Colombia está envejeciendo: ¿qué implica esto para la economía y la sociedad?
Para los primeros cuatro meses de este año, los nacimientos tuvieron una baja anual que no se había registrado en una década. Las modificaciones demográficas que están ocurriendo en Colombia tienen consecuencias a lo largo y ancho del país. ¿Cómo se ve este panorama?
Colombia, al igual que otros países de la región, se encuentra en medio de una transición demográfica, con una reducción en nacimientos, así como en las defunciones.
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Colombia, al igual que otros países de la región, se encuentra en medio de una transición demográfica, con una reducción en nacimientos, así como en las defunciones.
De fondo, es una consecuencia de varias tensiones, que van desde el tránsito del campo a la ciudad, así como la mejoría en indicadores de nutrición y salud en varios segmentos claves de la población (como la niñez).
En palabras simples, esta transición implica que el país está envejeciendo, con una caída especialmente pronunciada en los nacimientos, que vienen en caída libre desde 2019.
Justamente, este viernes, el DANE actualizó la información de nacimientos y defunciones, con corte a los primeros cuatro meses de este año.
Entre enero y abril de 2024 se registraron 145.416 nacimientos reportados, una caída de 30,02 % cuando se compara con 2019, cuando hubo 207.953 nacimientos en este mismo periodo. Sin embargo, si se mide contra el primer cuatrimestre de 2015, la baja es aún más pronunciada, con un registro de 31,29 %.
La cifra de los primeros cuatro meses de 2024 refleja, como lo muestra el gráfico anterior, una caída de 14,6 % frente al mismo periodo de 2023. Esto se traduce en 24.789 partos menos. Una disminución de este calibre no sucedía en esta década.
Por departamentos, Chocó es el que registra más nacimientos según la residencia de las madres, representando 67,9 %. Le sigue La Guajira con 19,7 % y Magdalena con 5,5 %.
Así mismo, el reporte del DANE permite ver que, entre enero y abril de este año, se registraron 88.959 defunciones en Colombia. Esto representa un incremento de 2,3 % en comparación con el mismo período de 2023, cuando hubo 86.972 muertes.
¿Qué significan estos datos para la economía de Colombia y para la sociedad en general?
En una entrevista reciente con este diario, Piedad Urdinola, directora del DANE, aseguró que “lo que estamos viendo es una reducción permanente año tras año de los nacimientos en el país. La transición demográfica no sucede en un día o en un año, son procesos que vienen de décadas y comienzan con la mejora en la mortalidad, pues las personas se dan cuenta de que no necesitan tener tantos bebés para que sobrevivan a edades adultas y se evidencia una contracción”.
Puede ver en video esta entrevista: “Somos un país que está envejeciendo”: Piedad Urdinola
Además de los cambios sociales, la transición demográfica tiene implicaciones en aspectos económicos y culturales, y representa oportunidades y retos. Aunque en este momento el gráfico poblacional de Colombia tiene forma de diamante, el país está envejeciendo y con los años la pirámide quedará invertida, como ya sucede en países como Japón y Alemania, donde la mayor parte de sus habitantes está en edades avanzadas.
En Colombia, el índice de envejecimiento demográfico (IED), que representa el número de personas mayores de 65 años por cada 100 menores de 15 años, ha venido creciendo.
Es decir, que en una década el indicador nos mostraría a un país envejecido. Urdinola no lo ve como algo malo, sino como un “premio” que ganan las sociedades. “Para que caiga la mortalidad tenemos que hacer esfuerzos muy grandes, campañas de salud pública, tener carreteras, acueductos, alcantarillados, luz, innovaciones tecnológicas, medidas médicas, científicos pensando en vacunas, en fin. Una vez que hacemos todas esas inversiones, cae la mortalidad y ahí la sociedad puede tomar otro tipo de decisiones”.
En el momento en el que la población joven decrezca y estemos en camino sólido de una sociedad más envejecida es que llegan los verdaderos retos para el país, la estructura de Colombia en cuanto a seguridad social (salud y pensiones), sistemas de cuidado, educación y tecnología está diseñada para una pirámide demográfica que ha ido cambiando con el tiempo y que, para este momento, parece más un diamante que el triángulo demográfico clásico.
Según el Banco Mundial, el alza del gasto ejercerá más tensión en los recursos fiscales. El país tendrá que proveer de salud a más personas que, además, vivirán más años, por lo que se necesitarán más presupuestos del Estado para financiar los sistemas de salud (en el que se deberán incluir los cuidados a largo plazo). Lo que también implicará mayores costos para las familias.
También habrá más personas en el sistema de pensiones y menos aportantes. El sistema actual no cumple con su objetivo, porque solo una de cada cuatro personas mayores logra pensionarse, y el reto será todavía mayor. El país se debe preparar y aumentar la cobertura del sistema para garantizar protección económica en la vejez.
“Todos los países que ya han pasado por este proceso de envejecimiento no han hecho una ni dos, sino muchas reformas, porque se vuelven insostenibles los sistemas que fueron diseñados cuando las pirámides poblacionales tenían forma de triángulo. No sabíamos que se venía esta etapa de envejecimiento. Este es un reto global”, dijo Urdinola en su momento a este diario.
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