El acceso a crédito bajó en Colombia: ¿a qué se debe y cómo reactivarlo?
Las altas tasas de interés y el débil crecimiento económico favorecieron la caída en el acceso a financiamiento. Para los expertos es clave dinamizar el crédito, especialmente para favorecer las inversiones de las empresas. Este es el panorama.
El Reporte de Inclusión Financiera 2023, presentado por la Superintendencia Financiera de Colombia y la Banca de las Oportunidades, muestra cómo se ha comportado el acceso y uso de los productos financieros.
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El Reporte de Inclusión Financiera 2023, presentado por la Superintendencia Financiera de Colombia y la Banca de las Oportunidades, muestra cómo se ha comportado el acceso y uso de los productos financieros.
Paola Arias, directora de Banca de las Oportunidades, le dijo a El Espectador que el informe muestra que en productos transaccionales se consolidó la senda de crecimiento, con una cobertura prácticamente universal (94,6 %), impulsada en los últimos años por los depósitos de bajo monto, los monederos (como Nequi y Daviplata). En el país, 19 de cada 20 adultos tienen al menos un producto o servicio financiero, de todas formas, persisten brechas, especialmente en el acceso en zonas rurales y para las mujeres.
Pese a los buenos resultados generales, el reporte también muestra que el acceso a financiamiento cayó: el porcentaje de adultos con acceso a crédito se situó en 35,3 % en 2023 (13,5 millones de adultos), 0,9 puntos menos que en 2022, que se traduce en 135.000 adultos menos con productos de financiamiento formal. Como señala Arias, aunque no necesariamente la meta es llegar a 100 %, el reporte revela que el acceso a crédito no ha logrado regresar a los datos de antes de la pandemia.
En lo corrido del 2023 se realizaron 175,9 millones de desembolsos de consumo (98,7 %), microcrédito (1,1 %), vivienda (0,1 %) y consumo de bajo monto (0,1 %). La cifra creció en el último año 3 puntos, especialmente por la cartera de consumo, pues la de microcrédito decreció 7 puntos, 3 puntos la de vivienda y 49 puntos la de consumo de bajo monto.
¿Por qué es importante la caída en el crédito?
Carlos Alberto Moya Franco, consultor internacional en temas de inclusión financiera y desarrollo, señala que las personas deciden endeudarse cuando saben que avanzar hoy en un proyecto o en satisfacer una necesidad les genera tal beneficio que pueden pagar el crédito, los intereses y quedarse con un excedente.
El acceso a crédito de las empresas se ubicó en 26,1 %, 1,2 puntos menos que en el 2022. Esto quiere decir que 6.917 menos empresas tienen un producto formal de financiamiento. El informe señala que el acceso sigue siendo limitado para las microempresas, empresas nacientes y las del sector servicios.
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En el caso de las empresas, menos crédito, dice Moya, se traduce en que algunas de las inversiones que se podrían hacer hoy e impactar el crecimiento económico del país se van a postergar o podrían no darse.
En el caso del consumo, el excedente se entiende en términos de bienestar. El experto explica que, por ejemplo, si una familia decide comprar un vehículo con crédito, es porque determinó que era viable adelantarse para tener el beneficio, aunque eso implique pagar intereses. Una parte de esas compras hoy se está posponiendo.
Para Moya, este es un mal síntoma porque anticipa menos inversiones (especialmente por la baja en el acceso a crédito de las empresas) y menos movimiento en la economía.
¿A qué se debe la caída?
Los datos de 2023 se explican, en buena parte, por la política monetaria restrictiva, con las tasas de interés altas para contener la inflación. En medio del ajuste monetario, el Banco de la República llevó los tipos de interés hasta 13,25 % en abril de 2023.
Como explica Rémi Stellian, profesor de la Universidad Javeriana, el aumento se traduce en que endeudarse es más costoso, de ahí que hogares y empresas “prefieren renunciar a solicitar créditos”. En parte, estos datos eran de esperar.
Este año, por lo menos en ese aspecto, la situación ya ha cambiado: para este punto el Banco ya ha bajado sus tasas cuatro veces, hasta 11,75 %, gracias a la caída en la inflación.
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“La decisión de aumentar la tasa de intervención también reduce el potencial de crecimiento de la economía. Precisamente, los bancos tienen en cuenta estas perspectivas al analizar las solicitudes de crédito. Perspectivas macroeconómicas menos favorables aumentan el riesgo y los bancos no pueden tolerar cualquier nivel de pérdidas generadas por los créditos que los clientes no podrán pagar, en consecuencia, para evitar una acumulación crítica de pérdidas, también rechazan ciertas solicitudes”, dice Stellian.
Para Moya, la caída en el crédito también tiene que ver con la desaceleración económica en el país y la incertidumbre, especialmente en el sector empresarial: “Las inversiones en buena medida se financian con crédito, pero si no hay apetito de inversión y no hay demanda por crédito, se resiente la producción nacional. Al mismo tiempo, la menor producción golpea el empleo que, a su vez, genera que existan menos recursos para el consumo y se demanden menos los bienes y servicios que produce el sector empresarial. Se vuelve un círculo vicioso”.
El 2023 el crecimiento económico fue de 0,6 %, una cifra por debajo de las peores proyecciones. En el primer trimestre de este año, si bien la economía mostró algunas señales de recuperación (el PIB nacional creció 0,7 % para los primeros tres meses), persisten varias preocupaciones, principalmente en renglones como la industria y, precisamente, la inversión.
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¿Cómo dinamizar el acceso al crédito?
Stellian afirma que para mejorar el acceso a crédito, las perspectivas de crecimiento económico e inflación deben ser más favorables. Es decir, hace falta que el contexto macroeconómico mejore para que hogares y empresas estén dispuestos a endeudarse y para que los bancos puedan otorgar créditos dentro de los límites de gestión adecuada del riesgo.
Moya señala que, además, es necesario “romper el círculo vicioso”, por eso considera que la clave es la confianza para aumentar la inversión e incentivar el aparato productivo del país. Si bien hay opciones como subsidios a la tasa de interés, para el experto estas medidas no son sostenibles a largo plazo y, en cambio, pueden afectar las conductas de pago. En este punto vale recordar que el índice de cartera vencida también aumentó.
Arias, por su parte, sostiene que la información es clave: “Hay una población que no conocemos, no sabemos quiénes son, dónde están, qué hacen, qué necesitan y cuál es su perfil de crédito. Como no tenemos información, asociamos a esta población a un perfil de riesgo alto, incluyendo microempresas, emprendedores, población rural”.
De ahí que para la directora los datos son una de las apuestas para dinamizar el crédito y pasar de los créditos basados en garantías y en los reportes que hoy se analizan, a créditos basados en información.
En general, una inflación más saludable que permita bajar las tasas de interés y un crecimiento económico más sólido permitirán dinamizar el crédito. También será la clave generar confianza para facilitar las inversiones.
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