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El consumo privado en Colombia se ha consolidado como un motor crucial de la economía, mostrando un crecimiento sostenido incluso tras la pandemia de COVID-19. Este dinamismo, aunque ralentizado en 2023, ha vuelto a ganar impulso en 2024.
Los datos de BBVA Research destacan cómo el consumo de bienes y servicios ha retomado sus proporciones previas a la crisis sanitaria, alcanzando una estabilidad en las preferencias de los hogares. Sin embargo, detrás de estos avances, persisten desafíos que podrían influir en la evolución de la economía colombiana en los próximos años.
Uno de los asuntos pendientes está en la formalización laboral, clave en la última década para aumentar el consumo. Desde 2021, esta formalización ha mejorado, proporcionando mayor estabilidad en los ingresos y permitiendo que el consumo privado vuelva a ser un motor de la economía.
El aumento en el consumo ha sido posible en parte porque las personas y el país han ahorrado menos. En particular, el ahorro de los hogares está muy por debajo del nivel de 2020, cuando superaba 7% del Producto Interno Bruto (PIB).
Cuatro factores que impulsarán el consumo hasta 2026
BBVA Research identifica cuatro factores clave que fortalecerán el consumo privado en los próximos años. Estos elementos actuarán como catalizadores del crecimiento y responderán al contexto económico, tanto nacional como global:
- Condiciones financieras favorables: La disminución de las tasas de interés podría reducir hasta $6.000 en la cuota anual de un crédito por cada millón prestado, facilitando el acceso al financiamiento para bienes durables y no durables.
- Recuperación del mercado laboral: Los hogares con ingresos estables muestran entre 20% y 25 % más de probabilidad de acceder al crédito y consumir. Este acceso se fortalece con la recuperación del empleo, que proyecta mayores ingresos y un incremento en el consumo de bienes esenciales.
- Aumento de ingresos externos: Las remesas y los subsidios estatales jugarán un papel importante en el crecimiento del consumo. Las remesas, especialmente, impactan positivamente en ciertas regiones del país, impulsando el mercado local.
- Recuperación cíclica de la economía: Existe una alta correlación entre el crecimiento del PIB y el consumo privado, lo cual asegura que a medida que la economía se recupere, el consumo aumentará de forma proporcional. Este crecimiento cíclico, esperado en los próximos años, impactará especialmente en la demanda de bienes y servicios de los hogares.
¿Cuáles son las proyecciones de consumo?
De acuerdo con BBVA Research, el consumo de bienes será el principal componente de crecimiento hasta 2025, mientras que a partir de 2026 los servicios mostrarán una recuperación significativa. Este panorama refleja una estabilidad en las preferencias de consumo en los hogares colombianos, con bienes de consumo inmediato, como alimentos y productos de aseo, y servicios esenciales en áreas urbanas.
¿Cómo será el consumo de bienes no durables? El informe señala que productos alimenticios como carne y frutas ganan preferencia sobre los carbohidratos, lo que señala un cambio hacia una dieta más equilibrada en los hogares colombianos.
Por su parte, el sector de servicios se mantendrá en auge, con servicios como arriendo, salud y restaurantes continúan liderando el gasto en consumo. Un dato relevante de 2023 indica que 40,3 % de los hogares colombianos vive en arriendo, lo que resalta un cambio en las preferencias de tenencia de vivienda.
Desigualdades y retos estructurales
A pesar del papel clave del consumo privado en la economía nacional, la capacidad de gasto de los hogares colombianos sigue mostrando grandes desigualdades. Según BBVA Research, aproximadamente 50 % de los colombianos vive con menos de medio salario mínimo mensual, lo cual limita significativamente su acceso a bienes de mayor valor.
- Desigualdad en el ingreso: La concentración de ingresos en las áreas urbanas, que representan el 90 % del total nacional, y la realidad de que cerca de la mitad de la población vive con menos de medio salario mínimo, plantea un reto estructural para el crecimiento sostenido del consumo.
- Consumo rural frente al urbano: Bogotá lidera la capacidad de consumo, mientras que las áreas rurales y de bajos ingresos permanecen con menores posibilidades de acceso a bienes y servicios de alto costo, lo cual podría limitar la recuperación completa del consumo en el país.
Así las cosas, BBVA Research proyecta que la mejora de las condiciones financieras, la recuperación laboral, el incremento de ingresos externos y el crecimiento cíclico serán determinantes en el consumo privado.
Además, emergen nuevas dinámicas, como una mayor participación femenina en el mercado laboral y una tendencia hacia hogares más pequeños, que también influirán en las prioridades de consumo en Colombia.
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