El Banco de la República cierra el año en punta: tasas de interés suben a 12 %
La junta directiva del banco central decidió este viernes seguir empujando su intervención en política monetaria, con el fin de intentar contener el crecimiento de la inflación, que aún no da su brazo a torcer. Este es el aumento consecutivo número 11 desde que la entidad comenzó sus incrementos en septiembre de 2021. La cifra llega a su nivel más alto en más de 20 años.
Este viernes la junta directiva del Banco de la República decidió de manera unánime incrementar sus tasas de interés en 100 puntos básicos, llevando el indicador hasta 12 %. Vale recordar que en su decisión pasada, el banco central estableció una subida de 100 puntos básicos, que en ese momento fue el quinto aumento de su tipo en este año.
De acuerdo con el banco, cuatro directores votaron a favor de esta decisión. Un director votó por un incremento de 125 puntos básicos y otro lo hizo por un aumento de 25. La decisión, que lleva la tasa clave a su nivel más alto en más de 20 años, estuvo en línea con las expectativas.
Las maniobras del Banco reflejan el rol central, e incluso peligroso, que la inflación ha tomado en el manejo macroeconómico del país.
“Mediante la decisión adoptada en su sesión de hoy, la Junta Directiva continúa con el proceso de ajuste de la política monetaria que en el mediano plazo conduzca la inflación a su meta de 3 %, con un crecimiento económico sostenible. Para ello adoptará las decisiones que considere necesarias con base en la nueva información disponible”, dijo el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, durante la rueda de prensa posterior a la decisión de este viernes.
Para tomar la decisión también se tuvo en cuenta que el crecimiento anual del PIB en el tercer trimestre alcanzó 7,1 % y superó el pronóstico del equipo técnico (6,4 %). “A pesar de que en los meses más recientes se observa una desaceleración de la actividad económica, para el año completo se pronostica un crecimiento de 8 %”, explicó el banco.
Vea también: ¿Qué tanto rendirá realmente el salario mínimo en 2023?
Por su parte, José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, explicó que “si bien las condiciones financieras internacionales para Colombia han mejorado recientemente, se mantienen apretadas a nivel global, en un contexto en el cual se prevé una desaceleración de la economía mundial, presiones cambiarias acumuladas, precios e inflación hacen que tengamos que subir la tasa”.
Retrospectiva de las alzas
Con el nuevo incremento, el emisor ha realizado 11 aumentos de sus tipos de interés desde septiembre del año pasado. En ese momento, este indicador se encontraba en uno de sus puntos históricos más bajos (1,75 %), como parte del paquete de estímulos para contrarrestar los efectos más duros de la crisis económica inducida por la pandemia.
Las expectativas de inflación de mediano plazo aumentaron y siguen lejos de la meta de 3 %. Sin embargo, Villar afirmó que el banco seguirá “con su proceso de ajuste que conduzca a la inflación a su meta fijada de 3 % y para ello la entidad adoptará las decisiones que considere necesarias”.
En el caso de los analistas económicos, la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo proyectó, en su versión de noviembre, que la inflación terminará el año ligeramente por encima de 12 % (12,36 %, para ser exactos).
Con la decisión de este viernes, el Banco ha continuado su senda de incrementos en las tasas, que es descrita por algunos como veloz y por otros como agresiva. De acuerdo con la entidad, las expectativas de inflación continúan por encima de la meta a todos los horizontes. “En el caso de la encuesta de expectativas del Banco de la República realizada en diciembre, la inflación total sería del 7,5 % y la inflación sin alimentos de 7 % a final de 2023″.
La nueva jugada del Banco va en contravía de las proyecciones y estimados que se tenían a mediados de año, en julio. Para ese momento, varios analistas estimaban que aquel era el último gran incremento del año, pues se anticipaba que la inflación comenzaría una senda de ajuste.
Para este punto, varios análisis señalan que la economía nacional cerrará el año por encima de 7 %, casi con seguridad. Por ejemplo, la encuesta de Fedesarrollo ubica este indicador entre 7,6 % y 8 %. Las proyecciones Bancolombia sitúan la expansión del PIB en 7,8 % para este año, mientras que las de BBVA hablan de 7,6 %.
Inflación, la gran preocupación
Las decisiones que viene tomando el Banco desde septiembre del año pasado tienen como objetivo cercarle el paso al crecimiento de la inflación, que lleva una trayectoria ascendente desde, por lo menos, mitad de 2021.
Para noviembre de este año, el dato más reciente del DANE, la variación anual de la inflación (o sea, la comparación de este mes con el mismo del año pasado) se ubicó en 12,53 %; para su medición mensual (el cambio entre octubre y noviembre de 2022), el indicador registró un alza de 0,77 %.
Estas cifras permiten ver cómo la inflación sigue siendo una de las principales preocupaciones macroeconómicas en Colombia (un escenario que es similar en otros países).
Y si bien se esperaba que agosto rompiera la tendencia alcista en los precios, esas esperanzas no se materializaron. Los alimentos siguen siendo la categoría que más impulsa el crecimiento de los precios para los consumidores colombianos en su variación anual, con un crecimiento de 27,08 % para noviembre de este año.
De entrada es preocupante que los alimentos sean el gran motor detrás de la inflación en Colombia, pero lo es aún más cuando se tiene en cuenta que las alzas en la comida tienden a golpear más los bolsillos de las personas con menores ingresos.
A esto hay que sumarle que los aumentos en los precios de los combustibles, que recientemente ha ido anunciando el Gobierno, también tienen el potencial de seguir presionando hacia arriba el comportamiento general de la inflación.
La inflación, además de afectar las decisiones o posibilidades de compra de los consumidores, especialmente los más vulnerables, también tiene un alto costo en términos de pobreza.
¿Cuál es el papel de las tasas de interés en la economía?
Para entender cuál es el papel de las tasas de interés en toda la economía, así como su incidencia en las decisiones y posibilidades de compra diarias de la gente, es útil pensar este escenario como una serie de dominós. El primer dominó es la decisión de subir y bajar las tasas y desde ahí se desprende una cadena que acaba en la góndola del supermercado o en la oficina de créditos hipotecarios de un banco.
El banco central de un país es conocido, entre otros términos, como el banco de bancos porque la entidad le presta dinero a los demás actores institucionales del sistema financiero. Y, entre otros factores, es por este papel que sus tasas de interés terminan siendo claves para toda la economía: si el Emisor sube su tasa de interés, los demás bancos verán una presión financiera para prestarle a los ciudadanos y empresas a mayores tasas también.
Una subida de tasas de interés tiene la intención teórica de hacer un poco más escaso el dinero y de encarecer los créditos. Y estos dos elementos tienen, a su vez, la posibilidad de influir en las decisiones de consumo de las personas: si el crédito se encarece, mejor no endeudarse para comprar esa moto, carro, casa.
Estas decisiones, colectivamente hablando, pueden ponerle un freno a la demanda, lo que a su vez puede terminar por bajar los precios de algunos bienes y, por ese camino, empujar hacia abajo la inflación.
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Este viernes la junta directiva del Banco de la República decidió de manera unánime incrementar sus tasas de interés en 100 puntos básicos, llevando el indicador hasta 12 %. Vale recordar que en su decisión pasada, el banco central estableció una subida de 100 puntos básicos, que en ese momento fue el quinto aumento de su tipo en este año.
De acuerdo con el banco, cuatro directores votaron a favor de esta decisión. Un director votó por un incremento de 125 puntos básicos y otro lo hizo por un aumento de 25. La decisión, que lleva la tasa clave a su nivel más alto en más de 20 años, estuvo en línea con las expectativas.
Las maniobras del Banco reflejan el rol central, e incluso peligroso, que la inflación ha tomado en el manejo macroeconómico del país.
“Mediante la decisión adoptada en su sesión de hoy, la Junta Directiva continúa con el proceso de ajuste de la política monetaria que en el mediano plazo conduzca la inflación a su meta de 3 %, con un crecimiento económico sostenible. Para ello adoptará las decisiones que considere necesarias con base en la nueva información disponible”, dijo el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, durante la rueda de prensa posterior a la decisión de este viernes.
Para tomar la decisión también se tuvo en cuenta que el crecimiento anual del PIB en el tercer trimestre alcanzó 7,1 % y superó el pronóstico del equipo técnico (6,4 %). “A pesar de que en los meses más recientes se observa una desaceleración de la actividad económica, para el año completo se pronostica un crecimiento de 8 %”, explicó el banco.
Vea también: ¿Qué tanto rendirá realmente el salario mínimo en 2023?
Por su parte, José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, explicó que “si bien las condiciones financieras internacionales para Colombia han mejorado recientemente, se mantienen apretadas a nivel global, en un contexto en el cual se prevé una desaceleración de la economía mundial, presiones cambiarias acumuladas, precios e inflación hacen que tengamos que subir la tasa”.
Retrospectiva de las alzas
Con el nuevo incremento, el emisor ha realizado 11 aumentos de sus tipos de interés desde septiembre del año pasado. En ese momento, este indicador se encontraba en uno de sus puntos históricos más bajos (1,75 %), como parte del paquete de estímulos para contrarrestar los efectos más duros de la crisis económica inducida por la pandemia.
Las expectativas de inflación de mediano plazo aumentaron y siguen lejos de la meta de 3 %. Sin embargo, Villar afirmó que el banco seguirá “con su proceso de ajuste que conduzca a la inflación a su meta fijada de 3 % y para ello la entidad adoptará las decisiones que considere necesarias”.
En el caso de los analistas económicos, la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo proyectó, en su versión de noviembre, que la inflación terminará el año ligeramente por encima de 12 % (12,36 %, para ser exactos).
Con la decisión de este viernes, el Banco ha continuado su senda de incrementos en las tasas, que es descrita por algunos como veloz y por otros como agresiva. De acuerdo con la entidad, las expectativas de inflación continúan por encima de la meta a todos los horizontes. “En el caso de la encuesta de expectativas del Banco de la República realizada en diciembre, la inflación total sería del 7,5 % y la inflación sin alimentos de 7 % a final de 2023″.
La nueva jugada del Banco va en contravía de las proyecciones y estimados que se tenían a mediados de año, en julio. Para ese momento, varios analistas estimaban que aquel era el último gran incremento del año, pues se anticipaba que la inflación comenzaría una senda de ajuste.
Para este punto, varios análisis señalan que la economía nacional cerrará el año por encima de 7 %, casi con seguridad. Por ejemplo, la encuesta de Fedesarrollo ubica este indicador entre 7,6 % y 8 %. Las proyecciones Bancolombia sitúan la expansión del PIB en 7,8 % para este año, mientras que las de BBVA hablan de 7,6 %.
Inflación, la gran preocupación
Las decisiones que viene tomando el Banco desde septiembre del año pasado tienen como objetivo cercarle el paso al crecimiento de la inflación, que lleva una trayectoria ascendente desde, por lo menos, mitad de 2021.
Para noviembre de este año, el dato más reciente del DANE, la variación anual de la inflación (o sea, la comparación de este mes con el mismo del año pasado) se ubicó en 12,53 %; para su medición mensual (el cambio entre octubre y noviembre de 2022), el indicador registró un alza de 0,77 %.
Estas cifras permiten ver cómo la inflación sigue siendo una de las principales preocupaciones macroeconómicas en Colombia (un escenario que es similar en otros países).
Y si bien se esperaba que agosto rompiera la tendencia alcista en los precios, esas esperanzas no se materializaron. Los alimentos siguen siendo la categoría que más impulsa el crecimiento de los precios para los consumidores colombianos en su variación anual, con un crecimiento de 27,08 % para noviembre de este año.
De entrada es preocupante que los alimentos sean el gran motor detrás de la inflación en Colombia, pero lo es aún más cuando se tiene en cuenta que las alzas en la comida tienden a golpear más los bolsillos de las personas con menores ingresos.
A esto hay que sumarle que los aumentos en los precios de los combustibles, que recientemente ha ido anunciando el Gobierno, también tienen el potencial de seguir presionando hacia arriba el comportamiento general de la inflación.
La inflación, además de afectar las decisiones o posibilidades de compra de los consumidores, especialmente los más vulnerables, también tiene un alto costo en términos de pobreza.
¿Cuál es el papel de las tasas de interés en la economía?
Para entender cuál es el papel de las tasas de interés en toda la economía, así como su incidencia en las decisiones y posibilidades de compra diarias de la gente, es útil pensar este escenario como una serie de dominós. El primer dominó es la decisión de subir y bajar las tasas y desde ahí se desprende una cadena que acaba en la góndola del supermercado o en la oficina de créditos hipotecarios de un banco.
El banco central de un país es conocido, entre otros términos, como el banco de bancos porque la entidad le presta dinero a los demás actores institucionales del sistema financiero. Y, entre otros factores, es por este papel que sus tasas de interés terminan siendo claves para toda la economía: si el Emisor sube su tasa de interés, los demás bancos verán una presión financiera para prestarle a los ciudadanos y empresas a mayores tasas también.
Una subida de tasas de interés tiene la intención teórica de hacer un poco más escaso el dinero y de encarecer los créditos. Y estos dos elementos tienen, a su vez, la posibilidad de influir en las decisiones de consumo de las personas: si el crédito se encarece, mejor no endeudarse para comprar esa moto, carro, casa.
Estas decisiones, colectivamente hablando, pueden ponerle un freno a la demanda, lo que a su vez puede terminar por bajar los precios de algunos bienes y, por ese camino, empujar hacia abajo la inflación.
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