El oro pasa por un buen momento: ¿cómo leer este escenario y qué implica?
El precio del oro lleva en una racha al alza que lo ha impulsado a romper varias marcas. ¿Hasta dónde se puede mantener esa subida y qué dice este movimiento sobre la salud de la economía global?
El oro está pasando por un gran momento en los mercados internacionales. Bueno, al menos hasta este martes, cuando se conocieron datos de inflación para febrero en EE.UU., que bien podrían enviar al trasto las expectativas de un pronto recorte en tasas de interés de la Reserva Federal. Pero de esto hablaremos más adelante. Primero: show me the gold, parafraseando la línea más famosa de la cinta Jerry Maguire.
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El oro está pasando por un gran momento en los mercados internacionales. Bueno, al menos hasta este martes, cuando se conocieron datos de inflación para febrero en EE.UU., que bien podrían enviar al trasto las expectativas de un pronto recorte en tasas de interés de la Reserva Federal. Pero de esto hablaremos más adelante. Primero: show me the gold, parafraseando la línea más famosa de la cinta Jerry Maguire.
Para el viernes de la semana pasada, el oro alcanzó una cotización récord de US$2.194,99, el punto más alto de una racha al alza que, con algunos altibajos, se ha mantenido durante casi año y medio.
¿Qué está pasando con el oro?
Lo primero que hay que aclarar acá es que el oro es considerado como un activo refugio, un bien que suele retener (o incrementar) su valor cuando el resto del planeta se está yendo un poco al abismo.
No es de extrañar que grandes crisis van de la mano con picos en la cotización del oro. Hablamos acá de la pandemia de covid-19, el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania o la reciente cumbre de inflación en Estados Unidos.
Theodore Kahn, director para la región andina de Control Risks, lo explica de esta forma: “Justamente durante periodos de incertidumbre para los mercados financieros, como los relacionados a eventos geopolíticos, como el caso actual con el conflicto en Israel o las crisis financieras en diversas partes del mundo, la demanda de los inversionistas en estos activos refugio incrementa y esto tiene el efecto de aumentar el valor de esta clase de activos, por lo general se ve una apreciación del dólar, alta demanda de bonos del tesoro y el oro”.
Sin embargo, el mundo no se encuentra inmerso en una crisis inmediata. Esto sin el ánimo de desestimar el peso o la tragedia alrededor de la guerra en Ucrania, que ya pasó la marca de los dos años, o el conflicto en Palestina, que también ha superado varias dolorosas e inhumanas barreras en términos de barbarie.
Y a pesar de la escala de estos eventos, su impacto en el panorama geopolítico y macroeconómico pareciera haber sido absorbido por los mercados hace un tiempo. Las tensiones en Medio Oriente, por ejemplo, no impulsaron una desestabilización en los precios del petróleo, como se temió en un principio. Y la guerra en Ucrania ha continuado en medio de un ajuste en términos de política energética en Europa y en abastecimiento de insumos agrícolas para el resto del mundo.
La normalidad actual en el mundo es un poco de caos, pero sin la presión de una pandemia o de una espiral inflacionaria que amenaza con recesiones por doquier, al menos. Y aun así, la cotización del oro por estos días sigue estando por encima de los anteriores récords alcanzados a punta de caos (pandemia o comienzo de la invasión rusa).
Entonces, ¿qué está impulsando el buen momento del oro?
De acuerdo con el Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), 2023 fue un año marcado por grandes compras de oro por parte de diversos bancos centrales alrededor del mundo. Este ritmo de adquisición fue uno de los motores en la cotización del metal el año pasado. Aquí hay que recordar que diciembre marcó otro punto alto para el oro.
Las cifras del WGC aseguran que 2023 fue el segundo mejor año en términos de compra de oro por parte de los bancos centrales, con una diferencia de apenas 45 toneladas con la anterior marca, que fue establecida en (sorpresa) 2022.
El desglose de los números del WGC permiten ver un fenómeno que, quizá, ayuda a dilucidar qué pasa con el oro. Si bien la demanda total del metal a nivel global creció 4 %, prácticamente todas las categorías (como industria tecnológica y joyería) registraron descensos o se mantuvieron estables. Lo que impulsó el crecimiento en el apetito por este bien fueron las llamadas transacciones over the counter (OTC, por sus siglas en inglés).
Esto podría significar que inversionistas particulares (en vez de industrias enteras o bancos centrales) podrían ser el gran motor detrás del alza en el oro. “Quienes están haciendo esto tendrían que ser un gran fondo de inversión o un administrador de capital de gran tamaño”, le dijo Bernard Dahdah, analista senior de commodities del banco Natixis, al diario especializado Financial Times.
Si la cosa es de este tamaño, lo que puede venir río abajo (y no muy abajo) es una corrección del mercado. O sea, una venta de gran tamaño que, a su vez, impulse hacia abajo el precio del metal. Es muy pronto para saberlo, claro está. Pero los datos de inflación en Estados Unidos que se conocieron este martes quizá podrían ir señalando una senda de bajada en el oro.
Inflación, tasas de interés y su impacto en el oro
La inflación en Estados Unidos llegó a 3,2 % en febrero, frente a 3,1 % que se registró en enero, según informó el Departamento de Trabajo de este país.
La medición general de los precios al consumidor estuvo en línea con lo que esperaba el mercado, pero se sigue encontrando muy lejos del objetivo de 2 % fijado por la Reserva Federal.
Y, más aún, la inflación subyacente (excluyendo los precios de alimentos y energía debido a su volatilidad) mostró un crecimiento de 3,8 %.
La lectura de febrero da cuenta que la inflación está bajando más lento de lo esperado (a pesar de su notable mejoría frente a los resultados de hace un año) y parece indicar que un eventual recorte de tasas por parte de la FED tampoco se va a dar tan rápido como se esperaba a principios de año.
Para frenar los persistentes aumentos de precios, la FED se embarcó en una serie de rápidas alzas de los tipos de interés en marzo de 2022 hasta un rango entre el 5,25 y 5,5 %, en el que se mantiene actualmente. El presidente Jerome Powell sugirió la semana pasada que él y sus colegas se están acercando al nivel de confianza necesario para comenzar a bajar las tasas, pero algunos funcionarios han señalado que les gustaría ver primero un retroceso más amplio de los precios.
“En un entorno en donde la inflación no ha dado señales contundentes de convergencia al objetivo de política (2 %) en las economías desarrolladas, el apetito por activos refugio en los inversionistas se ha centrado en materias primas como el oro”, explica Diego Gómez, analista de Contexto Externo y Mercado Cambiario de Corficolombiana.
Y las expectativas de recortes por parte de la FED parecieran irse alejando, como reconoce Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa SCB. “Estaban para marzo, pero desde ya se están ajustando y se han ido moviendo para el segundo semestre”, dice el analista. Y agrega: “Realmente, la inflación en EE.UU. se estabilizó en 3 %, no en 2 %, que es la meta de la FED. Considero que es difícil que el banco reduzca las tasas. Sólo habría recortes si hay una recesión”.
Gómez finaliza diciendo: “Así las cosas, en la medida en que la inflación se mantenga rígida en niveles superiores a 3 % en economías como la estadounidense, el atractivo de este tipo de materias primas seguirá alto. Por otra parte, las recientes caídas en el rendimiento de otros activos refugio como la deuda pública americana han terminado de impulsar el interés relativo en el oro”.
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