Colombia no verá disparada de precios de la electricidad, dice ministro de Minas
Diego Mesa advierte, sin embargo, que “no tener la energía de Ituango a tiempo podría generar una presión al alza de los precios de la energía”. Sostiene que no hay posibilidades de racionamiento, pues los embalses están en sus máximos históricos.
Jorge Sáenz
La disparada de precios de la energía que registran países como España por la alta cotización del gas no se verán en Colombia, dijo el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa. Admitió que no tener la energía de Hidroituango en el tiempo previsto podría generar una presión al alza de los precios de la energía. En diálogo con El Espectador, sostuvo que la recuperación de la demanda de energía en la economía ya alcanza cifras prepandemia.
¿Cómo se está viendo reflejada en la economía la demanda de la electricidad?
Vemos que ya hemos estado en varias semanas en niveles prepandemia. Lo que ve uno en la demanda de energía es un crecimiento muy importante. Hemos estado en niveles del orden del promedio de los días de la semana de 209-210 gigavatios hora día, eso ya muestra una recuperación del orden del 6 % frente al mismo período del año anterior, pero adicionalmente vemos que ya estamos en niveles prepandemia. El 23 de julio tuvimos un récord: fue el día de mayor consumo de energía de la historia del país, una demanda por encima de los 220 gigavatios/hora/día y eso se repitió el 17 de septiembre, cuando tuvimos el segundo día de demanda más alta.
¿El fantasma del racionamiento asusta?
No, para nada. Nosotros hacemos el balance energético con la Comisión de Regulación de Energía y Gas, con la UPME y con el operador del mercado XM, siempre estamos mirando y comparando las proyecciones de demanda y actualizando de acuerdo a cómo se van comportando. Antes de la pandemia estábamos en niveles de 210 gigavatios/hora/día y luego vuelve una caída en la demanda del 16 %, llegamos a estar entre abril y mayo en 173 gigavatios/hora/día después de haber estado en 210. Viene una recuperación gradual que sufrió un golpe muy duro con los bloqueos (de vías) donde volvimos a tener una caída en la demanda. Con esos consumos que vemos ahora no tenemos ningún problema con el suministro de energía eléctrica para este año, además tenemos el agregado de embalses en los niveles máximos históricos por encima del 85 % en los últimos dos meses. También hemos tenido por seis o siete semanas el precio del kilovatio/hora en cero en la bolsa de energía.
Lea también: La crisis energética mundial está a punto de llegar a Sudamérica
¿Cómo ha fluctuado el precio de la energía este año para los consumidores?
Tuvimos un pico en febrero-marzo del año pasado, cuando se registraron precios de la energía en bolsa de $430 del kilovatio/hora. Recientemente ha estado entre los $82 y los $94 el kilovatio/hora. Hay que recordar que la mayoría de las empresas del sector no tiene un nivel alto de exposición en la bolsa.
¿Qué puede pasar si Hidroituango sigue con problemas y no genera en el tiempo previsto? ¿Habría problemas con el suministro de energía?
Hidroituango ya viene con retraso, porque debería haber entrado en 2018. Ellos tienen obligaciones de energía en firme de tres subastas diferentes. Ahora vienen las obligaciones en firme para el período 2022-2032 y ahí es cuando ellos deben tener operando las dos primeras turbinas del proyecto antes del 30 de noviembre de 2022. Si no entra (a operar) en ese momento, desde el punto de vista regulatorio pierden esas garantías de obligaciones de energía en firme. Para el sector de la energía, Ituango con todas las ocho turbinas operando sería el 17 % de la energía del país.
¿A qué está abocado el sector energético sin Hidroituango?
En este momento no tenemos un riesgo de desabastecimiento. Si se materializan los retrasos tendríamos que evaluar para hacer una nueva subasta del cargo por confiabilidad y determinar si es para el período 2024-2025 para que tengamos el respaldo necesario. Hasta 2025 no tenemos problemas en parte por la subasta de febrero de 2019, donde se preveían retrasos adicionales de Hidroituango. En esa subasta logramos adjudicar cerca de 4.000 megavatios de capacidad instalada y se incluyeron incentivos para la entrada temprana de proyectos que han permitido la entrada de cerca de 190 megavatios de capacidad instalada de Termoyopal, cierre del ciclo de Termocandelaria y Tesorito en Córdoba. La otra preocupación es el efecto en materia de precios que va a depender mucho del nivel agregado de los embalses en diferentes épocas del año. No tener la energía de Ituango a tiempo podría generar una presión al alza de los precios de la energía, pero dependemos también del resto de variables.
Le puede interesar: La fragilidad oculta en el transporte del gas natural en Colombia
¿La disparada del precio de la energía que están soportando países como España se puede vivir en Colombia?
Lo que está pasando en España, como en Portugal e Inglaterra, es que una parte importante de la matriz energética depende del gas natural. En España y en otros mercados el precio del gas natural ha tenido un alza muy significativa, porque la reactivación económica ha generado una mayor demanda, sobre todo en Asia, presentando problemas con el suministro. Eso coincidió con que la velocidad del viento en esos países ha estado por debajo del promedio histórico. O sea, han tenido menos energía eólica disponible y eso coincidió con el incremento en el precio del gas natural. Eso pasó, en parte, porque, con las políticas de descarbonización, ellos decidieron sacar de operación las termoeléctricas que dependían de carbón e hicieron el switch completo a gas natural, y ahora al depender de la confiabilidad del gas con la disparada de los precios están teniendo ese problema en España. Eso no le sucedería a Colombia porque la matriz energética tiene una configuración muy diferente; cerca de tres cuartas partes de la energía dependen del recurso hídrico, que es el más abundante que tenemos nosotros, y eso se ha venido complementando con nuestra política de expansión energética, donde hemos masificado las energías renovables para que complementen la matriz. Tenemos cerca de un 25 % entre gas natural y carbón, además el precio del gas natural en Colombia es doméstico sobre todo para las termoeléctricas del interior (del país), que distan mucho del gas natural licuado que se ve en Europa y Asia. Una situación como la que ellos (españoles) tienen no la veríamos. Ellos no tienen el esquema del cargo por confiabilidad que tenemos en Colombia que nos permite tener un precio techo, por eso se han visto incrementos (de precios) desproporcionados de un día para otro: el precio de la energía ha subido 15 % en un solo día. En España sobrepasaron los 200 euros por megavatio/hora; con los precios que tenemos en Colombia actualmente no superamos en la bolsa los 25 euros por megavatio/hora.
Para más información: ¿De dónde saldrá la energía para impulsar la reactivación?
El agridulce precio del petróleo
Mientras los precios internacionales del petróleo están al alza, la producción local es muy débil. ¿Qué está pensando el Gobierno para sacarle más jugo a esta situación?
Los precios nos han salvado el año. El sector de hidrocarburos tuvo un doble choque muy fuerte que se presentó de manera coincidencial cuando estaba arrancando la pandemia, en marzo de 2020. Por un tema geopolítico entre Arabia Saudita y Rusia se desplomaron los precios. En marzo llegaron a cotizaciones de futuro en territorio negativo, coincidiendo con los momentos más duros de las cuarentenas, que desplomó la demanda mundial cayendo en cerca de 11 %, impactando a los países productores por el lado de la oferta. En Colombia tuvimos una caída muy similar a la global: de 865.000 barriles día con que veníamos en 2019 con perspectiva de llegar a 885.000 barriles en 2020 caímos a 730.000 barriles en la segunda semana de mayo, cerrando 2020 en cerca de 760.000 barriles; luego llegaron los bloqueos, muy negativos para el sector de hidrocarburos. Se vieron afectados los campos de Putumayo, Meta, Arauca y Casanare. Eso hizo que la caída llevara a una producción por debajo de los 700.000 barriles día, que no se presentaba desde 2009. Ya tenemos una recuperación del 13 %, estamos por encima de los 750.000 barriles día y estamos trabajando para recuperar entre 70.000 y 100.000 barriles en los próximos doce meses para aprovechar el tema de precios.
¿Este año el estimativo es terminar con una producción petrolera de cuánto?
En este momento estamos en 750.000 barriles y estamos apuntando a que podamos cerrar el año con 770.000 barriles diarios en promedio.
¿Ve muy difícil llegar a una producción de un millón de barriles diarios?
No es que lo vea difícil, pero es un tema gradual. En hidrocarburos cuando hay esos golpes tan duros en la producción es fácil bajarla, pero es difícil volver a levantarla, logrando incrementos en la producción con todos los temas de EOR (recuperación mejorada) y que entren nuevos campos en producción. En gas sí estamos por encima del millón de pies cúbicos día, donde también habíamos tenido una caída importante.
Para leer más información en El Espectador
¿Y las regalías?
Otra noticia positiva por el tema de precios son las regalías. A corte de julio estamos en 104 % del recaudo (de regalías) que se había proyectado porque el precio ha compensado la caída en volumen.
Ahora con dólar caro y cotización del petróleo al alza, ¿qué va a pasar con el precio de los combustibles?
En materia de precios del diésel y gasolina hicimos el ajuste cuando hubo ese desplome en 2020. Tuvimos la reducción histórica más grande en materia de combustibles líquidos, bajamos cerca de $1.200 y $800 el galón de gasolina, que era consistente con lo que había pasado en ese momento. Después para incentivar la reactivación decidimos mantener la estabilidad en precios en los últimos seis meses, pero el mes pasado arrancamos a hacer el ajuste.
Hidrógeno, el combustible de moda
¿Está llegando el tiempo para que el hidrógeno se integre a la matriz energética del país?
Presentamos la hoja de ruta para el hidrógeno y nos enfocamos en hidrógeno verde y azul, que son de bajas emisiones. Ya hay un gran interés no solo de empresas colombianas sino de extranjeras por invertir en la producción de hidrógeno. El principal consumidor de hidrógeno en el país es Ecopetrol, que lo usa en los procesos de refinación tanto en Barrancabermeja como en Cartagena, porque el hidrógeno se utiliza para bajar el contenido de azufre de combustibles líquidos. Hay también interés para producir metanol o amoníaco verde, que se hace con hidrógeno de bajas emisiones
¿De qué inversiones se habla para estos proyectos de producción de hidrógeno?
De aquí a 2030 podemos tener inversiones de US$2.500 a US$5.000 millones, con una generación de unos 15.000 empleos directos.
La disparada de precios de la energía que registran países como España por la alta cotización del gas no se verán en Colombia, dijo el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa. Admitió que no tener la energía de Hidroituango en el tiempo previsto podría generar una presión al alza de los precios de la energía. En diálogo con El Espectador, sostuvo que la recuperación de la demanda de energía en la economía ya alcanza cifras prepandemia.
¿Cómo se está viendo reflejada en la economía la demanda de la electricidad?
Vemos que ya hemos estado en varias semanas en niveles prepandemia. Lo que ve uno en la demanda de energía es un crecimiento muy importante. Hemos estado en niveles del orden del promedio de los días de la semana de 209-210 gigavatios hora día, eso ya muestra una recuperación del orden del 6 % frente al mismo período del año anterior, pero adicionalmente vemos que ya estamos en niveles prepandemia. El 23 de julio tuvimos un récord: fue el día de mayor consumo de energía de la historia del país, una demanda por encima de los 220 gigavatios/hora/día y eso se repitió el 17 de septiembre, cuando tuvimos el segundo día de demanda más alta.
¿El fantasma del racionamiento asusta?
No, para nada. Nosotros hacemos el balance energético con la Comisión de Regulación de Energía y Gas, con la UPME y con el operador del mercado XM, siempre estamos mirando y comparando las proyecciones de demanda y actualizando de acuerdo a cómo se van comportando. Antes de la pandemia estábamos en niveles de 210 gigavatios/hora/día y luego vuelve una caída en la demanda del 16 %, llegamos a estar entre abril y mayo en 173 gigavatios/hora/día después de haber estado en 210. Viene una recuperación gradual que sufrió un golpe muy duro con los bloqueos (de vías) donde volvimos a tener una caída en la demanda. Con esos consumos que vemos ahora no tenemos ningún problema con el suministro de energía eléctrica para este año, además tenemos el agregado de embalses en los niveles máximos históricos por encima del 85 % en los últimos dos meses. También hemos tenido por seis o siete semanas el precio del kilovatio/hora en cero en la bolsa de energía.
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¿Cómo ha fluctuado el precio de la energía este año para los consumidores?
Tuvimos un pico en febrero-marzo del año pasado, cuando se registraron precios de la energía en bolsa de $430 del kilovatio/hora. Recientemente ha estado entre los $82 y los $94 el kilovatio/hora. Hay que recordar que la mayoría de las empresas del sector no tiene un nivel alto de exposición en la bolsa.
¿Qué puede pasar si Hidroituango sigue con problemas y no genera en el tiempo previsto? ¿Habría problemas con el suministro de energía?
Hidroituango ya viene con retraso, porque debería haber entrado en 2018. Ellos tienen obligaciones de energía en firme de tres subastas diferentes. Ahora vienen las obligaciones en firme para el período 2022-2032 y ahí es cuando ellos deben tener operando las dos primeras turbinas del proyecto antes del 30 de noviembre de 2022. Si no entra (a operar) en ese momento, desde el punto de vista regulatorio pierden esas garantías de obligaciones de energía en firme. Para el sector de la energía, Ituango con todas las ocho turbinas operando sería el 17 % de la energía del país.
¿A qué está abocado el sector energético sin Hidroituango?
En este momento no tenemos un riesgo de desabastecimiento. Si se materializan los retrasos tendríamos que evaluar para hacer una nueva subasta del cargo por confiabilidad y determinar si es para el período 2024-2025 para que tengamos el respaldo necesario. Hasta 2025 no tenemos problemas en parte por la subasta de febrero de 2019, donde se preveían retrasos adicionales de Hidroituango. En esa subasta logramos adjudicar cerca de 4.000 megavatios de capacidad instalada y se incluyeron incentivos para la entrada temprana de proyectos que han permitido la entrada de cerca de 190 megavatios de capacidad instalada de Termoyopal, cierre del ciclo de Termocandelaria y Tesorito en Córdoba. La otra preocupación es el efecto en materia de precios que va a depender mucho del nivel agregado de los embalses en diferentes épocas del año. No tener la energía de Ituango a tiempo podría generar una presión al alza de los precios de la energía, pero dependemos también del resto de variables.
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¿La disparada del precio de la energía que están soportando países como España se puede vivir en Colombia?
Lo que está pasando en España, como en Portugal e Inglaterra, es que una parte importante de la matriz energética depende del gas natural. En España y en otros mercados el precio del gas natural ha tenido un alza muy significativa, porque la reactivación económica ha generado una mayor demanda, sobre todo en Asia, presentando problemas con el suministro. Eso coincidió con que la velocidad del viento en esos países ha estado por debajo del promedio histórico. O sea, han tenido menos energía eólica disponible y eso coincidió con el incremento en el precio del gas natural. Eso pasó, en parte, porque, con las políticas de descarbonización, ellos decidieron sacar de operación las termoeléctricas que dependían de carbón e hicieron el switch completo a gas natural, y ahora al depender de la confiabilidad del gas con la disparada de los precios están teniendo ese problema en España. Eso no le sucedería a Colombia porque la matriz energética tiene una configuración muy diferente; cerca de tres cuartas partes de la energía dependen del recurso hídrico, que es el más abundante que tenemos nosotros, y eso se ha venido complementando con nuestra política de expansión energética, donde hemos masificado las energías renovables para que complementen la matriz. Tenemos cerca de un 25 % entre gas natural y carbón, además el precio del gas natural en Colombia es doméstico sobre todo para las termoeléctricas del interior (del país), que distan mucho del gas natural licuado que se ve en Europa y Asia. Una situación como la que ellos (españoles) tienen no la veríamos. Ellos no tienen el esquema del cargo por confiabilidad que tenemos en Colombia que nos permite tener un precio techo, por eso se han visto incrementos (de precios) desproporcionados de un día para otro: el precio de la energía ha subido 15 % en un solo día. En España sobrepasaron los 200 euros por megavatio/hora; con los precios que tenemos en Colombia actualmente no superamos en la bolsa los 25 euros por megavatio/hora.
Para más información: ¿De dónde saldrá la energía para impulsar la reactivación?
El agridulce precio del petróleo
Mientras los precios internacionales del petróleo están al alza, la producción local es muy débil. ¿Qué está pensando el Gobierno para sacarle más jugo a esta situación?
Los precios nos han salvado el año. El sector de hidrocarburos tuvo un doble choque muy fuerte que se presentó de manera coincidencial cuando estaba arrancando la pandemia, en marzo de 2020. Por un tema geopolítico entre Arabia Saudita y Rusia se desplomaron los precios. En marzo llegaron a cotizaciones de futuro en territorio negativo, coincidiendo con los momentos más duros de las cuarentenas, que desplomó la demanda mundial cayendo en cerca de 11 %, impactando a los países productores por el lado de la oferta. En Colombia tuvimos una caída muy similar a la global: de 865.000 barriles día con que veníamos en 2019 con perspectiva de llegar a 885.000 barriles en 2020 caímos a 730.000 barriles en la segunda semana de mayo, cerrando 2020 en cerca de 760.000 barriles; luego llegaron los bloqueos, muy negativos para el sector de hidrocarburos. Se vieron afectados los campos de Putumayo, Meta, Arauca y Casanare. Eso hizo que la caída llevara a una producción por debajo de los 700.000 barriles día, que no se presentaba desde 2009. Ya tenemos una recuperación del 13 %, estamos por encima de los 750.000 barriles día y estamos trabajando para recuperar entre 70.000 y 100.000 barriles en los próximos doce meses para aprovechar el tema de precios.
¿Este año el estimativo es terminar con una producción petrolera de cuánto?
En este momento estamos en 750.000 barriles y estamos apuntando a que podamos cerrar el año con 770.000 barriles diarios en promedio.
¿Ve muy difícil llegar a una producción de un millón de barriles diarios?
No es que lo vea difícil, pero es un tema gradual. En hidrocarburos cuando hay esos golpes tan duros en la producción es fácil bajarla, pero es difícil volver a levantarla, logrando incrementos en la producción con todos los temas de EOR (recuperación mejorada) y que entren nuevos campos en producción. En gas sí estamos por encima del millón de pies cúbicos día, donde también habíamos tenido una caída importante.
Para leer más información en El Espectador
¿Y las regalías?
Otra noticia positiva por el tema de precios son las regalías. A corte de julio estamos en 104 % del recaudo (de regalías) que se había proyectado porque el precio ha compensado la caída en volumen.
Ahora con dólar caro y cotización del petróleo al alza, ¿qué va a pasar con el precio de los combustibles?
En materia de precios del diésel y gasolina hicimos el ajuste cuando hubo ese desplome en 2020. Tuvimos la reducción histórica más grande en materia de combustibles líquidos, bajamos cerca de $1.200 y $800 el galón de gasolina, que era consistente con lo que había pasado en ese momento. Después para incentivar la reactivación decidimos mantener la estabilidad en precios en los últimos seis meses, pero el mes pasado arrancamos a hacer el ajuste.
Hidrógeno, el combustible de moda
¿Está llegando el tiempo para que el hidrógeno se integre a la matriz energética del país?
Presentamos la hoja de ruta para el hidrógeno y nos enfocamos en hidrógeno verde y azul, que son de bajas emisiones. Ya hay un gran interés no solo de empresas colombianas sino de extranjeras por invertir en la producción de hidrógeno. El principal consumidor de hidrógeno en el país es Ecopetrol, que lo usa en los procesos de refinación tanto en Barrancabermeja como en Cartagena, porque el hidrógeno se utiliza para bajar el contenido de azufre de combustibles líquidos. Hay también interés para producir metanol o amoníaco verde, que se hace con hidrógeno de bajas emisiones
¿De qué inversiones se habla para estos proyectos de producción de hidrógeno?
De aquí a 2030 podemos tener inversiones de US$2.500 a US$5.000 millones, con una generación de unos 15.000 empleos directos.