Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La Comisión Europea elevó ligeramente este jueves su previsión de crecimiento del PIB en la Eurozona para 2021, de 4,8% a 5%, mientras que redujo la expectativa de 2022 de 4,5% a 4,3%.
También te puede interesar: “Cerraremos el 2021 con 232.000 viviendas vendidas”: Camacol
En un extenso reporte económico publicado en Bruselas, la Comisión pronosticó además que la inflación en la Eurozona -actualmente impulsada por el alza en los precios del gas- deberá cerrar este año en 2,4%, para retroceder a 2,2% al fin de 2022.
La economía europea volvió a crecer en la primavera boreal y continuó a un ritmo sostenido durante el verano gracias al levantamiento de las restricciones sanitarias que pesaban sobre servicios como hotelería, viajes, bares y restaurantes.
Esas medidas de contención de la pandemia de coronavirus arrastraron al continente a una histórica recesión en 2020.
De acuerdo con la Comisión Europea, la recuperación del consumo será una de las bases para impulsar la expansión.
“La mejora en el mercado laboral y una disminución esperada en el ahorro de los hogares deberían ayudar a respaldar el gasto”, apuntó la institución en su informe.
También espera que el paquete de estímulo de la UE a la recuperación pospandemia apoye la inversión pública y privada.
No obstante, la Comisión admite que el escenario sigue empañado por interrupciones evidentes en las cadenas de suministro, que tienen un impacto significativo en el sector manufacturero.
El informe de la Comisión destacó también la creación de alrededor de 1,5 millón de puestos de trabajo en el segundo trimestre este año.
Para la UE en su conjunto (esto es, considerando también los países del bloque que no adoptan la moneda común) la tasa de desempleo alcanzó el 6,8% en agosto, casi recuperándose a su nivel de finales de 2019, antes de la pandemia.
La Comisión espera una mayor disminución del desempleo el próximo año.
El crecimiento continuo, acompañado por el levantamiento de medidas de emergencia como el trabajo a jornada reducida, reducirá el déficit público el próximo año al 3,9% del PIB en la zona euro, frente al 7,1% en 2021, estimó la institución.