Economía colombiana crecería 1,5 % en 2024: ¿cuáles son las oportunidades?
La ligera revisión al alza que hizo el Banco Mundial se dio gracias a las bajas en las tasas de interés y a que la región está cerca de “ganar la batalla contra la inflación”. El país tiene algunas alternativas para mejorar las proyecciones de crecimiento, de acuerdo con William Maloney, economista jefe del organismo.
En 2024 América Latina y el Caribe crecerán 1,9 %, lo que representa un ligero aumento en comparación con la proyección de junio, de acuerdo con el Banco Mundial, que este miércoles publicó su más reciente informe “Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento”.
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En 2024 América Latina y el Caribe crecerán 1,9 %, lo que representa un ligero aumento en comparación con la proyección de junio, de acuerdo con el Banco Mundial, que este miércoles publicó su más reciente informe “Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento”.
De acuerdo con William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe y quien entregó los resultados del informe en una rueda de prensa, los datos para la región no son suficientes “para reducir la pobreza o facilitar la movilidad social”.
Según el Banco Mundial, Colombia crecería dos décimas más de lo previsto en junio, al pasar de 1,3 % a un 1,5 % en 2024, para luego expandirse un 3 % en 2025 y después ubicarse en 2,9 % en 2026. Esta revisión al alza se da gracias a las bajas en las tasas de interés y a que la región está cerca “de ganar la batalla contra la inflación y dar vuelta a la página de los problemas macroeconómicos causados por la pandemia”.
Sin embargo, el país no se ubica entre las economías de la región con mayor crecimiento, Ecuador y Bolivia también serían las de menor crecimiento este año, con 0,3 % y 1,4 %, respectivamente.
Vale la pena mencionar que en Colombia el crecimiento de 1,5 % se daría gracias a los recortes de las tasas de interés por parte del Banco de la República, así como por la reducción en la inflación.
En septiembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Colombia se ubicó en 5,81 % para su variación anual (es decir, en comparación con el mismo mes de 2023). Esto supone una baja de 5,18 puntos porcentuales frente a la cifra registrada en el mismo mes del año pasado (10,99 %), según el informe que reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
De acuerdo con Piedad Urdinola, directora del DANE, la cifra revelada este lunes es la más baja desde diciembre de 2021 cuando el dato se ubicó en 5,62 %. “Cada vez nos vamos devolviendo en el tiempo en esta serie que comenzó en 2019″.
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Por su parte, el Banco de la República efectuó el lunes pasado una nueva reducción en sus tasas de interés, la séptima consecutiva desde que empezó a restarle oxígeno al indicador en diciembre del año pasado. Llamó la atención que la junta decidió, por una mayoría mínima, mantener el ritmo de las reducciones en 50 puntos básicos, cuando el movimiento ampliamente esperado iba por el lado de los 75 puntos básicos.
Con esta decisión, las tasas de interés del banco central llegaron a 10,25 %, cuando el mercado apostaba por alcanzar el 10 %.
Tras conocer las cifras de la inflación de septiembre, Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, aseguró que “está bajo control”. La inflación más alta que tuvo Colombia fue de 13,34 % en marzo de 2023. “Hemos bajado 753 puntos desde entonces, el Banco de la República solo ha bajado 300 puntos la tasa de intervención. Esto es un llamado al Banco para mostrarle que sí se puede bajar más rápido la tasa de interés”.
El informe del Banco Mundial también recomienda que las reducciones en la tasa de interés se hagan “de forma prudente”, pues hay elementos de la inflación que siguen siendo inflexibles, con los precios de los combustibles y los alimentos por encima de su tendencia de largo plazo. Por el lado financiero, “las tasas más bajas reducirán la presión sobre los hogares y las empresas, que experimentaron un aumento abrupto en los préstamos vencidos”.
Aunque mejoran las perspectivas de crecimiento para el país y la región, los datos son los más bajos entre todas las regiones del mundo. “El crecimiento estará por debajo de los niveles internacionales e históricos, y seguirá impulsado por la demanda de consumo, sin las inversiones necesarias para sostener mejoras futuras de la productividad”.
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Los retos y las oportunidades para Colombia
Así las cosas, el documento expone grandes desafíos a los que se enfrenta Colombia y la región. “La inversión y el crecimiento son bajos, mientras que los avances respecto a la pobreza y la desigualdad siguen siendo dispares y escasos. La región se encuentra en un estado de robusta mediocridad”, afirma el documento.
En cuanto a las oportunidades, el documento menciona la transición verde, las inversiones por nearshoring, las exportaciones y los impuestos sobre la propiedad.
Por ejemplo, Colombia “tiene grandes oportunidades en transición energética y nearshoring. Barranquilla y Cali tienen buena seguridad, fuerza laboral, capacidades e infraestructura para inversiones más agresivas para promover a Colombia como alternativa”, dijo Maloney.
Vale la pena mencionar que la inversión, debilitada por las altas tasas de interés, sigue siendo débil en Colombia, así como Argentina, Chile y Perú.
Sobre la reforma laboral que está en curso, el economista aseguró que debemos “preocuparnos por la seguridad jurídica y la certeza en las reglas de juego” que van a enfrentar las empresas internacionales y locales que quieren invertir en el país. “Cualquier inversión tiene un horizonte de 10 a 10 años”, por lo que saber cuál será la ley laboral será muy importante.
El impuesto a la riqueza como alternativa para el crecimiento
De acuerdo con el informe, América Latina y el Caribe tiene algunos de los impuestos a las corporaciones más altos a nivel mundial, con un promedio de 24,7 %, por encima del promedio de la OCDE, de 23,9 %, y de Asia, de 19,0 %. Sin embargo, la región recauda sólo el 2,7 % de sus ingresos a través de impuestos a la riqueza, en comparación con el 12,8 % en América del Norte y el 4,3 % en Europa occidental y central.
El informe pone un ejemplo: “si una empresa que abandona China tiene que elegir entre ir a Vietnam —donde los puntajes educativos están por encima del promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los niveles de violencia son bajos, los organismos públicos son atentos y los impuestos a las sociedades son del 20 % — o venir a ALC, donde sigue habiendo grandes desafíos en todas esas áreas y los impuestos a las sociedades en algunos destinos potenciales varían entre 25 % y 35 %, esa empresa podría elegir sus nuevos socios en Asia. Es urgente abordar estos problemas estructurales”.
Así las cosas, los impuestos a la riqueza podrían ser una alternativa para generar espacio fiscal y estimular el crecimiento. Según explicó Maloney, lo ideal sería bajar el peso de los impuestos que se encuentran sobre el sector productivo y “desplazar estos impuestos sobre la riqueza”.
El documento del Banco Mundial recomienda modernizar los sistemas de valuación de propiedades y los esfuerzos de recaudación para aprovechar este potencial. Según algunos estudios, los impuestos a la propiedad, adecuadamente administrados, podrían contribuir hasta el 3 % del PIB, mejorando significativamente la capacidad de la región para financiar el desarrollo.
En este punto el informe destaca a Colombia, con la experiencia de Bogotá y Barranquilla, el país muestra “el potencial para utilizar la tributación a la propiedad como una herramienta poderosa para generar recursos, promover la transparencia e impulsar el desarrollo urbano sostenible a través de una gestión efectiva y modernización de los catastros”.
Finalmente, el informe menciona que para aprovechar esas oportunidades se requiere de reformas estructurales para lograr que la región sea más productiva y competitiva. Esto demandará generar un mayor espacio fiscal, “mejorar la eficacia del gobierno, así como reducir la carga tributaria que pesa sobre los sectores productivos. Este es un buen momento para que la región reconsidere cuál es la mejor manera para que sus sistemas tributarios generen ingresos y, al mismo tiempo, estimulen el crecimiento y promuevan la equidad”, agregó el economista.
Sin embargo, el informe advierte que las reformas deben diseñarse cuidadosamente para garantizar la progresividad y evitar sobrecargar a los propietarios de bajos ingresos.
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