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Macroeconómicamente podría decirse que este ha sido un día de buenas noticias. Sumado al techo que habría tocado la inflación en Colombia continúa la senda de caída del precio del dólar, ya que este viernes cerró su cotización en $4.528.
Aunque el precio de la divisa sigue siendo alto, ha sido evidente la constante caída que ha manifestado esta semana. Hoy, por ejemplo, el cierre de su cotización significó la pérdida de $76,55 (1,66 %) si se pone al lado del cierre del día anterior.
El dólar inició su cotización esta mañana en los $4.585, mientras que registró un máximo de $4.611,05 y un mínimo de $4.520. La Tasa Representativa del Mercado (TRM) fue de $4.616,58.
Un dólar más barato se traduce en un alivio a la inflación de Colombia, pues hay que tener en cuenta que gran parte de los productos que se consumen en el país, además de los insumos, son importados.
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Hay que recordar que hace unos días el billete verde evidenció un repunte significativo, generado por el remezón ministerial en el gabinete de Gustavo Petro, en donde siete jefes de cartera renunciaron a sus cargos (incluido el para entonces ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien recibía el calificativo de muchos como ‘el polo a tierra’ del presidente).
No obstante, la estabilización de la divisa podría mostrar la confianza que ha generado este cambio. Justamente, este viernes el nuevo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se reunió con más de 200 inversionistas nacionales e internacionales, lo que podría apaciguar aún más las aguas, teniendo en cuenta que asumió el compromiso de reunirse con ellos de forma periódica.
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También genera confianza el compromiso que ha demostrado tener el Gobierno de Petro con la regla fiscal, es decir, de no endeudarse más de lo que se debe. Parte de esto tiene que ver con el aumento del precio de los combustibles, medida que es impopular, pero que a la vez es necesaria para reducir el déficit del FEPC y así tener más recursos disponibles para otro tipo de políticas.
Las proyecciones también apuntan a que la inflación comience a reducirse, de forma paulatina, en los próximos meses, pudiendo cerrar el año en un dígito (tal vez el 9,8 %) y acercándose a la meta que se tiene para 2024, que es la de volver al 3 %.
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