El negocio grano a grano: ¿cómo se toma el café colombiano en el mundo?
La caída de la producción y envío de café al exterior implica importantes retos, especialmente por la incertidumbre del mercado internacional y la inflación global. Aunque esto también trae una oportunidad para las variedades de menor calidad. Sobre estos temas habla Gustavo Gómez, presidente de Asoexport.
En lo que va del año, las exportaciones de café se han reducido en 13 %, dado el complejo panorama de inflación y altas tasas de interés en los principales países de destino. Aunque también hay otros factores importantes que entran en juego, como la producción interna y la de Brasil.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
En lo que va del año, las exportaciones de café se han reducido en 13 %, dado el complejo panorama de inflación y altas tasas de interés en los principales países de destino. Aunque también hay otros factores importantes que entran en juego, como la producción interna y la de Brasil.
Este es un momento que plantea importantes retos y también oportunidades frente a otras variedades de café de inferior calidad, como las llamadas robustas. En torno a estos temas gira la Cumbre Cafetera que se desarrolla en Cartagena este jueves 2 y viernes 3 de noviembre, un evento internacional exclusivo para el café de origen colombiano y latinoamericano.
Sobre lo que les espera a las exportaciones cafeteras, este y el próximo año, y los principales factores que los afectan, como la guerra entre Israel y Hamás, se refiere Gustavo Gómez, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport).
¿Cuáles son las razones detrás de la caída de la producción y de la exportación del café?
Venimos de unos efectos del fenómeno de La Niña con unas lluvias bastante fuertes. Eso afecta la producción, sobre todo en el primer semestre del año. Sin embargo, en este 2023 la tendencia se revierte y comenzamos con un fenómeno de El Niño que sin duda alguna contribuye para un incremento de la producción, por lo que podemos terminar este año por encima de la producción del año pasado.
Además, se comienza a ver una baja importante en las exportaciones. De enero a septiembre de 2023 se evidencia una caída del 13 %, respecto al mismo periodo de 2022. Aunque al mirar solo el mes de septiembre, se evidencia un aumento frente a 2022 del 1 %. No es mucho, pero pasamos de 816.000 sacos el año pasado a 827.000 sacos en septiembre 2023 y puede comenzar a marcar una tendencia de incremento en las exportaciones.
Le puede interesar: Así avanza el componente productivo e integral de la reforma agraria.
¿Qué otros factores han incidido en la disminución de los envíos de café al exterior?
Los principales están relacionados con presiones inflacionarias en los mercados a los que llega el café colombiano. El principal país de destino es Estados Unidos, más de 40 % de las exportaciones van para allá. Los precios están muy altos en EE. UU. y eso hace que los consumidores tengan que elegir entre comprar una libra de café o el alimento de sus familias. Hay dos alternativas: dejar de comprar el producto para adquirir otros de primera necesidad o adquirir un café un más económico.
Al final, eso se traduce en menor consumo y en menos compras de los tostadores a nivel internacional. Y más porque las tasas de interés están altas en Estados Unidos y Europa para bajar la inflación, por lo que los compradores prefieren tener un menor nivel de inventarios.
Otro factor es que después de la pandemia, los principales procesadores comenzaron a sobre abastecerse por la preocupación de que sus productos básicos no le llegaran para hacer el procesamiento, debido a que había escasez de contenedores. Ahora la cadena logística internacional está funcionando, tampoco hay afán de tener un inventario muy alto. Todo esto reduce las exportaciones.
Respecto a la incertidumbre que hay en el mercado internacional, ¿cómo les afecta la guerra de Israel y Hamás en la Franja de Gaza?
El segundo producto más importante de exportación hacia Israel es el café. Durante 2022 se exportaron 76.000 sacos de 60 kg, con un valor de exportaciones de más de US$20 millones. Y, en lo que va de 2023, son cerca de 70.000 sacos, con un valor de US$19 millones. Sin duda alguna es un mercado importante, necesitamos la mayor demanda de café posible y sacar del mercado a este país tendría afectación directa en las exportaciones.
El llamado que hacemos es que, a pesar de las tensiones políticas, las relaciones comerciales puedan seguir fluyendo porque eso tiene un efecto positivo en los precios y en los beneficios en ingresos para los caficultores.
¿Y cómo los afecta el que Brasil haya recuperado su fuerza en el mercado, cuando el año pasado se vio gravemente afectado en la producción por asuntos climáticos?
Brasil tuvo un problema con más de 10 % de su producción, eso tuvo un impacto directo en los precios porque tiene un golpe en la Bolsa de Nueva York. Si Brasil tiene alta producción, el precio en bolsa baja y si Brasil tiene una baja producción, el precio en bolsas sube. La relación es indirecta y muy marcada.
A esto se le suma que muchos consumidores están comprando un café más estándar, algo que Brasil puede ofrecer a un precio mucho más bajo, de calidad inferior por el proceso de producción. Mientras que Colombia sólo exporta arábigo, que es una mayor calidad.
Como menciona, el panorama de alta inflación, las altas tasas de interés y demás están favoreciendo los cafés más económicos y de menor de calidad. ¿Han considerado empezar a exportar la variedad de café robusta?
Hay un informe que compara los precios de café arábiga y café robusta a nivel internacional. En condiciones normales, la diferencia podía ser de un dólar, pero últimamente hemos visto que la diferencia puede estar en 20 o 30 centavos (ver gráfico). Esto puede deberse a que están incluyendo más café robusta en sus mezclas. Por ejemplo, ponen café brasileño para la base o de Vietnam, lo arreglan con el de Honduras y también le ponen un poco del colombiano para que le dé acidez y un buen aroma.
En ese sentido, la misión cafetera realizó un estudio en 2015 liderado por Juan José Echavarría y recomendó explorar la variedad. Esto no se da de la noche a la mañana, primero hay que hacer una introducción controlada de las especies, eso ya se está haciendo.
Lea: La frontera que falta cruzar para que exportaciones del agro lleguen a Venezuela.
¿Cuáles son las ventajas que puede ofrecer esta variedad?
Esto podría representar una oportunidad muy interesante, no para competir con el arábigo colombiano porque son dos modelos de negocio totalmente diferentes. Pero sí se pueden aprovechar estos cambios de tendencia en el consumo de la industria y generar beneficios adicionales a zonas no tradicionales de café, como los Llanos y el Caribe húmedo.
Tenemos la ventaja que está la capacidad instalada. El café robusta podría complementar el uso de las trilladoras y darles a los tostadores una mejor disponibilidad de materia prima. Así como mejorar los ingresos de los productores de zonas no tradicionales, podría ser una opción de restitución de cultivos ilícitos.
Uno de los mayores activos que tiene el café colombiano es su marca. ¿Cree que vender también variedades de menor calidad podría afectar la imagen que ya se tiene?
Es un proyecto que puede tomar unos años más. Sin embargo, el primer mercado al que se le está apuntando es al nacional porque no hay suficiente abastecimiento en materia prima en Colombia. De lo que nosotros producimos, exportamos entre 92 y 95 %, por lo que se afecta a la industria que procesa y exporta café ya industrializado.
Superada esa fase, hay que ver cómo se comercializa. Se puede tener diferentes procesos organizados para que el café arábico siga con su calidad y su buena imagen en el mercado internacional.
Puede leer: Alimentar a un mundo que va del campo a la ciudad.
¿Cómo proyectan ustedes las exportaciones para el próximo año?
Lo primero es que el fenómeno de El Niño ayuda a que la producción mejore (aunque puede afectar la calidad), también hay que esperar cómo está la producción de Brasil para saber cómo estarán los precios. Esperamos que haya un control de inflación en los principales mercados y que comiencen a bajar las tasas de interés. Eso puede ayudar a reactivar el consumo del café.
¿Cómo los afecta el Pacto Verde Europeo y cuáles son los cambios de exigencias para poder exportar a la Unión Europea?
Esto afecta a varios productos del agro colombiano con dos estrategias. Una es que la Unión Europea busca revisar cuáles son los productos que se están utilizando para control de plagas y restringirlos. Lo que hacen es revisar la trazabilidad en el producto final en el uso de los insumos, por lo que es importante promover las buenas prácticas de producción de los caficultores. La otra estrategia es sobre la ley de cero deforestación y tenemos hasta 18 meses para poder cumplir con los requisitos de trazabilidad y la geolocalización de las fincas para evidenciar que donde se produjo no es una zona de deforestación
¿Cuáles son los países a los que más se exporta café?
El principal mercado es Estados Unidos y Canadá, le sigue la Unión Europea con entre 27 % y 30 % de las exportaciones. Y sigue Asia, principalmente con Japón y Corea del Sur, pero cada vez viene entrando más duro China porque las exportaciones han venido incrementando en los últimos años: tiene una población muy grande que todavía no consume café.
Finalmente, invitamos a los colombianos a tomar más café. En la medida en que la producción aumente, lo único que podemos hacer para que los precios no caigan es aumentar el consumo.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.