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Diversos municipios en Colombia ya comienzan a registrar desabastecimiento de combustible en sus estaciones. De momento, este problema no es generalizado y las principales ciudades continúan teniendo suficiente gasolina y diesel para atender la demanda.
Sin embargo, la situación no es sostenible. Según lo explicado a El Espectador por el presidente de la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (COMCE, que agrupa 6.348 estaciones de servicio), David Jiménez Mejía, “si esto no se resuelve hoy ,se va a acentuar el desabastecimiento de combustible en las estaciones”.
La razón es porque estos puntos de distribución se abastecen por medio de carrotanques, mismos que no se han movilizado por cuenta del paro camionero.
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Jimenez argumenta que, en promedio, una estación de servicio se abastece cada tres o cuatro días, por lo que, al completarse hoy el cuarto día de paro, es apenas previsible que estas se estén quedando secas.
“En términos generales, la situación de la distribución de combustibles líquidos es crítica a nivel nacional. Porque son 19 departamentos en paro y toda la red de abastecimiento está en el territorio. Somos el último eslabón en la cadena de suministro y manejamos unos inventarios que se han venido agotando”, menciona.
También detalla que la situación no es misma para todas las estaciones, pues algunas tienen tanques de almacenamiento de 2.000 galones, otras de 5.000 y otras de 10.000, por lo que de llegar a presentarse un desabastecimiento, este no se presentará en todas las estaciones al mismo tiempo.
Según lo informado esta mañana por el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, la capital cuenta con un abastecimiento para seis días de gasolina corriente, 16 días de extra, cuatro días de combustible de avión y cuatro días de diesel.
En ciudades como Bucaramanga ya se registran largas filas en las estaciones. En algunas de estas ya no se encuentra gasolina, extra ni ACPM.
Ante situaciones como esta, es probable que muchas ciudades y municipios comiencen a decretar topes de abastecimiento en las estaciones, impidiendo que ciertos vehículos se surtan más de una determinada cantidad, precisamente para evitar que se agote el combustible.
El llamado que hace Jimenez es a que la población no caiga en el pánico sobreabasteciéndose, ya que eso generaría una crisis. En medio de todo, da un parte de tranquilidad al decir que superar una emergencia de esta magnitud no tardaría más de 24 horas, pues la logística del sistema permitiría un abastecimiento oportuno.
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