La entidad proyecto que se consumirán unos 104,5 millones de barriles de petróleo diariamente durante el próximo año, es decir, 200.000 barriles menos que el pronóstico anterior.
En la misma línea, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) recortó sus pronósticos de demanda de crudo para este año en 135.000 barriles diarios, según su más reciente informe mensual. Se trata del primer cambio significativo en un pronóstico que, no obstante, sigue siendo considerablemente más alto que el resto de la industria petrolera.
“Esta ligera revisión refleja los datos reales (del primer y segundo trimestre), así como el debilitamiento de las expectativas de crecimiento de la demanda de petróleo de China en 2024″, dijo la secretaría de la OPEP desde su sede en Viena, Austria.
Los ecos de una menor demanda
De fondo, la cuestión con China no es que Colombia reduzca sus envíos de crudo (pues el crudo nacional se termina reacomodando en otros mercados), sino que las cifras del gigante asiático -por alarmismo o simple prospección inversionista- están haciendo sonar un coro de voces que cantará al son de perspectivas más pesimistas para la demanda global de crudo, y esto tendrá implicaciones en la conformación del precio internacional del barril.
Como lo explica la analista de Corficolombiana, “una menor demanda global por crudo impulsaría a la baja el precio, que hasta julio se había mantenido por encima de los US$80 por barril y nos había ayudado a compensar parcialmente los menores volúmenes de petróleo exportados”.
En lo anterior coincide el director ejecutivo de Acipet, quien explica que los precios internacionales del petróleo se ven influenciados por el comportamiento de los grandes consumidores del combustible. Una menor demanda terminará creando una menor oferta.
“La OPEP hace su planeación de cuotas de producción para tratar de regular los precios del mercado: la baja demanda de China, la reducción de las reservas de Estados Unidos, son algunos ejemplos de factores macro que impactan el precio del crudo. Colombia, al ser un exportador, siente caídas en el precio”, agrega Óscar Rincón.
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Y es que el precio del petróleo es altamente influyente sobre nuestro tipo de cambio al ser nuestro principal producto de exportación. Así las cosas, una menor entrada de divisas añadiría presiones de depreciación sobre el peso colombiano; este efecto también se nota en la inversión extranjera directa, ya que el sector petrolero es el principal receptor.
“Cuando los precios internacionales del petróleo bajan, la inversión en exploración y producción también tiende a disminuir”, puntualiza Bautista.
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