El incierto rumbo del petróleo en Colombia
Entre este mes y el próximo, la ANH debe producir el informe acerca del estado de las reservas de hidrocarburos en Colombia, pieza fundamental para decidir, de una buena vez, cuál será el destino de este sector fundamental para la economía nacional.
Jorge Sáenz
El Gobierno pareciera seguir dando palos de ciego en el sector de los hidrocarburos. No define su rumbo ni su norte con claridad. Aunque Colombia no es un país petrolero por excelencia, las exportaciones de hidrocarburos pesan en la balanza comercial y, en medio de la incertidumbre sobre el futuro de este sector, la industria anda un poco a la deriva.
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El Gobierno pareciera seguir dando palos de ciego en el sector de los hidrocarburos. No define su rumbo ni su norte con claridad. Aunque Colombia no es un país petrolero por excelencia, las exportaciones de hidrocarburos pesan en la balanza comercial y, en medio de la incertidumbre sobre el futuro de este sector, la industria anda un poco a la deriva.
En el país varias empresas comenzaron a alistar maletas y otras ya compraron tiquete. Emerald Energy pidió a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) suspender por tres meses las actividades en la vereda Pozos del municipio de San Vicente del Caguán (Caquetá) por la alarmante situación de orden público.
Más recientemente, ExxonMobil anunció que ejerció el derecho de renuncia a un acuerdo para seguir en un bloque petrolero, decisión que está en manos de la ANH. “Nos retiramos del acuerdo de operación con Patriot para el bloque VMM37 y anunciamos nuestro interés de renuncia a ese contrato en específico. Estamos sosteniendo un diálogo con el Gobierno para otras inversiones en exploración de recursos no convencionales que tenemos, con el fin de darles una solución. Estos contratos son exploratorios (VMN29 y COR46) y uno de investigación (TEA)”, dijo la empresa.
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Otros movimientos de cambios en la relación contractual se esperan para los próximos días. La ANH mantiene la información bajo estricto secreto pues, al parecer, al Gobierno nacional no le interesa que se informe sobre renuncias, suspensiones y entrega de contratos petroleros.
Esta situación se agrava teniendo en cuenta que “las medidas de corto y mediano plazo para incentivar la producción local orientadas a incorporar mayores reservas de hidrocarburos son insuficientes”, señala el CONPES sobre Transición Energética. “Aunque existen iniciativas de exploración y producción de hidrocarburos, varias aún tienen un bajo nivel de desarrollo”, resalta el documento.
Y, mientras tanto, la producción se mantiene en declive y las inversiones en el área de la exploración han detenido su ritmo de crecimiento. La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) advirtió que en el año 2023 la inversión privada en exploración caerá 33 % en Colombia.
En el panorama de exploración, de acuerdo con Campetrol, en el primer bimestre de este año fueron reportados 10 nuevos pozos exploratorios y adquiridos 226 km de sísmica 2D equivalente, sostiene Flover Rodríguez Portillo, director de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (ACGGP). “Aumentar la producción de petróleo y gas implica usar métodos de recobro mejorado y nuevas tecnologías, pero para contrarrestar la declinación natural de los yacimientos en nuestro país, se precisa incrementar la cantidad de pozos exploratorios que nos permitan encontrar nuevos yacimientos”, señala el dirigente gremial.
Armando Zamora, exdirector de la ANH, sostiene que se está perdiendo una buena oportunidad de atraer inversión extranjera para el sector y “aumentar las reservas, mantener la producción y los ingresos en una época de precios altos y la mayor demanda global histórica de hidrocarburos”.
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Para Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), es un sueño reducir la dependencia del petróleo y carbón para reemplazarlos con el turismo. “La brecha es muy grande”, sostiene y resalta que ninguno es ingenuo para “pensar que vamos a llegar rápidamente a [obtener] los dólares que hoy nos genera el petróleo, pero sí podemos avanzar en esa dirección”.
Por su parte, la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) estima que la industria del petróleo y gas representa cerca del 40 % de las exportaciones de Colombia, el 20 % de los ingresos fiscales y el 76 % de las regalías. “Diversificar la canasta exportadora debe ser un objetivo, pero no a costa de afectar este sector”, advierte la ACP.
Reservas petroleras
Actualmente, la relación de reservas/producción (R/P) con base en las reservas probadas (1P) indica que las reservas de petróleo alcanzan para 7,6 años. En caso de mantenerse esta tendencia a la baja por efectos de la disminución en la actividad petrolera, es posible que más pronto que tarde se pierda la autosuficiencia petrolera del país y se tenga que comprar crudo para satisfacer la demanda nacional.
Un informe de la ANH anota que para mantener la seguridad energética hasta un poco más allá de 2030 se hace necesario que se mantenga constante una producción de petróleo de 269 millones de barriles (Mbl), como se registró en 2021.
Zamora, quien lideró la ANH en dos ocasiones, sostiene que “este Gobierno ya no puede hacer nada para recuperar la confianza de esta industria. La hizo trizas y el daño ya está hecho”. Solo espera que “próximos gobiernos hagan esfuerzos por recuperarla, lo cual es mucho más difícil que destruirla, y toma más tiempo”.
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Rodríguez Portillo informa que Colombia tiene 330 contratos de exploración y producción de hidrocarburos, de los cuales 38 se encuentran suspendidos por razones de conflictividad social o ambiental, entre otras causas. Esto implica “un reto importante, en el sentido de viabilizar las actividades de exploración, dada la necesidad de adquirir más información del subsuelo a través de la sísmica y la perforación exploratoria”, dice.
El país petrolero se encuentra, de cierta forma, en vilo a la espera de que la ANH publique los datos sobre el estado actual de reservas petroleras en el país (con corte a diciembre de 2022). Este documento es fundamental, pues ayuda a entender, lejos de la política, cuál es el panorama de hidrocarburos que enfrenta Colombia en medio de la transición energética.
Para entender mejor cómo opera el cálculo de las reservas, Zamora explica cómo se comportan. Las reservas del país “bajan con la producción acumulada del año, en alrededor de 270 Mbl de petróleo, mientras que por efecto de un aumento de precios promedio de unos US$30 por barril Brent puede haber un efecto de aumento de alrededor de 300 Mbl”. En 2022, lo más probable es que el agotamiento de las reservas haya sido contrarrestado por los aumentos de precios internacionales, sostiene.
En gas, las reservas se agotan a un ritmo de 360.000 millones de pies cúbicos en el año, que son un 12 % de las reservas totales a diciembre de 2021. Habría que sumarles las declaraciones de comercialidad de nuevos descubrimientos durante 2022, los cuales no se convierten automáticamente en reservas hasta que se hagan los estudios de evaluación comercial, destaca el exdirector de la ANH.
Para el caso de Ecopetrol, que representa tres cuartas partes de la operación en Colombia, la empresa anunció un índice de reposición de reservas de petróleo de 104 % en 2022, cifra que incluye sus activos en el exterior, indica Zamora. Una parte de esos activos provienen del fracking. Se incorporaron 164 Mbl de petróleo equivalentes de reservas probadas de yacimientos no convencionales a desarrollar en asociación con Occidental en Estados Unidos (Permian). La vida media de las reservas en petróleo equivalente de Ecopetrol incrementó a 7,8 años (crudo 7,2 años y gas 10,4 años).
“No firmar nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos en Colombia traería graves consecuencias para nuestro país, ya que no habría forma de reemplazar las reservas que se están produciendo y agotando con el tiempo”, sostiene la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet). Luis Guillermo Acosta, director de Acipet, advierte que en muy corto plazo “no podríamos suplir la demanda interna, lo cual significaría vernos en la obligación de importar los hidrocarburos para cargar las refinerías de Barrancabermeja y Cartagena”.
Una oferta débil con demanda en ascenso
La indecisión para darles aval a nuevos contratos petroleros sigue levantando fuertes críticas, incluso dentro del propio Gobierno. Los aproximadamente 100 contratos vigentes en etapa de exploración tienen una expectativa estadística de descubrir 1.000 Mbl de crudo, lo cual solo alcanzaría para reemplazar la producción de unos cuatro años al ritmo actual de extracción. “Pero este reemplazo se haría de forma gradual en los próximos siete años, que es el período en que se acabarían los plazos para explorar”, señala Zamora.
Mientras tanto, Acosta reafirma que es un riesgo muy grande no continuar con la promoción de nuevas áreas exploratorias, incluyendo las de los yacimientos no convencionales, que permitan la firma de nuevos contratos. La técnica del fracking va camino a ser erradicada en el país, según el proyecto que avanza en el Congreso de la República.
Zamora finaliza advirtiendo que, si se parte de unas reservas de petróleo aproximadas de 2.000 Mbl, un agotamiento por extracción aproximado del 12 % cada año y una incorporación promedio de 150 Mbl al año por nuevos descubrimientos, “no habría suficiente producción nacional para cargar las refinerías en 10 años, por lo cual entraríamos a ser importadores netos en 2032”.