Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, calificó su compromiso de frenar la inflación como “incondicional” y otro de sus colegas respaldó aumentar las tasas de interés en 75 puntos básicos nuevamente el próximo mes, incluso cuando los demócratas le advirtieron sobre el riesgo de desencadenar una recesión.
“Tenemos un mercado laboral que está insosteniblemente caliente y estamos muy lejos de nuestro objetivo de inflación”, dijo Powell. “Realmente necesitamos restaurar la estabilidad de precios, hacer que la inflación vuelva a bajar al 2 %, porque sin eso no podremos tener un período sostenido de máximo empleo”, añadió.
Las tasas de interés fueron subidas en 75 puntos básicos por la Fed la semana pasada y Powell señaló que otro incremento de esa magnitud, o de 50 puntos básicos, estaba sobre la mesa cuando se reúnan nuevamente a fines de julio. Estas medidas podrían continuar hasta que las presiones sobre los precios se enfríen.
Frente a este panorama, la Fed asegura que las finanzas de los grandes bancos de Estados Unidos están lo suficientemente saneadas como para hacer frente a un escenario de recesión grave.
El banco central estadounidense publicó un informe con los resultados de sus test de estrés anuales a la banca, según los cuales las 34 mayores entidades financieras del país podrían hacer frente a una caída económica severa.
“Los bancos siguen teniendo niveles altos de capital, lo que les permitiría continuar prestando dinero a hogares y empresas durante una recesión severa”, indicó el informe.
Le puede interesar: Así va el precio del dólar este viernes 24 de junio tras las elecciones.
La Fed explicó que los 34 bancos evaluados permanecieron por encima de los requisitos de capital mínimo, pese a unas pérdidas hipotéticas totales de 612.000 millones de dólares en caso de una recesión severa.
En ese escenario, la ratio agregada de capital y acciones comunes, que provee un colchón extra ante posibles pérdidas, bajaría en 2,7 puntos porcentuales hasta un mínimo de 9,7 % (que seguiría siendo más del doble del mínimo requerido).
El escenario hipotético diseñado por el banco central este año fue más severo que el de 2021, e incluyó una recesión mundial con impactos sustanciales sobre los mercados de la vivienda y de deuda corporativa.
En este escenario, el desempleo subiría en 5,75 puntos porcentuales en EE. UU. hasta un total del 10 % y el Producto Interior Bruto (PIB) bajaría considerablemente.
Todos los bancos de EE. UU. con más de 100.000 millones de dólares en activos están sujetos a test de estrés bajo la Ley Dodd-Frank, con la que se hizo una reforma financiera en 2010 tras la crisis de 2007-2008.
Entre las entidades que se sometieron a estas pruebas están Bank of America Corporation, Barclays US LLC, Capital One Financial Corporation, Citigroup Inc., Credit Suisse Holdings (USA), The Goldman Sachs Group; HSBC North America Holdings, y JPMorgan Chase & Co.
También lea: La Fed no descarta que el aumento de las tasas de interés incremente el desempleo.
El giro de la política monetaria
Powell y sus colegas de la Fed han dado un fuerte giro hacia una postura más restrictiva para luchar contra la inflación más alta en 40 años en medio de críticas de que actuaron demasiado tarde para restringir la política monetaria mientras la economía se recuperaba del covid-19.
En total, han aumentado las tasas en 1,5 puntos porcentuales este año y los banqueros centrales pronostican alrededor de 1,75 puntos adicionales de ajuste acumulativo en 2022.
Las medidas de la Fed han despertado el temor de que se desencadene una recesión. Powell admitió que “ciertamente una posibilidad”, aunque no es algo que la Fed esté buscando o crea que sea necesario para reducir la inflación al objetivo del banco central del 2 %.
“Eso se ha vuelto significativamente más desafiante dado los eventos de los últimos meses, particularmente la guerra, que está elevando los precios de la gasolina”, dijo. “No creemos que una recesión sea inevitable”.
Otra es la opinión del presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, James Bullard. Él dijo que los temores de una recesión en Estados Unidos son exagerados, ya que los consumidores están llenos de efectivo acumulado durante la pandemia del covid-19 y la expansión se encuentra en una etapa inicial.
Lea: Fed reconoce que al subir tasas, la recesión en Estados Unidos es una posibilidad.
“De hecho, creo que estaremos bien”, dijo Bullard. “Es un poco pronto para tener este debate sobre las probabilidades de recesión en EE. UU.”.
Bullard repitió su llamado a una mayor “carga anticipada” de aumentos de tasas para contener la inflación y añadió que “estamos en las primeras etapas de la recuperación o de la expansión de EE. UU., estamos más allá de la recuperación. Sería inusual volver a entrar en recesión en esta etapa”.
Si bien un número creciente de economistas ha comenzado a predecir una recesión en EE. UU., para Bullard las medidas de la Fed desacelerarán la economía, pero lo más probable es que sea a un ritmo de crecimiento más de tendencia en lugar de ir por debajo de esta, por lo que sería moderada.
Bullard dijo que los hogares, que representan alrededor del 70 % de la economía estadunidense, continúan gastando, impulsados por los ahorros acumulados durante la pandemia y la riqueza inmobiliaria.
“Los hogares parecen estar en una excelente posición para gastar en el futuro”, dijo. “Tienen efectivo. Todavía tienen US$3.5 billones de tipo de ayuda covid que está más o menos sin gastar”, que es “alrededor del 10 % del PIB que aún se encuentra en las cuentas bancarias de las personas”.
Puede leer: ¿El regreso del fantasma de la presencialidad?
Presiones inflacionarias y reacciones
El aumento de los precios enfureció a los estadounidenses y perjudicó la posición de los demócratas entre los votantes antes de las elecciones legislativas de noviembre.
Los precios al consumidor subieron un 8,6 % el mes pasado con respecto al año anterior, según el Departamento del Trabajo. Los datos del IPC de junio se publicarán el 13 de julio, dos semanas antes de que la Fed comience su próxima reunión.
El banco central apunta a un indicador separado del Departamento de Comercio, que se publica con desfase y que registraba una inflación tres veces más rápida que el objetivo del 2 % de la Fed, según su última lectura.
El jefe de la Fed dijo que era posible reducir la inflación sin dañar el mercado laboral y que el objetivo era aliviar la demanda, no causar desempleo.
“Nuestras herramientas son contundentes, pero son las herramientas adecuadas para hacer frente a la amplia demanda agregada”, afirmó.
También lea: Teletrabajo, trabajo remoto, trabajo híbrido: así se ve el futuro del trabajo.
El trabajo remoto podría disminuir presión
El auge del trabajo remoto podría facilitar un poco la tarea de la Fed de controlar la inflación, al tiempo que ahorraría a los empleadores más de US$200.000 millones, según una nueva investigación.
Eso se debe a que los trabajadores están dispuestos a aceptar aumentos salariales más pequeños por la comodidad de trabajar desde casa. A su vez, eso ayuda a moderar los costos comerciales y a desacelerar lo que los economistas llaman la espiral de salarios y precios, cuando las empresas transfieren mayores gastos a los consumidores en forma de precios más altos.
Alrededor de 4 de cada 10 empresas dijeron que ampliaron las oportunidades de trabajar remotamente para disminuir la presión sobre su presupuesto laboral durante el año pasado, y un número similar espera hacerlo durante los próximos 12 meses, según un estudio de la Universidad de Chicago. Los autores encontraron que reduciría el crecimiento de los salarios en dos puntos porcentuales durante dos años.
“Esta influencia moderadora disminuye las presiones y (modestamente) alivia el desafío que enfrentan los responsables de política monetaria en sus esfuerzos por reducir la inflación sin paralizar la economía”, escribieron los autores. Incluyen a Nicholas Bloom de la Universidad de Stanford, Steven Davis de la Escuela Booth de la Universidad de Chicago y Brent Meyer, economista del Banco de la Reserva Federal de Atlanta.
Los ahorros laborales de los empleadores se traducen en US$206.000 millones, según un análisis separado realizado por Davis. Eso se basa en los US$10,3 billones de dólares en sueldos y salarios totales pagados a los empleados estadounidenses en 2021, según cifras de la Oficina de Análisis Económico.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.