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El trigo de Rusia domina el mercado y la guerra en Ucrania tiene mucho que ver

Al 2024, se espera que 45 millones de toneladas de trigo ruso lleguen al mercado. El primer exportador mundial está rediseñando sus rutas.

05 de septiembre de 2023 - 12:15 p. m.
Rusia, que llegó a ser un importador neto de trigo hace 25 años, se recuperó tras el derrumbe del bloque soviético hasta ubicarse como primer exportador mundial en 2016. Imagen de referencia.
Rusia, que llegó a ser un importador neto de trigo hace 25 años, se recuperó tras el derrumbe del bloque soviético hasta ubicarse como primer exportador mundial en 2016. Imagen de referencia.

Cosechas excepcionales y precios agresivos impulsan aun más la posición dominante de Rusia (primer exportador mundial de trigo) en el comercio mundial de este grano y hoy ese país busca rediseñar sus rutas de exportación.

“Rusia garantiza por sí sola un cuarto de las exportaciones mundiales de trigo y posee reservas consecuentes”, afirma Sébastien Abis, autor de ‘Geopolítica del trigo’ e investigador del Instituto francés de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS).

Y es que la guerra en Ucrania, que comenzó en febrero de 2022, está cambiando las cadenas de suministro de este grano en favor de Rusia.

Ucrania, uno de sus principales competidores, ha sido afectado por el constante bombardeo de las vías fluviales.

Aunque el corredor marítimo permitió sacar cerca de 33 millones de toneladas de productos agrícolas de ese país en un año, “no ayudó a Ucrania a recuperarse en términos de producción agrícola, a raíz de la propia guerra, que amputó un cuarto de sus tierras cultivables”, explica Joseph Glauber, del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, según sus siglas en inglés) en Washington.

El mercado 2023-2024

En 2023-24, la producción mundial de trigo debería ser menos abundante que la cosecha anterior, como consecuencia, en parte, de los fenómenos climáticos en Canadá y Australia. Las estimaciones de consumo son superiores a las de producción en 20 millones de toneladas (MT).

En este contexto, “el mundo espera que 45 millones de toneladas de trigo ruso lleguen al mercado”, subraya David Laborde, director de la división de Economía de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El dominio ruso en el mercado del trigo tiene su historia: “Hace 55 años, la mitad del trigo exportado en el mundo provenía de Estados Unidos. En los últimos cincuenta años, vimos una diversificación del mercado mundial”, precisa Laborde.

La hegemonía estadounidense fue progresivamente “cuestionada por las exportaciones de Europa Occidental --que se levantaba de la Segunda Guerra Mundial--, luego por países como Argentina y Australia, y a partir de los años 2000 por el surgimiento del polo del mar Negro”, continúa.

Rusia, que llegó a ser un importador neto de trigo hace 25 años, se recuperó tras el derrumbe del bloque soviético hasta ubicarse como primer exportador mundial en 2016.

La agricultura se convirtió en el tercer sector comercial del país, detrás de la energía y los metales/minerales, y por delante de las armas. Y con la guerra en Ucrania, todo se aceleró.

Cuando llegó a su fin el acuerdo de granos del mar Negro, Putin prometió entregas gratuitas a seis países africanos (que representan menos del 1 % de las exportaciones rusas), aplicar tarifas preferenciales para Egipto (nación amiga) y mantener precios bajos para conservar una ventaja competitiva.

Moscú “dibuja nuevos mapas, a la vez estratégicamente porque no juega con las mismas herramientas (que los otros actores del mercado), pero también apoyándose en el hecho de que Rusia es la única que produce más y exporta más. El único país que competía con Rusia en términos de tendencia era Ucrania”, destaca Abis.

Importadores “neutrales”

La hegemonía de Rusia tiene un peso importante para países como Egipto y Turquía, que son -de lejos- los dos primeros importadores de trigo ruso.

Mientras que el primero importa el 80 % de su trigo del mar Negro, el segundo transforma el grano en harina para reexportarlo hacia Oriente Medio, África o Asia, precisa Laborde.

Los países más dependientes son aquellos que consumen más pan, como los del norte de África, pero también Sri Lanka, Bangladés o Pakistán.

El peso de Rusia traza rutas comerciales “que no son lógicas en el plano de la geografía”, señala Abis. Un ejemplo es que Marruecos o Argelia, tradicionales clientes de Francia, modificaron sus reglas de importación para poder comprar trigo ruso.

Y, como lo indica Joseph Glauber, desde el inicio de la guerra muchos países importadores en África se han mantenido “neutrales” en las instancias internacionales para no ofender al gigante ruso, y al mismo tiempo defienden el acuerdo de grano del mar Negro.

Este acuerdo es crucial para los importadores porque, al favorecer la movilidad del trigo, hizo que los precios bajasen tras la disparada de la primavera boreal de 2022.

Ahora, uno de los grandes temores de los operadores es un incidente en el mar Negro, como podría ser el bombardeo de un barco con granos y un aumento desmedido de los seguros.

Sin embargo, “a los rusos no les interesa eso”, ya que el mar Negro “debe mantenerse como su corredor exclusivo”, asegura Abis.

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Melmalo(21794)05 de septiembre de 2023 - 12:57 p. m.
Mientras tanto aquí en nuestro país con cualquier noticia que se publique sobre la guerra entre Rusia y Ucrania ,siguen subiendo el precio del trigo como si se importara desde allá.
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